Francisco pide que no existan diferencias ni excluidos

El fervor por el Papa copó las calles de Guayaquil. Hoy estará en Quito.

Francisco pide que no existan diferencias ni excluidos

Foto: gentileza diario El Universo de Ecuador

Internacionales

La gira del Papa

Unidiversidad

Fuente: Diario El Mundo de España

Publicado el 07 DE JULIO DE 2015

La jornada del Papa ha sido intensa en este segundo día de visita a Ecuador, el primero en que arrancó su agenda oficial. Después de la misa campal en Guayaquil, donde ha destacado el papel de la familia, ha regresado a Quito para cumplir con dos actividades oficiales: el saludo protocolario al presidente Rafael Correa y su recorrido por la Catedral Metropolitana.

Un fuerte aguacero cayó en casi toda la capital ecuatoriana -algo poco común en esta época del año-, pero eso no alejó a los feligreses que se apostaron en los sitios por donde pasó la caravana del Pontífice y en la Plaza Grande, donde se encuentra el Palacio de Carondelet (sede del Gobierno) y la mencionada iglesia.

Las ovaciones al papa han sido la tónica, así como las luces de los flashes de las cámaras, las flores, los pétalos y el frío viento. Antes de cumplir con las formalidades de la visita oficial, el Papa ha salido por un momento a uno de los balcones del Palacio Presidencial a saludar a la gente. El presidente Correa se le ha sumado para mirar y escuchar las muestras de apoyo que recibe Francisco.

Sin dejar de estar a su lado, Correa lo ha acompañado al Salón Amarillo del Palacio, para presentarle a cada uno de sus ministros de Estado y funcionarios más cercanos (más de 40 personas) del Gobierno, que se han ubicado a lo largo y ancho de este amplio lugar. Entre ellos está la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira (quien se ha hecho una selfie con el Papa), la madre del jefe de Estado y otros familiares de los secretarios de Estado.

Varias religiosas y sacerdotes de claustro han sido invitados a este acto. Francisco los ha saludado a todos y ha dado unas cuantas bendiciones. Correa también los ha saludado y abrazado a algunos. Unos pasos más atrás está uno de los colaboradores del papa, que ha distribuido unas pequeñas fundas que contenían rosarios.

Al terminar de saludar a la enorme cantidad de funcionarios de Estado, Francisco se ha dirigido a pie a la Catedral, que queda a pocos metros. La seguridad ha debido proteger al Sumo Pontífice que en el trayecto ha saludado a niños, mujeres, ancianos, hombres... La iglesia también ha estado repleta. La recorre parcialmente y entra a una de sus pequeñas capillas y ora por unos pocos minutos. Regresa a donde está la gente que ha llenado las bancas. Una niña sale corriendo hacia el papa y le entrega una rosa amarilla. Francisco la bendice y se dirige a saludar a algunas personas más.

Ha llegado el momento que muchos esperaban, el Papa se ha dirigido a la entrada y los gritos se escuchan con más fuerza. El micrófono había sido instalado con antelación. Se acerca y ha dado un nuevo mensaje a los quiteños: que "no haya diferencias, no haya excluidos y que no haya gente que se descarte y todos sean hermanos".

Ha ofrecido más bendiciones a los presentes y a sus familias y, al igual que su primera noche en Quito, ha pedido rezar juntos un Ave María. La multitud corea la oración y recibe su bendición. Francisco cierra su intervención con su habitual despedida: "Recen por mí. Buenas noches y hasta mañana". Enseguida se ha embarcado en su auto y se ha dirigido a la Nunciatura, donde se ha alojado.

 

Miles de feligreses

Mientras todo esto ha ocurrido, al otro lado de la ciudad, en el centro norte, miles de feligreses han comenzado a instalar sus carpas para pasar la noche en el parque Bicentenario, donde se realizará la segunda misa papal, prevista para las 10:30 (hora local). Muchos han llegado con mochilas, maletas, colchones, cobijas, sacos, comida... La noche, de acuerdo con los pronósticos, ha sido fría, entre 3 y 4 grados centígrados, y el suelo, empapado por la lluvia.

Sin embargo, hasta las 22:00 (hora local) no se sentía el frío. Las luces de los reflectores, las pantallas gigantes, el ambiente, era de abrigo, de solidaridad. Los campistas han estado acompañados, hasta esa hora, por las informaciones sobre la visita del papa. Han podido ver desde ahí lo que pasaba en la Plaza Grande y han escuchado el coro que practicaba las canciones que interpretarán mañana. Pese a lo grande del escenario, el sonido es nítido.

Los voluntarios no se han cansado de entregar hojas con oraciones, agua y dar indicaciones. También se han concentrado en dar la bienvenida y aplaudir a quienes ingresaban al parque y han ayudado a los que iban a dormir ahí a ubicarse. Han empezado por llenar los espacios más cercanos que se destinaron para el público. Las primeras filas no, porque estaban reservadas para la curia. Tampoco se ha dejado que la gente ocupé el espacio destinado a los jóvenes. Hasta las 20:00 se ha estimaba en 80.000 a los presentes en el lugar.

La cruz levantada en el parque -y que servirá de recuerdo de la visita del papa- ha estado iluminada y se ubicó justo al frente de la tarima en donde se realizará la misa. Alrededor de donde estará el papa hay más de 20 pantallas gigantes para que quienes asistan puedan seguir la misa. Las estimaciones es que se concentrarán más de 1,6 millones de personas.

Al ingreso al parque (se cerraron varios kilómetros a la redonda del parque y la única forma de ingresar era caminando) desde temprano se habían colocado vendedores de camisetas, imanes, gorras, rosarios y otros recuerdos del papa. También había música religiosa, comida y bebidas, una suerte de pequeño mercado para quienes pasaban por el lugar.

A pocas horas de este evento, a lo lejos del parque, se ha escuchado la música que han puesto luego que el coro terminó sus prácticas y se retiró para descansar.

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