"Invitame un cafecito", un pequeño gesto que ayuda a financiar proyectos

La historia de Cafecito, la plataforma que convirtió al "crowdfunding" en algo más accesible. Su creador habló con Unidiversidad sobre el presente y futuro de la página que crece a pasos agigantados.

"Invitame un cafecito", un pequeño gesto que ayuda a financiar proyectos

Ilustración: Cafecito.app

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Mariano Rivas

Publicado el 13 DE ABRIL DE 2021

¿Cuánto tiempo pasamos escuchando podcasts, viendo videos de YouTube, scrolleando TikTok o leyendo hilos de Twitter? No importa el formato ni si es humor, cine, política, recetas o el género del que se trate: mucho del contenido de calidad subido a la red está hecho por personas que tienen otros trabajos y que eligen dedicar su tiempo restante a actividades que no suelen ser redituables económicamente. Con las redes sociales, pudieron encontrar la manera de difundir sus conocimientos y talentos. Gracias a las plataformas de crowdfunding, están empezando a financiarse de forma autónoma y a mejorar sus proyectos.

Hasta 2020, no existía en Argentina una plataforma dedicada íntegramente al financiamiento a creadores de contenido y a ONG que permitiese realizar pagos en pesos. Algunas muy populares, como Kickstarter y Patreon, trabajan exclusivamente en dólares. Cafecito fue creada por el programador Damián Catanzaro con el fin de llenar ese vacío, según contó a Unidiversidad.

 

Financiar un proyecto nunca fue más fácil

La plataforma permite a cualquier persona crearse un perfil vía Google o Twitter, enlazarlo con una cuenta de Mercado Pago y empezar a recibir donaciones. Lo que distingue a Cafecito es que abstrae la donación de dinero y la hace más amena. A través de la donación de una cifra que ronda los $ 50, se invita un café simbólico. Del total de transacciones, la web se queda con el 5 % de comisión.

Damián narró los inicios de la página, inspirada en experiencias extranjeras: “Cafecito nació de una búsqueda mía de querer financiar mis propios proyectos. Buscando, me encontré con varios sistemas del exterior que se manejaban en dólares, con el mismo concepto de ‘Invitame un cafecito’, y lo quise replicar acá”. El cafecito sirve también como símbolo de algo abstracto que se busca: la unión entre creadores de contenido, ONG y proyectos con la gente que sigue su obra y quiere aportar a lo que hacen como forma de agradecimiento y de colaborar, aunque sea un poco, para que lo puedan seguir haciendo.

Así se ve un perfil de Cafecito. La web permite a aportantes dejar sus nombres y un mensaje. Además, creadores de contenido pueden establecer objetivos a cumplir en caso de que se llegue a una determinada cifra recaudada

Quien se crea la cuenta en Cafecito establece lo que vale un café. Lo común es que esté entre los $ 50 y $ 100. Además, la web permite invitar más de uno.

El "crowdfunding" o micromecenazgo es una modalidad colaborativa de financiación. Consiste en que múltiples personas hagan pequeños aportes económicos a un proyecto (que puede ser de cualquier tipo) para que este pueda sustentarse. Esto tiene la ventaja de que no se requieren grandes inversores ni auspiciantes, por lo que se hace más fácil iniciar y mantener un emprendimiento.

Cafecito se estrenó el 29 de mayo de 2020 y fue un respiro para muchas y muchos influencers de Argentina y toda Latinoamérica. Una gran parte ya tenía miles de seguidores, pero, fuera de las plataformas extranjeras, nunca habían contado con una herramienta tan sencilla para recibir algún pago por lo que hacían. “Toda la plataforma de Cafecito la hice yo, hasta el primer diseño. Después contraté a una diseñadora para que hiciera el diseño que se ve actualmente. Por el momento, el proyecto lo sigo trabajando solo”, contó Damián.

Damián Catanzaro, la persona detrás de Cafecito. Foto: Twitter de Damián Catanzaro

 

La veta solidaria

Damián vive en Buenos Aires y hace 10 años que trabaja en el sector. Con solo 25 años, dice que ya realizó su principal anhelo. “El sueño que tenía era este, poder crear una plataforma y vivir de ella”, afirmó.

Cafecito también puede servir para colaborar con causas solidarias. De esta manera, las ONG pueden utilizar la herramienta para recaudar fondos y la página cede su porcentaje. “En cuanto crean la cuenta, me tienen que mandar a mí o a la página de Cafecito su propuesta y les sacamos la comisión que se lleva Cafecito”, corroboró el programador.

 

Un ascenso vertiginoso y lo que se viene

Al momento en el que esta nota es publicada, el sitio de crowdfunding ya está en el puesto 1362 dentro de millones de páginas de Argentina, de acuerdo a Alexa, una página que rankea a todas las páginas de internet de acuerdo al tráfico que reciben, influencia y enlaces. “Es un número que todavía no puedo creer”, aseguró Damián, cuyo proyecto aún no cumple 11 meses.

Cafecito es retocada constantemente por Damián de acuerdo al ida y vuelta que tiene con los usuarios de la página. “Ahora mismo estoy centrado en convertir a Cafecito en una red social donde puedas seguir gente, tengas un muro y los creadores puedan tener una interacción mucho mejor con la gente que los apoya”, anticipó.

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