Murió el último macho de rinoceronte blanco del norte

Por su longevidad –tenía 45 años, el equivalente a 90 años humanos– y por su pésimo estado de salud, sus cuidadores en una reserva de Kenia decidieron eutanasiarlo. El año pasado le habían abierto una cuenta en Tinder para conseguir fondos para desarrollar técnicas de fecundación in vitro.

Murió el último macho de rinoceronte blanco del norte

Sudán y uno de sus cuidadores en la reserva keniata de Ol Pejeta. Foto: @OlPejeta.

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Unidiversidad

Unidiversidad / Fuente: El Mundo

Publicado el 20 DE MARZO DE 2018

El león Cecil, el gorila albino Copito de Nieve, el panda Chu-lin, el oso polar Knut, el elefante Satao II... Hay animales que, por distintas razones, se convierten en símbolos y, tras su muerte, llegan a aparecer en los obituarios. Sudán se convirtió en uno de ellos. En su caso, ocurrió por ser el único ejemplar macho que quedaba en el mundo de su subespecie, el rinoceronte blanco del norte (Ceratotherium simum cottoni).

Una situación crítica que sus cuidadores quisieron dar a conocer en 2017 abriéndole un perfil en la web de citas Tinder, una campaña que tenía como objetivo recaudar fondos para desarrollar técnicas de fecundación in vitro que preserven expecies en riesgo de extinción. Este martes 20, la reserva natural de Kenia Ol Pejeta, en la que Sudán pasó los últimos años de su vida, anunció en un comunicado que falleció ayer.

La suya era una muerte esperada porque Sudán era ya un anciano muy enfermo. A sus 45 años, una edad comparable a los 90 en los humanos, estaba débil y acumulaba problemas de salud desde hacía tiempo: "Había sido tratado por complicaciones asociadas a su edad, que le habían producido daños degenerativos en sus músculos y huesos, además de grandes heridas en su piel. Su estado había empeorado significativamente en las últimas 24 horas. No podía ponerse en pie y estaba sufriendo", han señalado los responsables de esta reserva, que decidieron practicarle la eutanasia.

Sudán fue trasladado en 2009 a esa reserva keniata de 36 400 hectáreas, donde vivía acompañado de Najin (su hija) y Fatu (su nieta), las dos únicas hembras de su subespecie que existen, y que ahora constituyen los dos únicos rinocerontes blancos del norte que quedan. El esperma de Sudán fue recogido horas antes de su muerte con la esperanza de que en el futuro pueda nacer a partir de su material genético una cría de esta subespecie, que en 2008 fue declarada extinta en el medio salvaje.

El rinoceronte nació en 1973 en Shambe, Sudán del Sur, en una época en la que quedaban unos 700 ejemplares de su especie, según AFP. Se evitó su muerte al trasladarlo junto a otros seis ejemplares al zoológico de Dvur Kralove de la entonces Checoslovaquia. Allí logró reproducirse y engendró dos hembras: Nabire, que murió en 2015 en el zoo checo, y la mencionada Najin, con la que vivía en Kenia.

En 2009, Sudán, su hija Najin y otros dos rinocerontes fueron trasladados desde el zoo Dvur Kralove a la reserva keniata con la esperanza de que se reprodujeran en este hábitat natural. Se aparearon, pero no tuvieron descendencia. El otro macho, Suni, murió en 2014 por causas naturales.

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