La primera osteoteca del interior del país está lista para colaborar con la ciencia y la Justicia

Un grupo de investigadores, docentes y estudiantes de la UNCUYO llevan adelante la recolección de huesos más grande fuera de Buenos Aires. El propósito es estudiar y documentar con el fin de aportar peritaciones de mayor calidad.

La primera osteoteca del interior del país está lista para colaborar con la ciencia y la Justicia

Foto: gentileza cátedra de Bioarqueología - FFyL - UNCUYO

Ciencia y tecnología

Unidiversidad

Unidiversidad / Emilio Murgo

Publicado el 18 DE SEPTIEMBRE DE 2020

La UNCUYO puede jactarse de grandes méritos en sus 81 años de historia reciente y uno de ellos refiere a la creación de la primera osteoteca(depósito de huesos) del interior del país. Un grupo de trabajo, comandados por Daniela Mansegosa y Sebastián Giannotti, ambos docentes de la carrera de arqueología de la Facultad de Filosofía y Letras, busca estudiar y colaborar con la ciencia y la justicia en la investigación de la antropología forense.

 

Osteoteca: la biblioteca de huesos de la UNCUYO

Un grupo interdisciplinario de antropólogos, investigadores y estudiantes de la UNCUYO lleva recolectados rastros de 25 individuos para analizar sus muestras óseas. De esta manera, se puede determinar su edad, fecha de muerte, complexión, sexo e identidad para de realizar una investigación exhaustiva y conformar una colección de referencia.

“Es poco usual que las osteotecas del país (cuatro de las cuales están ubicadas en la provincia de Buenos Aires) logren, en una sola campaña arqueológica de dos semanas, lograr muestras de 25 individuos. Afortunadamente, nosotros, siendo la primera osteoteca del interior del país, hemos podido abarcar esta muestra, por lo que vemos una proyección a futuro muy sólida y buena desde el punto de vista de la articulación con el Instituto de Arqueología. Básicamente, podríamos definirla como la primera osteoteca del interior del país”, destacó a Unidiversidad Sebastián Giannotti, investigador del Conicet y docente de la Licenciatura en Arqueología de la UNCUYO.

“Hemos podido avanzar en otras dimensiones con base en la osteoteca que fueron bastante positivas y tienen que ver con la vinculación de investigadores y universidades para realizar exploraciones con los esqueletos recuperados del año pasado. Para ello, contamos con la dirección del Dr. Adolfo Cueto (director del proyecto) y la financiación de la Secretaría de Investigación y Posgrado de la universidad”, agregó Daniela Mansegosa, investigadora del Conicet y docente de la Licenciatura en Arqueología.

Sebastián Giannotti y Daniela Mansegosa, (docentes de la cátedra de Bioarqueología); Camila Fernández Aisa y Julián Marchiori (estudiantes de arqueología)

 

Recolectar durante la pandemia

La pandemia producida por la COVID-19 trastocó los planes de este grupo de investigación, pero pudieron seguir con su desempeño a la hora de expandir el registro de muestras óseas. “Nosotros seguimos trabajando durante este año con un grupo más pequeño, en parte por la problemática sanitaria, aunque en algunas causas que implican una mayor cantidad de recursos humanos, convocamos a los estudiantes con experiencia y que han trabajado con nosotros en la recolección de muestras en el cementerio de Capital. De esta manera, abarcamos mucho más terreno en aquellos casos de búsqueda muy importantes, como es el caso de Johana Chacón”, explicó Mansegosa.

“Las investigaciones que hemos hecho en el cuerpo médico forense las hemos podido desarrollar medianamente bien. Hemos tenido, lógicamente, las restricciones producto de la pandemia, pero, afortunadamente, nosotros estamos acostumbrados a utilizar el barbijo, los guantes, por lo que esta situación no ha sido una imposibilidad para seguir trabajando”, detalló Julián Marchiori, estudiante de la licenciatura en Arqueología.

Mansegosa añadió: “La arqueología es una disciplina muy completa que nos da unos parámetros para leer el escenario y se complementa con los trabajos realizados por la Policía Científica y las fiscalías. Esto ha resultado muy útil, ya que, en los casos en los que hemos trabajado mancomunadamente, esa visión arqueológica ha dado muy buenos resultados”.

Cuando los huesos delatan: excavar para conectar Ciencia y Justicia

Sociedad Unidiversidad por Unidiversidad / Emilio Murgo / Publicado el 16 DE SEPTIEMBRE 2019 Los huesos hablan, nos cuentan historias, nos permiten resolver crímenes o determinar enfermedades que existían desde hace muchos años. Esto es precisamente lo que un grupo interdisciplinario de investigadores y antropólogos de la UNCUYO intenta ejecutar en el cementerio de la Capital.

 

El desafío de aprender durante la virtualidad

En lo que respecta a la cátedra impartida por Mansegosa y Giannotti, se les plantea el desafío de pensar una cátedra totalmente práctica bajo las nuevas condiciones impartidas por la virtualidad. “La materia que vamos a dictar es Bioarqueología y recién se va a empezar a dictar por primera vez el año que viene. Todo se está programando, debido a la pandemia, en formato virtual, y si bien la cátedra tiene formato de laboratorio-taller, se nos plantea el desafío de resolver esta problemática, de definir la práctica y la teoría mediante la virtualidad”, manifestó Mansegosa.

“Para ello, vamos a implementar la parte práctica con materiales, luego vamos a desarrollar un taller complementario optativo para que puedan acceder a las colecciones y muestras de huesos en forma directa. En este sentido, se nos plantea un desafío muy importante, ya que nuestra cátedra requiere de la presencialidad para adquirir los conocimientos más importantes”, prosiguió.

“En lo que refiere a la cátedra de arqueología, estamos tratando de resolver la posibilidad de contar con más espacio para la osteoteca. De esta manera, podríamos lograr, una vez terminada la pandemia, que más estudiantes puedan acercarse a ella y, además, tener la posibilidad de aumentar nuestra muestra de restos óseos”, puntualizó Giannotti.

Registro de personas desaparecidas en democracia

El grupo de investigación formado por los docentes Daniela Mansegosa y Sebastián Giannotti, en conjunto con los estudiantes Camila Fernández Aisa y Julián Marchiori, tienen como propósito realizar un relevamiento sobre las personas desaparecidas en la última dictadura cívico-militar. Para ello, trabajan en conjunto con el Cuerpo Médico Forense de la provincia a fin de cotejar. “Estamos realizando un trabajo muy importante con el Cuerpo Médico Forense en el que la idea es dar un relevamiento sobre las personas desaparecidas en democracia en nuestra provincia”, afirmó Camila Fernández Aisa, estudiante de la licenciatura en la carrera de Arqueología.

“La idea de este búsqueda es llevar un seguimiento en forma paralela de las personas que están denunciadas como desaparecidas o que aparecen en las redes sociales como personas buscadas, para, de esta manera, tenerlas como un registro de control para los NN que tenemos en las morgues judiciales y así facilitar a la justicia esta información”, continuó.

“Además, la idea principal es, a futuro, realizar un observatorio que pueda detallar y dar un registro fehaciente de la cantidad de personas desaparecidas en democracia, ya que, hasta el momento, esto se ha hecho muy difícil de investigar”, completó Mansegosa.

Finalmente, Sebastián Giannotti recalcó la importante tarea realizada con el Cuerpo Médico Forense de la provincia. “Nuestro trabajo en el Cuerpo Médico Forense va por dos líneas: la primera tiene que ver con la resolución de los casos que se van presentando, es decir, los llamados al 911 informando la presencia de restos óseos o la convocatoria de algún fiscal en la hipótesis de un hallazgo de una fosa clandestina; y por otro lado, la vinculación al trabajo en sí que estamos realizando con la base de datos de NN en lo que respecta la primera circunscripción del Gran Mendoza y que podríamos decir que ya estamos casi finalizando".

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