“La china” y “el gringo” cierran campaña ante unos electores hartos de políticos

Unos 23 millones de electores están llamados a las urnas el próximo domingo 5 en Perú para la segunda vuelta de las presidenciales en un país donde el voto es obligatorio. Keiko Fujimori, favorita en las encuestas, aspira a llegar a la presidencia, 16 años después del fin del gobierno de su padre, Alberto Fujimori, en arresto domiciliario por corrupción y crímenes de lesa humanidad.

"La china" y "el gringo" cierran campaña ante unos electores hartos de políticos

El 5 de junio será la segunda vuelta presidencial entre los candidatos Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski. Foto publicada en Agencia Andina.

Internacionales

Unidiversidad

Unidiversidad / Fuente: Radio Francia Internacional

Publicado el 03 DE JUNIO DE 2016

“Yo voté por Ollanta Humala creyendo que siendo un militar iba a terminar con la corrupción, como había prometido, pero la corrupción siguió”, asegura Octavio Mineano, un ciudadano peruano entrevistado por Radio Francia Internacional (RFI). Su opinión refleja el hastío de gran parte de sus compatriotas, que no saben por quién votar ahora y que están hartos del panorama político en el país. Según las encuestas, los indecisos tienen la llave de estas elecciones, ya que representan el 20 %.

Cuando se le pregunta a Arturo Loaiza, otro ciudadano de ese país, por quién va a votar, señala: “Es complicado. Me da asco el tener que votar por el mal menor. Ninguno de ellos es de mi agrado”, dice indignado ante los micrófonos. Esta segunda vuelta se jugará entre Keiko Fujimori, que a sus 41 años quiere convertirse en la primera presidenta mujer de la historia de Perú, y el exbanquero Pedro Pablo Kuczynski, de 77 años, ambos situados a la derecha del espectro político peruano.

La hija de Alberto Fujimori, apodada “la china” por sus orígenes japoneses, cerró su campaña en Villa El Salvador, un barrio obrero del cinturón industrial de Lima. Los sondeos la dan ganadora con el 51,6 % de los votos.

Si bien su padre purga una condena de 25 años por corrupción y crímenes de lesa humanidad, Keiko Fujimori, quien ha prometido mano dura para combatir la inseguridad, tiene el apoyo incondicional de una gran parte de la población. Su partido, Fuerza Popular (FP), consiguió la mayoría absoluta en el Congreso en los comicios del último 10 de abril.

Algunos incluso miran con nostalgia al pasado, como Edwin Olivares, otro de los ciudadanos peruanos consultados por RFI. “Faltaba paz porque había mucho terrorismo, en los colegios estatales nos daban ideología comunista y cuando entra Fujimori cambia radicalmente todo eso. A mi pueblo no llegaba el vehículo, se tardaba cinco horas y cuando llegó él, construyó la carretera”, recordó.

Para otros, el voto a Fujimori representa una bofetada a la memoria histórica. “Siento indignación cuando pienso que un Fujimori puede llegar a la presidencia porque es como si nadie se acordara de toda la época que vivimos con Fujimori”, se lamenta Gloria Purisaca, otra de las entrevistadas por el medio francés.
 

El contrincante

Pedro Pablo Kuczynski, de Peruanos por el Kambio (PPK), apodado “el gringo” porque durante 30 años trabajó en bancos en Estados Unidos, se presentó como el garante de la transparencia y de la democracia durante la campaña. “No vamos a permitir que el Perú se transforme en un país gobernado por el narcotráfico. Queremos un país seguro y limpio”, prometió.

A estas alturas, es difícil predecir quién va a ganar las elecciones, con una tasa de indecisos tan alta. Parece que sólo los chamanes desafían a las encuestadoras que dan a Keiko Fujimori vencedora. En una ceremonia en Lima, los chamanes aseguran que la tierra protegerá el domingo a Pedro Pablo Kuczynski.