Los obstáculos para aplicar pedagogías alternativas en la educación pública

La formación de los educadores, la rotación de los docentes y las prioridades que se imponen a la gestióncomplican la posibilidad de cambiar las formas de enseñanza.

Los obstáculos para aplicar pedagogías alternativas en la educación pública

La educación inicial actual tiene influencia de la pedagogía Montessori. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza

Sociedad

Unidiversidad

Laura Zulián

Publicado el 04 DE JULIO DE 2019

Si el Estado tomara la decisión, ¿podría aplicar en el sistema educativo pedagogías alternativas? Transformar todo un esquema de enseñanza no es tarea fácil. Desde cambios en planes de estudio para docentes hasta las prioridades que imponen los resultados de pruebas como las Aprender, hay una serie de obstáculos a la hora de aspirar a enseñar de otra manera.

Las pedagogías llamadas alternativas, como las Waldorf o las Montessori, encuentran en la provincia algunos espacios en la educación privada y ciertos aspectos particulares están presentes en las escuelas públicas. Específicamente, en Mendoza no hay ningún colegio que practique al 100 % el método de María Montessori, pero sí hay tres escuelas que usan la pedagogía Waldorf como medio de enseñanza.

Enseñar de otra manera, opciones pedagógicas poco aprovechadas

En la puerta hay un cartel que reza "Arriba brillan las estrellas, abajo brillamos nosotros" y, al atravesar la puerta, el aroma a palo santo envuelve el lugar. Hay que sacarse los zapatos, pero con nosotros hacen una excepción. Los juguetes son de madera o de lana.

María Julia Amadeo, directora de Planificación de la Calidad Educativa de la Dirección General de Escuelas (DGE), explicó a Unidiversidad que para poder aplicar de forma efectiva estas pedagogías son necesarias lógicas de formación docente diferentes y también hay que acompañar a la escuela de otra manera. 

“No es tanto el insumo económico que te demanda porque puede ser lo mismo organizado de otra manera, sino que son más difíciles de gestionar desde el punto de vista pedagógico y de la formación docente, y el problema es que las gestiones son finitas y que los recursos son finitos”, continúa la funcionaria.

Amadeo también explicó que en el Estado hay una alta rotación docente, lo que implica que si se quisiera capacitar a un docente en alguna de estas pedagogías, puede suceder que en unos meses ese educador ya no esté más en el grado en ese colegio. “Hay que enseñarles a docentes a enseñar de otra manera. En el sector privado, la rotación es menos notable porque son otras las formas de contratación”, agregó.

Otro de los obstáculos a la hora de poner en práctica otras pedagogías es que no están entre las prioridades inmediatas que debe afrontar el sistema educativo público. “A vos los resultados del Aprender te muestran que a los chicos les va pésimo en matemática y el esfuerzo lo tenés que poner ahí. Como Estado, tenés que priorizar dónde está la necesidad más grande”, afirma la funcionaria.

Aseguró que Mendoza tiene la capacidad de aplicar estas pedagogías, pero las urgencias de la gestión son otras. Comentó que la nueva propuesta de diseño curricular de primaria, si bien contempla los grados, los contenidos y los alcances, se trabaja por ciclo, como lo hacen algunas pedagogías alternativas.

“Vamos hacia otra concepción, porque cuando te centrás en el desarrollo de las capacidades, las capacidades demandan tiempo de desarrollo que no se alcanza ni en seis meses ni en un año, son miradas más amplias. Entonces estamos tratando de incorporar algunos de estos conceptos de estas pedagogías para que vayan pasando al sistema más masivo de enseñanza, para que se puedan ir trasplantando de a poco al sistema y con mucho trabajo”, agregó Amadeo.

Beatriz Della Savia, directora de Educación Privada, afirmó que las escuelas Waldorf habilitadas en Mendoza han tenido que adecuarse a los planes de estudio que la DGE, como Estado, planifica para toda la educación. “El diseño curricular está mediado por otras formas de enseñanza, están dentro del sistema educativo, es enseñanza oficial y debe garantizar el diseño curricular, por supuesto que está enriquecido por la pedagogía”, comentó.

 

¿Alternativas y elitistas?

Aldo Altamirano, doctor en Educación y profesor adjunto de la cátedra de Pedagogía de la Facultad de Educación, explicó que la pedagogía Montessori tuvo una fuerte impronta a principios del Siglo XX y que esa propuesta pedagógica impactó sobre todo en el nivel inicial. “Vas a cualquier jardín de infantes y su estructura es Montessori: las mesitas chiquitas de la altura del niño, los espacios de juego, de biblioteca, los hábitos que tienen de lavarse las manos, todo eso es aporte de María Montessori”, indica el especialista.

Desde su punto de vista, la pedagogía Montessori resulta elitista ya que las escuelas que en el mundo aplican exclusivamente esta forma de enseñar son costosas, al igual que la formación para los docentes. “Se dicen alternativas, pero la crítica que les podemos hacer es que se mantienen elitistas y que les conviene, porque al fin de cuentas, se termina convirtiendo en un negocio”, opina.

El docente señala que las pedagogías Waldorf tienen una perspectiva muy esencialista, que implica una cuestión religiosa implícita, y que la escuela que conocemos privilegia fundamentalmente la razón. “La academia no le abrió las puertas como a Montessori, que tiene una base más científica. Dicen que Waldorf es una educación integral, que no solo es la razón sino que son las emociones, pero además el espíritu, y en ese además tenés marcada esta cuestión más esencialista. La escuela que nosotros tenemos va a poner el foco ahí y va a preguntarse si eso es adoctrinamiento o qué es”, analiza.

Altar de inverno con elementos naturales en una escuela Walforf. Foto: Unidiversidad / Ariella Pientro

En cuanto a la formación de los docentes en estas u otras pedagogías que vayan de acuerdo a algunas demandas de la sociedad, como la educación emocional, Altamirano explicó que no es tarea sencilla cambiar los planes de estudio que forman a los educadores. 

“Los procesos sociales van tan acelerados que hacer cambios en la formación es complejo, porque lo que transformes en los planes de estudio los vas a ver de acá a diez años, y la sociedad es muy vertiginosa, en la formación no llegás a cumplir todas las expectativas”, comentó.

Altamirano dijo que ante las miradas que hoy pueden llegar a ser pesimistas sobre la escuela, no hay que perder de vista que sigue cumpliendo funciones muy importantes a nivel social. “La escuela sigue siendo una institución que queda de pie, conteniendo un montón de cuestiones de la sociedad”, concluyó.

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