En qué casos y con qué protocolos vuelven las sesiones presenciales con psicólogos

Los especialistas solo podrán recibir a pacientes en casos de "especial necesidad", con tapabocas y desinfectando elementos de trabajo. Profesionales hablaron sobre los desafíos que les generó la pandemia y los resultados que está dando la terapia remota.

En qué casos y con qué protocolos vuelven las sesiones presenciales con psicólogos

Foto publicada en psyalive.com

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Unidiversidad

Unidiversidad / Florencia Martinez del Rio

Publicado el 08 DE MAYO DE 2020

Las y los psicólogos son algunos de los incluídos en la habilitación formalizada por el gobernador Rodolfo Suarez para las profesiones liberales en todo el Gran Mendoza, por lo que podrán volver a trabajar de forma presencial pero solo en casos de “especial necesidad”. Profesionales explicaron qué protocolos deberán seguir para evitar los contagios de COVID-19 y cómo están funcionando las terapias a distancia que deberán continuar en a mayoría de los casos.

Mauricio Estrada, presidente del Colegio de Psicólogos de Mendoza, explicó a Unidiversidad cómo trabajarán y en qué casos específicos los pacientes podrán ir al consultorio: “Esta habilitación no es para todos los pacientes. Se puede atender de manera presencial en aquellos casos en que resulte indispensable. Tanto en cuanto a atención como a higiene se tendrá en cuenta el protocolo de la provincia”.

Entre las medidas de higiene y prevención del coronavirus que deberán cumplir los y las psicólogas, así como el resto de los profesionales llamados liberales, se encuentra la utilización de barbijos o tapabocas, el mantenimiento de un distanciamiento de dos metros entre las personas, atender con turno previo, limpiar y desinfectar los elementos de trabajo entre cada sesión, garantizar agua, jabón, toallas de papel. Siguiendo este protocolo, bajo ninguna circunstancia se podrán atender en los consultorios personas que integren los grupos de riesgo de contagio de COVID-19, es decir, los mayores 60 y quienes tienen enfermedades o afecciones. A su vez, las y los psicólogos no podrán recibir a más de cuatro personas por día.

Sobre en qué casos se considerará necesaria una sesión presencial, Estrada comentó: “El análisis existencial o de un momento de la vida no es de especial necesidad. Hay cuestiones que son de riesgo para la persona y/o para terceros, donde se pueden desatar cuadros graves y eso si amerita la terapia presencial”. 

En otros casos, se priorizará el asesoramiento por teléfono o medios virtuales, modalidades que hasta el momento están permitiendo que los tratamientos continúen. “Las terapias a distancia generó un proceso de adaptación tanto para los pacientes como para los profesionales. Algunos ya lo tenían implementado pero para otros ha sido una novedad”, contó Estrada, quien opinó también que la sesión remota hace que se pierda el cara a cara y que los inconvenientes tecnológicos, como el ruido de la comunicación o la mala señal de internet, entorpece el proceso. “En general se han adaptado. Hay muchos pacientes que no están dispuestos a retomar la terapia presencial, muchos están cumpliendo la cuarentena y no están dispuestos a salir para ir al consultorio”, agregó.

José Muñoz, presidente de la Federación de Psicólogos de la República Argentina, por su parte, comentó a Unidiversidad que no todos los pacientes pueden acceder a la terapia remota ni se sienten cómodas con ella. “A veces no están dadas las condiciones en términos de recursos, el proceso de atención psicológica no tiene que ver con la clase social, no siempre hay buenas condiciones de vivienda, donde el paciente esté solo y pueda realizar el proceso respetando su propia confidencialidad”, y agregó: “Hasta que surjan procesos de cura va haber cierta convivencia con el coronavirus todavía”.

El psicólogo hizo hincapié también en los desafíos que la pandemia provocó en la profesión desde lo científico. “En este proceso excepcional de virtualidad estamos tratando de ajustar lo mejor posible la mayor cantidad de situaciones, siempre dentro de la ética científica. Tenemos que garantizar el resguardo del secreto profesional y la confidencialidad. Hay que trabajar en los procesos de psicodiagnóstico de los nuevos pacientes, de aquellos que quieran empezar a hacer terapia. Para aplicar esas técnicas en las que se analizan las características del paciente en términos psicológicos, los medios remotos todavía tienen proceso de muy fuerte discusión. Se tiene que hacer siempre y resguardando al sujeto que consulta”.

Otro problema que generó la pandemia fue que muchas obras sociales y prepagas no quisieron hacerse cargo de los pagos de las sesiones a distancia. Los profesionales comentaron que esta situación aún se mantiene. “Desde el primer momento que se declaró el aislamiento social y obligatorio esto estuvo en discusión. Se resistieron y algunas se siguen resistiendo a reconocer la modalidad de terapia a distancia.Incluso, algunas pretenden arbitrariamente pagar menos el valor de sesión online”, dijo Estrada.

Ante esta negativa, la Federación de Psicólogos de la República Argentina, comunicó que "los Colegios y Asociaciones dispondrán de los mecanismos administrativos y legales para suspender y/o ejecutar los convenios de prestación que tuviesen firmados" por no instrumentar "la atención en psicología de sus afiliados de manera remota". "No vamos a permitir que, en función de algún interés parcial, se bastardee nuestro rol profesional y no se reconozca el trabajo que realizamos", dice el comunicado.

Sobre lo que implica el aislamiento para las personas, Muñoz aseguró: “El encierro no colabora con el proceso de la tramitación de la salud mental, los seres humanos somos esenciales seres sociales, necesitamos ese lazo. La tecnología de la posibilidad de encontrarse no personalmente pero sí emocionalmente, eso ayuda que el proceso no sea peor, pero el aislamiento no cura a nadie, al contrario, enferma”.

 

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