La esclerosis múltiple afecta principalmente a mujeres de entre 20 y 40 años

En el día mundial de esta enfermedad, Unidiversidad dialogó con Sebastián Rauek, neurólogo del Hospital Universitario. Los diagnósticos aumentan en todo el mundo a causa de la visibilización de esta patología y del alerta de los profesionales.

La esclerosis múltiple afecta principalmente a mujeres de entre 20 y 40 años

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Unidiversidad / Fuente: Prensa Hospital Universitario

Publicado el 30 DE MAYO DE 2019

La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica crónica y de origen autoinmune que, en la mayoría de los casos, presenta una primera etapa inflamatoria y posteriormente degenerativa. Puede afectar a todo el sistema nervioso central: cerebro, médula espinal y nervios ópticos. Cada 30 de mayo es el día establecido para concientizar mundialmente sobre esta patología, que afecta principalmente a mujeres de entre 20 y 40 años.

El neurólogo Sebastián Rauek explicó a Unidiversidad: "Han crecido las consultas y los casos diagnosticados en todo el mundo a raíz de la visibilización de esta enfermedad y por un factor ambiental que desconocemos, pero que desencadena la esclerosis múltiple".

Específicamente el daño lo generan las defensas propias del cuerpo, que atacan la sustancia que recubre fibras nerviosas denominada mielina, cuya función es actuar como aislante eléctrico y favorecer la conducción nerviosa. Esta alteración a nivel de la mielina produce una interrupción o limitación de la conducción de los impulsos o señales nerviosas desde y hacia el cerebro.

Constituye la principal causa de discapacidad neurológica no traumática entre adultos jóvenes. Se estima que en Argentina existen 30 casos por cada 100 000 habitantes. Afecta principalmente a mujeres entre los 20 y 40 años de edad, como todas las enfermedades autoinmunes. La relación de pacientes es de 3 mujeres por cada varón. "Si bien no está claro, se estima que es por una cuestión hormonal", informó el profesional que trabaja en el Hospital Universitario.

Aunque no modifica esencialmente la expectativa de vida de las personas que la padecen, constituye una de las afecciones neurológicas más discapacitantes en el adulto joven, lo que implica un serio impacto en el ámbito familiar, social y económico-laboral.

"Se desconocen las causas exactas de la enfermedad, pero aparentemente tiene una predisposición genética –no significa que sea hereditaria– y un factor ambiental que la desencadena", explicó Rauek.

Puede tener diferentes evoluciones, pero con más frecuencia se presenta como brotes o recaídas. Durante estos, pueden manifestarse diversos síntomas neurológicos de forma aguda, entre ellos: trastornos sensitivos, como “hormigueos” o falta de sensibilidad; trastornos motores con dificultad para movilizar una o más extremidades; “torpeza” por falta de coordinación en los movimientos; inestabilidad o vértigo; trastornos del habla con dificultad en la pronunciación; trastornos visuales como la pérdida de la visión de un ojo en forma súbita o visión doble, y fatiga, entre otros.

Para arribar a su diagnóstico se requiere la presencia de dos criterios. Por un lado, lo que se denomina diseminación en tiempo. Es decir que hay que demostrar que se trata de una enfermedad evolutiva. Por el otro, diseminación en espacio, lo que implica suficiente carga lesional para hacer el diagnóstico. El examen clínico es clave para el diagnóstico. A la vez, existen múltiples diagnósticos diferenciales que hay descartar. Para esto se requieren estudios complementarios como estudios de sangre, resonancia nuclear magnética, potenciales evocados y/o punción lumbar.

Si bien hasta el momento no se cuenta con un tratamiento curativo, se están realizando extraordinarios avances científicos con el objetivo de reducir la posibilidad de presentar recaídas, de mejorar la evolución de la enfermedad y, con esto, la calidad de vida de los pacientes. Actualmente existe un extenso abanico de posibilidades terapéuticas, tanto desde el punto de vista farmacológico como desde la rehabilitación y la neuroestimulación. Para ello se requiere un equipo terapéutico especializado que trabaje en forma transdiciplinaria para mejorar la evolución clínica y la calidad de vida de nuestros pacientes.

"Las enfermedades autoinmunes se relacionan con el estado psicológico del paciente, que deben tener apoyo. Como se da en pacientes jóvenes, es muy difícil que el paciente acepte la enfermedad. Es muy importante el acompañamiento psicológico tanto del paciente como de sus familiares", declaró Rauek.

Ante síntomas o sospechas relacionadas con esta enfermedad, las personas se pueden acercar al Hospital Universitario para acceder a una consulta con el servicio de Neurología. Este cuenta con un equipo interdisciplinario. Se puede solicitar turno de lunes a viernes de 8 a 20, llamando al 08109991029.

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