La actriz y locutora Milka Durán, icono de la locución mendocina, falleció este martes por la tarde luego de estar varios días en reposo en su casa. Tenía 90 años de edad.

En sus casi 80 años de profesión, Sara Ofelia Carmona –tal su verdadero nombre– trabajó en las principales radios de la provincia. El personaje más destacado de su carrera fue el de "La Lechiguana", compartiendo libreto junto a Jorge Sosa.

Empezó a trabajar en la radio siendo muy chica. Tenía sólo 10 años cuando participó en un concurso de preguntas y respuestas en Radio Aconcagua (hoy Radio Nacional). Desde ahí su carrera, que incluyó la actuación, no se detuvo hasta que se retiró poco tiempo atrás. De hecho, los últimos años de su vida integró, con la misma fuerza que en su juventud, el elenco de periodistas y locutores Comunicaktores.

Milka dio sus primeros pasos en la radio cuando aún predominaba el radioteatro, y los ritmos musicales favoritos eran el tango y el bolero. Convivió con la pequeña Spica (esa radio portátil a transistores) y debutó como periodista en los años de la Segunda Guerra Mundial. Así fue como nació su amor por el periodismo y la locución.

Las novedades permanentes exigieron que Radio Aconcagua también tuviera que transmitir durante la noche, por lo que en esas madrugadas empezó a leer boletines que un taquígrafo copiaba a su vez de boletines de otras radios importantes.   

De la radio conservó siempre los mejores recuerdos, como esa vez en la que entre todos sus compañeros juntaron la plata para pagarle un sueldo: el Proceso la había sancionado a raíz de un chiste mal calibrado en el estudio. "Me hacían cumplir horario, pero sin trabajar, y tampoco podía cobrar. Yo tenía a mi hijo chiquito y no sabía qué iba a hacer, pero no me preocupé mucho porque había pasado peores. Pero resultó que al final de mes, cuando todos cobraron, vino Oscar Rodríguez y me dio un sobre. Me dijo: 'De tus compañeros, que te queremos mucho'. Habían puesto una parte proporcional de sus sueldos hasta completar el sueldo que me habría correspondido. Ese tiempo fue doloroso, pero uno tiene que rescatar lo bueno. Ese hecho me sirvió para demostrar que la radio era como tener otra familia", contó Milka durante una entrevista que le realizaron en diario Los Andes el 26 de mayo de 2016, en ocasión de un gran homenaje que le hicieron en el Teatro Independencia.

En los años 50, Homero Cárpena (padre de Nora) la descubrió como actriz. Gracias a eso pudo vivir el séptimo arte desde adentro: actuó en El cartero, con Beatriz Taibo, y también en La maestra enamorada y Surcos en el mar, todas filmadas en Mendoza por Film Andes.

Para ella, la radio nunca pasaba de moda porque era mágica. “Y la gente cree en la magia”, contó durante esa nota.

“Aunque el oyente no se dé cuenta, tiene intervención en el 90 % de lo que pasa en la radio: el estudio es corazón. Lo que uno dice, los oyentes lo chupan como una esponja, por eso es que locutores y periodistas tienen que tener mucho cuidado con lo que dicen”, sostuvo en aquella oportunidad.

En alguna trasnoche de 1978, en el progama de Jorge Sosa, nació el personaje que la haría realmente popular y que la dejaría definitivamente en el imaginario de todos los mendocinos. ¿Y por qué La Lechiguana, una bruja? Porque cuando tenía 17 años hizo de una y el éxito había sido rotundo. Recordó que esa vez, en Amancay, de Alberto Gramajo, les dio a los niños del público el susto de sus vidas.

El último adios a Milka Durán

Los restos de la actriz y humorista fueron despedidos en Radio Nacional y se realizó un acto de descubrimiento de una placa con su nombre en el estudio mayor del medio que la vio nacer.