Mubarak sigue obstinado en permanecer en el poder

Continúan el conflicto en Egipto. Intentos fallidos de acuerdo. Jóvenes que forman una coalición exigiendo la renuncia del primer mandatario, justicia por las 300 muertes y herido en este periodo de revolución, entre otras. Y la opinión de Barack Obama.

Mubarak sigue obstinado en permanecer en el poder

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Publicado el 07 DE FEBRERO DE 2011

La Plaza Tahrir (Libération) en el centro de El Cairo seguía ocupada este lunes por miles de manifestantes que pasaron la noche en el lugar para exigir la renuncia inmediata del presidente Hosni Mubarak, según fotógrafos de la AFP.  Algunos durmieron bajo carpas junto a los tanques del ejército que bloquean el acceso a la plaza, para impedir que éstos pudieran moverse.

Los manifestantes temen que la partida del ejército permita nuevos ataques letales de los partidarios de Mubarak, y que los tanques actúen para liberar la plaza de sus ocupantes. En tanto, la vida se organizaba en el lugar, que ya se ha convertido en un símbolo de la revuelta anti-Mubarak, con carpas bien instaladas y un sistema de abastecimientos para los militantes.

La ocupación proseguía aún cuando un diálogo político para tratar de encontrar una solución a la crisis provocada por las manifestaciones incesantes desde el 25 de enero. El poderoso movimiento de oposición de los Hermanos Musulmanes, hasta ahora condenado por el poder, inició el domingo un diálogo inédito con las autoridades, pero consideró insuficientes las reformas propuestas por el poder.

Mubarak prometió la semana pasada que no volvería a presentarse a un nuevo mandato en las elecciones de septiembre próximo, pero se negó a dejar el cargo de inmediato, alegando que el país podría sumirse en el "caos". El vicepresidente egipcio, Omar Suleimán, nombrado en ese cargo en los primeros días de la crisis, recibió el domingo a representantes de diversos grupos opositores, incluyendo al movimiento islamista de los Hermanos Musulmanes, aunque esos contactos no consiguieron desempantanar la situación. Tras el encuentro, los participantes acordaron llevar a cabo "una transición pacífica del poder basada en la Constitución", anunció el portavoz del gobierno Magdi Radi. Pero los Hermanos Musulmanes anunciaron que las reformas propuestas por el régimen eran insuficientes. Una persona que participó en el diálogo entre oposición y gobierno dijo a  la AFP que todas las reivindicaciones de la oposición no fueron aceptadas, principalmente la que pedía que los responsables de la violencia del miércoles y del jueves fuesen llevados ante los tribunales. "Todos los participantes en la reunión observaron un minuto de silencio en memoria de los mártires durante las manifestaciones", informó por su parte la agencia oficial Mena.

Ante este intento fallido por lograr un acuerdo pacífico, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, se ve cada vez más presionado por dejar el poder antes de septiembre, periodo en el cual caducaría su mandato; sin embargo, el mandatario continúan obstinado en su función. Por ende, los manifestantes bloquearon por la mañana el acceso a un edificio gubernamental aledaño a la plaza Tahrir, ocupada desde hace catorce días por miles de personas que reclaman que Mubarak se vaya ya. Adoptaron esa medida tras haber detenido a un individuo que se proponía incendiar el imponente edificio, denominado Mugama, con la intención de desacreditar al movimiento contestatario. 


Los grupos de jóvenes que lanzaron la sublevación,  formaron el domingo una coalición y aseguraron que no levantarán la ocupación de la plaza hasta conseguir ese objetivo. Dicha coalición fue creada el 24 de enero, en víspera de las primeras manifestaciones. La coalición agrupa a representantes del Movimiento del 6 de abril, del Grupo por la Justicia y la Libertad, de la Campaña Casa por Sasa, de la Campaña Popular de Apoyo a ElBaradei, de la juventud de los Hermanos Musulmanes y del Frente Democrático. También exige el levantamiento inmediato del estado de emergencia, la disolución del Parlamento, la formación de un gobierno de unión nacional para garantizar una transición pacífica del poder político y organizar una reforma constitucional. Además, los representantes de estos jóvenes exigen que se forme una comisión de investigación sobre "el estado de caos de la semana pasada, y sobre los miles de muertos y heridos".

Cerca de 300 personas murieron desde el inicio de la rebelión egipcia, según cifras de la ONU. En el diálogo participan, además de representantes de los Hermanos Musulmanes, el partido Wafd (liberal) y el Tagamu (izquierda), miembros de un comité de los grupos pro democracia que lanzaron el movimiento de protesta que exige la salida de Mubarak, así como figuras políticas independientes y empresarios. Con su participación, los Hermanos Musulmanes toman distancias con Irán, que exhortó al establecimiento de un régimen islámico en Egipto.

Quien no fue invitado al diálogo fue Mohamed ElBaradei, Premio Nobel de la Paz y figura de la oposición.  La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, expresó su apoyo a la participación de los Hermanos Musulmanes en las conversaciones políticas. "Hoy (domingo) hemos sabido que los Hermanos Musulmanes decidieron participar (en las conversaciones), lo que indica que al menos están implicados en el diálogo que nosotros hemos estimulado", dijo Clinton a la estadounidense National Public Radio (NPR), desde Alemania.

El presidente estadounidense, Barack Obama, destacó el domingo que Egipto estaba viviendo una mutación política y abogó por la instauración de un "gobierno representativo" en el país árabe, aunque se abstuvo de pedir la partida inmediata de Mubarak, un aliado de larga data de Washington. "Sólo él sabe lo que va a hacer (...). No va a buscar la reelección. Su período termina este año", dijo Obama al ser interrogado por la televisión Fox acerca de las intenciones del mandatario del país árabe.

Fuente: NA