Médicos sin Fronteras exige respuestas tras el ataque en Kunduz

El hospital de la ONG fue bombardeado el sábado por EE.UU. durante una ofensiva contra el Talibán. Murieron 22 personas.

Médicos sin Fronteras exige respuestas tras el ataque en Kunduz

Internacionales

Unidiversidad

Unidiversidad/ Ana Vargas

Publicado el 06 DE OCTUBRE DE 2015

El Gobierno de Estados Unidos admitió, este lunes 5 de octubre, que fue su ataque aéreo el que impactó en el hospital de la ONG Médicos sin fronteras (MSF) en Kunduz. Tras la ofensiva ocurrida en la madrugada del sábado 3 murieron 22 pacientes y trabajadores de la organización.

El Director General de Médicos sin Fronteras, Joan Tubau, afirma en la página web de la ONG que se ha cometido un crimen de guerra, por esto piden respuestas y exigen que un órgano internacional independiente lleve a cabo una investigación profunda y transparente del incidente. “Apoyarse solo en una investigación interna de una parte del conflicto es totalmente insuficiente. Ninguno de nuestros trabajadores informó de enfrentamientos dentro del hospital de MSF antes del ataque de los EE.UU. el sábado por la mañana. El hospital estaba lleno de personal de MSF, pacientes y sus cuidadores. Doce trabajadores de MSF y 10 pacientes, incluyendo tres niños, murieron en el ataque. El edificio principal del hospital, donde el personal médico cuidaba de los pacientes, fue golpeado repetidamente y de forma muy precisa durante los ataques aéreos, mientras que el resto del recinto ha quedado intacto. Condenamos este ataque, que constituye una grave violación del Derecho Humanitario Internacional”, expresa el Director General.

"Este ataque es aberrante y una grave violación del Derecho Internacional Humanitario", sostiene Meinie Nicolai, presidenta de MSF. "Exigimos la total transparencia de las fuerzas de la Coalición. No podemos aceptar que esta horrible pérdida de vidas simplemente se califique como daños colaterales".

El gobierno estadounidense ha cambiado su descripción del bombardeo de "daños colaterales", a un "trágico incidente" y, ahora, a intentar descargar la responsabilidad sobre el Gobierno de Afganistán, desde donde justifican el ataque al hospital. El portavoz del Ministerio del Interior afgano, Seddiq Seddiqi, ha atribuido el desafortunado incidente a que “entre 10 y 15 talibanes” se habían refugiado en el hospital; esta versión había sido respaldada por un vecino. Igualmente, los convenios internacionales prohíben atacar los centros sanitarios.

Estas declaraciones significan, para MSF, que las fuerzas afganas y de los EE.UU., que trabajan conjuntamente, decidieron arrasar un hospital totalmente funcional, con más de 180 trabajadores y pacientes en su interior, por una presunta presencia de talibanes. “El Ejército de Estados Unidos sigue siendo responsable de los objetivos que golpea a pesar de que forme parte de una Coalición. No puede haber justificación alguna para este terrible ataque. Con discrepancias como estas constantes entre Estados Unidos y Afganistán sobre lo sucedido, resulta cada vez más crítica la necesidad de una investigación independiente, transparente y completa”, finaliza Tubau.

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