La brecha salarial persiste en 2020: los varones ganan un 22,9% más que las mujeres

Son datos relevados por la organización Economía Femini(s)ta sobre la base de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec. El mercado laboral, los ingresos percibidos, la cantidad de horas de trabajo semanal y la distribución de las tareas domésticas visibilizar la desigualdad.

La brecha salarial persiste en 2020: los varones ganan un 22,9% más que las mujeres

Imagen: www.nuevatribuna.es

Identidad y Género

Brecha salarial

Unidiversidad

Julia López

Publicado el 31 DE AGOSTO DE 2020

EcoFemiData, el área de datos de la organización Economía Femini(s)ta, elaboró el informe “La desigualdad de género se puede medir”, donde se presenta un análisis detallado de las diferencias económicas entre varones y mujeres. Los números surgen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec del primer trimestre de 2020 y revelan inequidades en salarios, ocupaciones y división sexual del trabajo. 

El primer dato que se pone de relieve es la brecha salarial, que deja a las mujeres 22,9 puntos porcentuales por debajo de los varones. El hecho de que las mujeres dediquen más tiempo al trabajo doméstico explica en parte que los ingresos sean inferiores, ya que los varones disponen del total de sus horas laborales para el trabajo remunerado. Según el informe, del total de personas que realizan tareas domésticas, el 73 % son mujeres y el 27 % son varones. Pero eso no aclara todo. 

La brecha salarial entre hombres y mujeres en Mendoza es de casi el 27%

Según el informe elaborado por el departamento de Estudios Estadísticos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), en el país las mujeres ganan un 20,4 % menos que los varones.

La brecha salarial es el 4,8 % menor que el trimestre anterior y el 4,1 % en términos interanuales. Desde EcoFemiData, explican que esto se debe más al aumento de ingresos no laborales (jubilaciones, subsidios, etc.) que al empleo: “En el mercado de trabajo, las mujeres ganan en promedio el 25 % menos que los varones”.

“La disminución de esta brecha se explica por distintos factores; entre ellos, una suba más sostenida en la masa de ingresos no laborales que la de ingresos laborales durante el último año, una disminución de la brecha en los ingresos provenientes de jubilaciones, el hecho de que el trimestre captó los ingresos provenientes por bonos de fin de año a quienes perciben AUH y la tarjeta alimentaria, cuyas perceptoras son en su amplia mayoría mujeres”, detallan las autoras del informe.

La comparación entre los indicadores no muestra grandes cambios respecto del último trimestre de 2019. La desocupación femenina no solo es mayor que la masculina, sino que en Mendoza es más alta que la nacional (el 11,8 % y el 11,2 % respectivamente). Además, la falta de empleo entre las mujeres también creció respecto del año pasado, cuando marcaba el 10,8 % a nivel local y el 9,5 %.

En Mendoza, la tasa de desocupación femenina supera la nacional

Según la difusión trimestral del Indec titulada "Mercado de trabajo. Tasas e indicadores socioeconómicos", la falta de trabajo afecta más a las mujeres, tanto a nivel local como a nivel nacional. Además, el incremento del desempleo es notorio para las poblaciones más jóvenes.

Además, tanto la tasa de actividad como la tasa de empleo ponen a los varones 20 puntos porcentuales por sobre las mujeres. La primera es la relación entre quienes participan en el mercado de trabajo –personas ocupadas y desocupadas–y la población total. La segunda, la relación entre personas ocupadas y la población total. La feminización de la pobreza tiene más de un indicador.

El trabajo no registrado es otra variable que afecta mayormente a la población femenina. Según explica el informe, “en concreto, el 37,5 % de las asalariadas por su trabajo realizado no posee descuentos jubilatorios, mientras que para los asalariados varones dicha tasa es del 34,3 %”.

Analizar la EPH-Indec con perspectiva de género también permite evidenciar el techo y las paredes de cristal, es decir, los trabajos vedados a las mujeres. Verticalmente, el 8,5 % de los ocupados varones tienen cargos de dirección o jefatura; ese número en mujeres desciende al 4,6 %. Horizontalmente, en las ramas de ocupación, se evidencia una fuerte feminización en Servicio Doméstico, Enseñanza y Servicios Sociales y de Salud, tareas ligadas a los roles tradicionales de cuidados y reproducción. 

“Sectores como construcción, transporte y comunicaciones, las actividades primarias e incluso la industria manufacturera se encuentran masculinizadas”, destaca el informe de EcoFemi Data. “La feminización del trabajo doméstico y de cuidados presenta como contracara que las mujeres dedican menos horas al mercado de trabajo: la brecha de horas trabajadas es de, en promedio, el 21,8 % en el caso de ocupados y ocupadas, y asciende al 25,5 % en el caso de las personas asalariadas”. 

La distribución del ingreso, por último, también marca la desigualdad: “En el primer decil de ingresos (el 10 % de menores ingresos), el 69 % son mujeres de forma sostenida”. Se observa un emparejamiento en deciles intermedios y vuelve la diferencia en favor de los varones a partir del séptimo decil. Del 10 % de las personas con más ingresos, el 62 % son varones. 

Como puede verse a lo largo de todo el informe, los indicadores de la encuesta son binarios (varones/mujeres). Desde Economía Femini(s)ta se hacen eco de las demandas de visibilización de la población travesti trans e incluyen, en su informe, la necesidad de “la incorporación definitiva de una pregunta que nos permita tener información sobre la identidad de género de las personas en el próximo censo nacional, además de la referida al sexo asignado al nacer”.

Para ver el informe completo, podés acceder haciendo clic acá.

brecha salarial, desigualdad de género, trabajo, feminización de la pobreza,