Libia: la coalición reanudó los bombardeos sobre la capital y Kaddafi ordenó un alto al fuego

El Ejército libio informó que ordenó a todas sus unidades un alto el fuego, luego que el sábado al caer la noche las fuerzas de la coalición reanudaron los ataques con bombardeos sobre el centro de la capital, Trípoli.

Libia: la coalición reanudó los bombardeos sobre la capital y Kaddafi ordenó un alto al fuego

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Publicado el 21 DE MARZO DE 2011

"Las Fuerzas Armadas libias han emitido una orden a todas las unidades militares para que respeten un alto el fuego inmediato desde las 21.00 horas de esta tarde" (17 de la Argentina), anunció un portavoz militar en rueda de prensa desde Trípoli.

El alto el fuego -segundo decretado por Kaddafi desde que se aprobó la resolución 1.973 del Consejo de Seguridad de la ONU (que autoriza la imposición de una zona de exclusión aérea)- fue adoptado teniendo en cuenta "las muertes de civiles" y "la destrucción de edificios civiles y militares", según la BBC.

En la capital, en tanto, producto del intenso fuego de aviación sobre el centro de la ciudad, podía verse una columna de humo que partía desde el complejo conocido como Bab al Aziziyah, donde se encuentra el palacio en el que vive el líder libio, según informó la cadena Al Arabiya.

Esta información contradice la proporcionada por el director del Personal Conjunto en el Pentágono, William Gortney, quien insistió en que su objetivo no es alcanzar militarmente al dictador, según señaló el Diario español "El País", en su edición digital.

Los bombardeos lanzados este sábado y domingo -en el marco de la operación "Odisea al amanecer"- ya habían dejado 64 muertos según aseguraron fuentes médicas. 

Este domingo, el máximo responsable militar estadounidense, almirante Mike Mullen, informó en Washington que la primera parte del operativo "ya estableció una zona de exclusión aérea" sobre Libia y logró detener la ofensiva de Kaddafi sobre la capital Benghazi, la capital rebelde.

Así lo declaró a la cadena de noticias norteamericana CNN, Mullen, quien precisó que los ataques lograron destruir la mayor parte de la defensa antiaérea libia.

Mullen, dijo desconocer informaciones sobre víctimas civiles por el operativo y explicó que sus fuerzas eligen "objetivos con mucho cuidado", según la agencia de noticias DPA.

En la misma línea, el ministro de Defensa británico, Liam Fox, calificó este domingo como "muy exitosa" la operación militar en Libia y tildó de "propaganda" las informaciones sobre decenas de civiles muertos durante los ataques a Trípoli.

"Es precisamente lo que pensaba que diría el régimen (de Kaddafi)" apuntó Fox, quien agregó que los ataques se llevaron a cabo con armas muy precisas, "construidas para minimizar víctimas civiles o daños colaterales".

Desde este sábado por la tarde, aviones franceses protagonizan el operativo militar en los alrededores de Benghazi, la segunda ciudad del país y bestión rebelde.

Estos ataques dejaron al menos 14 muertos sólo en la carretera que va de Benghazi a la estratégica y cercana ciudad de Ajdabiya; donde docenas de vehículos militares de las fuerzas leales a Kaddafi quedaron calcinados y despedazados, según la agencia de noticias Europa Press.

Luego de esta embestida en Benghazi, aviones y barcos estadounidenses y británicos lanzaron más de un centenar de proyectiles sobre objetivos en Trípoli, que Kaddafi intentó repeler con fuego antiaéreo.

El Pentágono informó este domingo que aviones F-18 Growlers de la Marina de ese país dieron apoyo electrónico para la guerra en Libia mientras los AV-8B Harriers llevaban a cabo ataques contra las fuerzas terrestres y las defensas aéreas".

La CNN, en tanto, informó que 19 aviones estadounidenses atacaron este domingo objetivos libios y la CBS precisó que se habían disparado hasta 40 bombas contra un aeropuerto, informó Europa Press.

Hasta el alto el fuego, los ataques aliados, parecían no haber mermado el ánimo de Kaddafi, que con tono desafiante ante las potencias advirtió que "no podrán" derrotarlo, en un mensaje emitido por radio a la nación, en el que agregó que el pueblo libio, que está con él, y se levantará contra la "alianza de cruzados terroristas".

"El pueblo libio va a tomar las armas, las bombas, los arsenales. Todo el pueblo libio toma las armas", había anunciado el coronel en su discurso de 12 minutos en el que enfatizó que su pueblo está preparado "para una larga guerra".

Para Kaddafi se trata de ataques absolutamente injustificados perpetrados por quienes el líder libio calificó de "los nuevos nazis".

Las tropas del coronel libio, por ahora, ocuparon el centro de Misurata, bajo control rebelde, según informó Abdelbasset Abou Merzouk, portavoz de los jóvenes de la revolución del 17 de febrero, a la cadena árabe Al Yazira.

Según Merzouk fuerzas kaddafistas lanzaron obuses de gran calibre para cubrir la incursión de los blindados y destruyeron depósitos de combustible y una central eléctrica en la ciudad a mitad de camino entre Trípoli y Sirte.

La operación militar lanzada este sábado no sólo resquebrajó la ofensiva lanzada por Kaddafi la semana pasada, sino que también generó inocultables fisuras en el tablero diplomático internacional, luego que el secretario general de la Liga Árabe, Amre Mussa, la criticara duramente desde El Cairo.

Mussa señaló que lo que la Liga reclamó fue "solamente el establecimiento de una zona de exclusión militar para proteger a los civiles".

El político egipcio se mostró alarmado ante las informaciones según los cuales los ataques de la coalición internacional en Libia se cobraron víctimas civiles y aseguró que reclamó información al respecto. "Espero recibirla pronto", apuntó.

Rusia también instó este domingo a las fuerzas militares que atacan objetivos en Libia a detener el uso "indiscriminado" de la fuerza que, según Moscú, dejó varias muertes entre civiles.

Los ataques por parte de la aviación sobrepasaron lo dispuesto por la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que aprobó imponer una zona de veda de vuelos y autorizó medidas necesarias para proteger a los civiles, señaló el vocero de la cancillería rusa, Alexander Lukashevich, en un comunicado.