Las mujeres necesitan trabajar 464 días para ganar lo mismo que los varones en un año

La Asociación Civil Ecofeminita declaró el 9 de abril como Día del Pago Igualitario, para poner en foco la brecha salarial de género, que en Argentina se ubica alrededor del 27 %. La fecha es simbólica, pero la desigualdad es real. Las mujeres tienen que trabajar un año y tres meses para igualar los ingresos anuales de los varones.

Las mujeres necesitan trabajar 464 días para ganar lo mismo que los varones en un año

Incluso a igual trabajo o nivel educativo, las mujeres tienen menos ingresos que los varones. Foto: Freepik

Sociedad

Unidiversidad

Julia López

Publicado el 08 DE ABRIL DE 2024

La brecha salarial es la diferencia promedio entre los ingresos de varones y mujeres, signada por una marcada desigualdad de género. Algunas veces porque, a igual trabajo, las mujeres cobran menos; otras veces, porque la sociedad reserva para los varones los puestos mejor pagos, como los cargos jerárquicos. El resultado es que, a nivel nacional, la población masculina tiene ingresos el 27 % arriba, es decir, las mujeres necesitan trabajar hasta el 9 de abril para cobrar lo que los varones cobraron hasta el 31 de diciembre anterior. Por eso, la Asociación Civil Ecofeminita nombró al 9 de abril como Día del Pago Igualitario.

Dos metáforas explican muy gráficamente lo que sucede. Una es el techo de cristal, que se refiere a que los puestos altos están implícitamente reservados para los varones. En el plano horizontal, también hay paredes de cristal toda vez que los estereotipos expulsan a las mujeres de ciertas carreras mejor remuneradas, como son las ingenierías o las tecnologías. La otra metáfora es la del piso pegajoso y se refiere al hecho concreto de que las mujeres siguen siendo las principales responsables de las tareas domésticas y de cuidado, y eso hace que releguen a un segundo plano su desarrollo profesional.

Ecofemidata publicó que la brecha de ingresos totales entre varones y mujeres era del 26,4 % hasta el tercer trimestre de 2023. El número contempla todos los ingresos, sean o no de origen laboral, como jubilaciones, pensiones, cuotas alimentarias, subsidios, etc. Al ceñirse únicamente al mundo laboral, la diferencia es del 23,1 % y la brecha se amplía ante trabajos en peores condiciones. Por ejemplo, entre profesionales, la desigualdad de ingresos entre los géneros es del 20 %; entre técnicos, del 24,9 %; entre operativos, del 18,1 %, y entre personal no calificado, sube al 38,3 %.

El prejuicio de las diferencias en cuanto a la capacidad –o el estereotipo de las mujeres que no piensan bien– no tiene sustento en los datos: la población femenina es mayoría entre las personas ocupadas con mayor nivel educativo. Si bien la diferencia en los ingresos se mantiene de todas maneras, es más amplia en los niveles educativos más bajos: el 25,9 % para las de nivel universitario o superior, y el 47,1 % para quienes alcanzaron nivel primario, según cálculos de Ecofemidata. 

La organización Argentinos por la Educación profundiza el tema y afirma que, a igual carrera universitaria, las mujeres obtienen salarios inferiores a los varones. El informe, titulado “Brechas de género: desde la escuela al mercado laboral”, explica que son mayoría los varones que terminan en tiempo y forma la educación secundaria, pero –al analizar las trayectorias completas– igual son más mujeres las que alcanzan esa formación y también las que finalizan el nivel superior –13 de cada 15–.

Las mayores diferencias salariales a favor de los varones se dan en las disciplinas Paramédicas y Auxiliares de la Medicina, donde las mujeres ganan, en promedio, el 21 % menos que los varones, y en Economía y Administración, donde la diferencia es del 17,2 %, sostienen.

“Hace medio siglo, las brechas de género en el mercado laboral se explicaban fundamentalmente por menores niveles educativos de las mujeres y discriminación entre los empleadores. Hoy en día, la mayor parte de la diferencia se debe a cuestiones relativas a la maternidad”, asegura María Edo, profesora e investigadora del Departamento de Economía de la Universidad de San Andrés.

Es que, al elegir una carrera o una profesión, las mujeres buscan trabajos que les dejen tiempo para las tareas del hogar, el cuidado de personas a cargo, cocinar y limpiar. En los varones sucede al revés: como su rol social es el de proveedores, tener hijos e hijas aumenta su carga horaria laboral. Así lo afirma el informe "El costo de cuidar", que publicó en 2022 el Ministerio de Economía de la Nación sobre la “penalización por maternidad”: en el primer trimestre de ese año, un varón con hijos (el 43,0 %) trabajó 11 horas semanales más en su ocupación principal que una mujer con hijos (el 31,9 %).

Fuente: Ecofeminita / Argentinos por la educación

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