En este loco mundo

Los humanos somos seres complejos y cada accionar muestro forma parte de un todo donde cada parte está íntimamente relacionada. Por lo tanto, pensar en la problemática del tránsito como un hecho aislado, como “una moda” y pretender soluciones desde las sanciones o castigos es tener una visión reduccionista de las prácticas sociales, de la vida humana. Al respecto el psicólogo social Rubén Sauma, nos invita a pensar la problemática del tránsito con los ojos puestos en la sociedad y estos tiempos que corren.

En este loco mundo

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Sociedad

Unidiversidad

Juan Manuel Lucero Díaz y Analía Martín.

Publicado el 21 DE JULIO DE 2011

“Las condiciones de vida, los problemas cotidianos, el estrés laboral, el desempleo o las condiciones de explotación, en donde no llegar a tiempo significa perder el presentismo o, como en algunos casos, perder el trabajo mismo; son factores que inciden en los accidentes de tránsito e inciden en la violencia”, explicaba el psicólogo social. “El plan integral de tránsito debe estar ligado a lo urbanístico, a lo educativo”.

Como sociedad estamos en permanente estado de interactividad desde múltiples campos, todo íntimamente ligados; por lo tanto a la hora de solucionar un problema se debe pensar como un conjunto, como un todo. “El hecho de que alguien maneje bien o mal no solo pasa porque haya hecho un curso; la problemática del tránsito es algo que se tiene que tratar también como políticas educativas o sociales, no simplemente se tienen que llevar a cabo acciones - generalmente de la mano de la policía- para prevenir accidentes”, reflexionaba Sauma.

La precarización de las condiciones laborales, la flexibilización laboral, el ritmo acelerado de estos tiempos, los cambios culturales, entre muchas otras causas del devenir del tiempo en este sistema social; son también parte del conductor.  “Hay docentes que se transportan desde uno a otro colegio por la necesidad de trabajar en varios lugares desde sus bajos sueldos.  Cualquier inconveniente en el ámbito de la salud, del trabajo o la educación repercute en el tránsito”, decía Rubén Sauma. Y en el caso de los jóvenes, que representan el mayor porcentaje entre las muertes por accidentes viales, Sauma dice “los jóvenes necesitan el vértigo, y otras cosas, que compensen el no tener el desarrollo de una planificación de la vida -en otros aspectos-.”

Además de políticas públicas, educativas y de salud; la problemática de los accidentes viales debe ser acompañada desde los medios. “El tratamiento que se da desde la prensa es muy importante. Ocurren muchos accidentes diariamente, pero si no hay muertes –que se muestran como espectáculo- no se visibiliza”, decía el psicólogo social. ¿Será que en la escala de importancia para los medios es más importante vender a través de la muerte en vez de informar sobre los accidentes viales con un discurso transformador? …

Como muchas veces sucede, endurecer castigos y aumentar multas no es una verdadera solución. La prevención de accidentes, la concientización respecto del riesgo a perder la propia vida, o quitarle la vida a otra persona, es también un asunto de política de estado, y debe tratarse teniendo en cuenta la complejidad de la vida humana en sociedad. “No se trata de aporta una solución central, no hay ese tipo de soluciones.  La persona que atropella a alguien no es que vaya con la intención de atropellar y matar a alguien.  Aumentar las penas no es una solución”, termina diciendo Rubén Sauma.