La victoria tiene una importancia simbólica para Hillary Clinton, nacida en Chicago, la ciudad más poblada de Illinois, un estado en el que su rival, el autoproclamado socialista democrático Bernie Sanders, tenía posibilidades de apuntarse una victoria tras su éxito la semana pasada en Michigan, también en el medio oeste de ese país. Con su apretada victoria, la exprimera dama se lleva la mayoría de los 156 delegados que otorga Illinois en esta nueva jornada electoral de supermartes, en la que estuvieron en juego 691 delegados demócratas de los 2383 necesarios para obtener la candidatura presidencial del partido.

La contienda estuvo tan reñida en Illinois que los medios estadounidenses tardaron cuatro horas desde el cierre de los colegios electorales en atribuir la victoria a Clinton. Su triunfo supone un fuerte golpe para Sanders, quien no se ha anotado ninguna victoria en la jornada y que esperaba que su buen resultado de la pasada semana en Michigan le sirviera para conquistar estados demográficamente similares y situados en el cinturón industrial del país, como Illinois, Ohio y Michigan.

Ohio, uno de los estados cruciales en las elecciones generales, dio la victoria a Clinton, quien también ganó las primarias demócratas de Florida y Carolina del Norte. En tanto, en Missouri, Clinton se impuso por un leve margen al obtener el 49,6  % frente al 49,4 % de los votos, que les otorgaron la misma cantidad de delegados a cada uno: 34.

Por el momento, Clinton tiene 1021 delegados obtenidos en voto popular y 467 "superdelegados", funcionarios electos que son libres de votar a quien quieran en la Convención Nacional de julio. Sanders tiene 682 delegados del voto popular y 26 "superdelegados".

En este tercer supermartes votaron los estados de Carolina del Norte, Missouri, Illinois, Florida y Ohio con 367 delegados en juego para los republicanos y 691 para los demócratas, de los 1237 y 2383 necesarios para asegurar la nominación, respectivamente.