Iemanjá y la discriminación de los cultos de matriz africana

Esta deidad yoruba es la patrona de los pescadores, el mar, la familia y la fertilidad. Académicos y referentes religiosos llamaron la atención sobre la persistente estigmatización por los “sacrificios animales”.

Iemanjá y la discriminación de los cultos de matriz africana

Foto: Prensa de Gobierno.

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Publicado el 01 DE FEBRERO DE 2022

Este martes se celebra a Iemanjá, patrona de los pescadores, el mar, la familia y la fertilidad, patrimonio de la identidad afrodescendiente y de la propia cultura argentina. Esta festividad integra el calendario anual de festividades religiosas reconocidas por el Estado Nacional.

En vísperas de una nueva celebración, académicos y referentes religiosos llamaron la atención sobre la persistente discriminación y criminalización de los cultos de matriz africana, a cuyo panteón pertenece esta deidad yoruba del agua de mar y cuya popularidad parece insuficiente para terminar con el estigma.

"Tenemos una fe que se conformó acá como fruto de la trata esclavista y nos parece horrendo, en pleno siglo XXI, que no exista para nosotros la libertad religiosa", dijo a Télam Viviana Postiglione, integrante del grupo de fieles que creó un petitorio en Change.org dirigido al Inadi y el Enacom para que cese la discriminación en medios.

La recolección de firmas se inició después de que portales y canales de radio o televisión de todo el país informaran que "rescataron a un chivo que iba a ser asesinado en un templo umbanda". Postiglione cuestionó que se les estigmatice y aclaró: "En nuestro ritual sagrado, solo inmolamos animales de corral", que "no son maltratados"; además, después son cocinados para ser "comidos por quienes participan de la ceremonia".

Aclaró también: "Nosotros no sacrificamos gatos ni perros", y agregó que la reacción escandalizada de algunas personas demuestra que "hay cierta hipocresía" en un país donde "se consumen 48 kilos per cápita de carne vacuna por año".

"Nos tienen que respetar porque es nuestra fe y la libertad para practicarla es un derecho humano fundamental", reclamó Postiglione.

En Argentina hay más de 400 templos umbandistas o africanistas inscriptos en el Registro Nacional de Cultos No Católicos, es decir, cuyas actividades cuentan con el reconocimiento del Estado aunque este no sea requisito para su funcionamiento. A pesar de eso, se sigue asociando a estas religiones no solamente con el maltrato animal, sino también con el curanderismo, el satanismo, la brujería, la irracionalidad o el primitivismo.

"Para nosotros, es como si estuviéramos en la época lombrosiana, porque parece que, por tener esta fe, vas a ser delincuente. Nuestra religión no tiene ningún ritual donde haya una pérdida de conciencia o la voluntad sea doblegada, no se usa ninguna droga, no matamos animales por placer", afirmó.

"En la iglesia católica, hay casos pedofilia con sentencia judicial y no por eso voy a generalizar que todos los sacerdotes lo son, pero eso sí ocurre con nosotros", agregó.

Tanto en Inadi como el Enacom sacaron dictámenes corroborando casos de discriminación en medios. Ambos organismos han emitido una serie de recomendaciones de "buenas prácticas de comunicación" al respecto.

Por su parte, Alejandro Frigerio, doctor en Antropología por la Universidad de California y licenciado en Sociología de la UCA, recordó que "las religiones de origen afro están en la Argentina desde la década del 60", cuando llegaron de Brasil. Si bien mucho antes de eso "hubo religiosidad afroargentina" derivada de la trata esclavista, "en algún momento de fines del siglo XIX y principios del XX desaparecieron", presumiblemente "por presión social", agregó.

Hoy existen tres variantes: la "umbanda", una versión más sincrética "que llegó del sur de Brasil" en los años 60 y que incorpora elementos del catolicismo y el espiritismo; "el batuque", que "es una variante más africana que vino en los 80 de Río Grande"; y la "quimbanda", que "en la década del 90 empieza a independizarse de la umbanda".

El investigador del Conicet explicó que mientras en el batuque "vos cultuás a los orishas", que son fuerzas poderosas de la naturaleza entre las cuales se encuentra Iemanjá, "en la umbanda vos cultuás principalmente espíritus de indios, negros y gitanos que vuelven a ayudar a los vivos", como los pretos velhos (viejos negros) o los caboclos (mestizos)". Esto es porque se cree que los orishas son más remotos y son una fuerza espiritual demasiado fuerte" para ser incorporada por los médiums. En la quimbanda se incorporan espíritus denominados "exús" y "pomba giras", que corresponden a "personas que tuvieron una vida complicada, marginal", pero que también regresan con buenas intenciones.

En estas religiones, "hay tres formas privilegiadas de relacionarse con el mundo espiritual": el "juego de buzios" (caracoles) para "comunicarse con las fuerzas espirituales" en el batuque; el "trance", que es común a las tres vertientes; y las ofrendas materiales, que se realizan tanto en el batuque como en la quimbanda, y que "pueden ir desde frutas y comidas preparadas ritualmente hasta el sacrificio de animales". "Esta (última) práctica es muy resistida, a pesar de que aparece en la Biblia, porque en el catolicismo se sublimó en la hostia, mientras en las religiones de origen afro los sacrificios siguen siendo reales. Entonces, como la iglesia sigue siendo el modelo legítimo, cuando más se aparta de él una religión, más sospechosa es", dijo.

Por otra parte, "el sacrificio ritual de animales no está prohibido", y los templos batuque o quimbanda dejan constancia de que las efectúan cuando se inscriben en el registro de cultos. En cambio, las fiestas de Iemanjá "están bien vistas" porque se las toma como "ir a la playa a dejar flores", en el marco de "una apropiación" de esta figura "casi como una santa popular" a la que se invoca "por protección, yendo más allá de la religiosidad afroumbandista".

El organizador de la celebración de Iemanjá en Mar del Plata, el baba (padre) Hugo Watenberg, explicó a Télam que este reconocimiento llega después de "38 años haciendo esta ceremonia y habiendo pasado todo lo que puede pasar con una religión atípica", como tener dos patrulleros expectantes, en sus palabras, "para ver qué hacíamos" o un grupo de "evangelistas rezando '¡Apártate, Satanás!'". "Cuando hicimos la primera procesión, éramos 15 personas y fuimos creciendo, hasta que en la de 2020 éramos 14 mil personas. La nuestra es la segunda más convocante después de Bahía y fue declarada de interés turístico y cultural por el Partido de General Pueyrredón y la Provincia de Buenos Aires", recordó.

"Últimamente, no sufrimos discriminación en la celebración de Iemanjá", reconoció, en virtud de tanta trayectoria y de "la enorme popularidad de esta orisha en todo el mundo". Sin embargo, el grueso de las religiones de matriz africana sí la siguen soportando a nivel país, "con todo el daño que esto le hace a nuestras familias", lamentó.

Para Watenberg, que ganó "dos juicios civiles y dos penales" contra medios de comunicación, la clave para terminar con el estigma es "cambiar la Ley de Culto". El reclamo se basa en que a las religiones no católicas se les exige una veintena de requisitos de difícil cumplimiento para inscribirse en el Registro de Cultos –como tener título de propiedad o contrato de locación a su nombre– y no pone a todas las religiones en pie de igualdad.

El religioso recordó que la ley 21745 dictada por Videla en 1978 tuvo por objetivo "saber quién era quién" en tiempos de feroz represión y control social, y no es acorde a los tiempos que corren. "Nuestro culto es tan hermoso como todos, y si alguno comete un error, como el padre Grassi (entre los católicos) debe actuar la justicia, pero no se puede comprometer por ello a la sagrada religión", dijo.

 

Yorubas y orishas

Los yorubas son un pueblo que comparte una lengua en común, creencias y tradiciones espirituales. Las deidades yorubas se llaman orishas, y cada orisha tiene su leyenda y una función en el universo: son las divinidades del amor, del fuego, de la pesca, de la justicia, de la música, de la guerra, de la sabiduría, de la fertilidad.

"Nuestra creencia afirma la existencia de un solo Dios llamado Olodumare, único y creador de todo lo existente. Creemos en los orishas representados en cada espacio de la naturaleza como la más pura manifestación de Dios en su divina creación, creemos que el hombre se desenvuelve en un campo de energías espirituales emanadas de él", describe Oluwo Leonardo G. Allegue Ifawoyemi Akinwande, presidente y líder religioso de A.S.R.A.U.

Producto del tráfico de esclavos, la cultura y religión yoruba que se expandió fuera de África por el continente americano fue adoptando diferentes formas sincréticas. Cada culto a los orishas fue tomando las particularidades del lugar donde se asentaron los y las africanas.

Iemanjá, la orisha femenina más importante de toda la religión, es venerada y nombrada de diferente manera en cada sitio. Yemanyá, Iemanja, Donha Janaína, Lemanjá, también encarna la figura de la virgen de los navegantes, la protectora del hogar, la diosa de la fertilidad o la madre de los peces.

"Para hablar de la religiosidad afroumbandista, sería inexcusable no hacer una breve reseña de la amnesia histórica sobre la llegada de la población africana esclavizada desde fines del siglo XVI, y desaparecida u olvidada empíricamente para finales del siglo XX", explica Leonardo. "Partiendo de esta base", continúa, "donde el común de la sociedad desconoce la presencia del africano en nuestro país, aún más complejo ha sido el proceso de visibilización de la afro-religiosidad".

Fuente: Télam ( Alicia Alvado) - cultura.gob.ar

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