Incertidumbre ante un terremoto político inaudito

Los presidentes de las principales instituciones comunitarias se han reunido en Bruselas para afrontar el nuevo escenario que abre la salida del Reino Unido.

Incertidumbre ante un terremoto político inaudito

Jean-Claude Juncker, jefe de la Comisión Europea. Foto publicada por anongalactic.com.

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Brexit

Unidiversidad

Claudi Pérez, corresponsal en Bruselas de El País

Publicado el 24 DE JUNIO DE 2016

Europa enfrenta severas convulsiones financieras, económicas, políticas e incluso legales tras el voto por el Brexit en el Reino Unido. El Banco Central Europeo (BCE) ha respondido esta mañana a la sacudida en los mercados, con fuertes caídas en Bolsa, preocupantes desarrollos en las primas de riesgo y un hundimiento de la libra. El jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha dado la respuesta política de las instituciones al desafío británico. ¿Es el principio del fin del proyecto europeo?, le preguntó la prensa británica. "No", respondió con inusual rotundidad, publica el diario español El País.

Juncker reclama a Berlín y París que actúen con celeridad para reducir la era de incertidumbre que abre el Brexit. Ya ha abierto la puerta de salida al Reino Unido: pide empezar a negociar "cuanto antes" un acuerdo que refleje el interés de ambas partes para que la isla se convierta "en tercer país". Reclamó "no prolongar innecesariamente la incertidumbre" y subrayó la unidad de Europa: "Nos entristece, pero hay que respetar la decisión de los británicos. La UE seguirá existiendo a 27", proclamó en Bruselas.
 

Nueva era

El Brexit abre una nueva era: es, por lejos, el mayor revés del proyecto desde su fundación hace seis décadas. Provocará (provoca ya) efectos secundarios en todo el continente, empezando por los mercados. En una época de graves crisis entrelazadas, el Brexit expone a Europa a enormes desafíos a corto y medio plazo: incluso agranda las dudas sobre la supervivencia del proyecto sin uno de sus socios más destacados y ante el riesgo de contagio hacia otros países de los referendos sobre la Unión.

El voto británico reaviva los espíritus antiintegración que anidan en los populismos europeos, al alza en varios países, de Polonia a Italia, de Dinamarca a Grecia, y en particular en Francia y Alemania. Todos los demonios que han emergido en la campaña británica (inmigración, anti-establishment y un largo etcétera) corren el riesgo de extenderse como la pólvora por toda Europa.

La sacudida en los mercados ya ha empezado. Y en la política, también. Sesenta años después, la Unión Europea se enfrenta a la primera deserción de su historia, y varios dirigentes euroescépticos reclaman referendos parecidos al que acaba de celebrar Reino Unido: Holanda, Francia, incluso Italia se acercan a esa posibilidad.

Bruselas despertó entre el susto y el miedo por el voto en el Reino Unido y el efecto contagio que pueda generarse en el resto del continente: “Estoy profundamente decepcionado”, dijo el presidente de la Eurocámara, el socialdemócrata alemán Martin Schulz, al filo de las 8 de la mañana de este viernes 24. “Es un día triste, muy triste para los británicos y para los europeos; no es lo que esperábamos y ahora hay que actuar con responsabilidad”, sentenció.

Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, expresó que la Unión "está decidida a mantener la unidad de los Veintisiete". Esas palabras muestran la magnitud del terremoto: hasta este jueves mismo eran los Veintiocho. "No habrá vacío legal después del Brexit", explicó Tusk. "Es un momento histórico, dramático y con consecuencias para todos, en especial para Reino Unido. Pero no podemos dar una respuesta histérica", cerró.

 

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