Primero fue un rumor, pero luego se convirtió en una posibilidad real cuando desde el Gobierno confirmaron al periodista Matías Avramow del diario La Nación que estudian modificaciones a la Ley Nacional de Glaciares (26639). La científica y coordinadora del Inventario Nacional de Glaciares, Laura Zalazar, dijo a Unidiversidad que por el momento no les informaron sobre ningún cambio, aunque destacó que genera frustración que analicen cualquier modificación sin consultar al equipo experto en la materia que se desempeña en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), con sede en el CCT Conicet Mendoza.

Tal como confirmaron al periodista de La Nación, la modificación que evalúan ahora es similar a la que se propuso en la Ley Bases, que planteaba reducir el área de protección y habilitar la realización de actividades donde hoy están prohibidas.

Que Argentina cuente con una ley de protección glaciares no fue fácil. En octubre de 2008 se aprobó la primera norma que poco después vetó la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero dos años más tarde —en 2010— se aprobó otra que contenía el espíritu primigenio. Luego, en 2016, durante la presidencia de Mauricio Macri se intentó cambiar su letra y lo mismo sucedió en 2024, durante la actual gestión de Javier Milei cuando se incluyó esa posibilidad dentro del proyecto denominado “Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, aspecto que fue desestimado por no lograr los consensos para su aprobación.

De acuerdo al Inventario Nacional de Glaciares, que un equipo de Ianigla concluyó en 2018, existen 16.968 cuerpos de hielo en el país, de los cuales 16.078 están ubicados en la Cordillera de los Andes y 890 en las Islas del Atlántico Sur.

La ley protege los glaciares, que son reservas estratégica de agua. Foto: Mariano Castro. 

Cuidar las reservas de agua dulce

Conocer qué establece esta norma ayuda a comprender por qué distintos gobiernos buscan modificarla. La Ley 26639, que se aprobó el 30 de septiembre de 2010, prevé un Régimen de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares y del Ambiente Periglacial, es decir, estándares básicos que deben respetar todas las provincias con el objetivo de proteger esas reservas estratégicas de agua dulce. Este piso legal común es central, teniendo en cuenta que las provincias tienen el dominio originario sobre los recursos naturales que están en sus territorios.

La ley estableció la realización del Inventario Nacional de Glaciares y designó al Ianigla para concretar esa tarea, con la coordinación del entonces Ministerio de Ambiente de la Nación, hoy Secretaría. Contar con esa información fue y es central para saber qué recursos tiene Argentina y dónde están para así protegerlos.

La norma determinó además la prohibición de realizar algunas actividades en las zonas de ambientes glaciares y periglaciares con el objetivo de evitar que se afecte su condición natural o que se interfiera en su avance. Las mismas son: la construcción de obras (salvo las necesarias para la investigación científica y la prevención de riesgos), la exploración y explotación minera e hidrocarburífera, y la instalación de industrias.

La ley fue resistida. Las empresas mineras Barrick Exploraciones Argentinas S.A. y Exploraciones Mineras Argentinas S.A, junto con el gobierno de San Juan, interpusieron una demanda de inconstitucionalidad que llegó a la Corte Suprema de Justicia. En  junio de 2019 el máximo tribunal rechazó la demanda y ratificó la plena vigencia de la norma.

En el fallo la Corte dio las razones de su decisión: avaló la forma en que fue aprobada la norma, desestimó la acusación de que la Nación se hubiera excedido en el ejercicio de sus competencias sobre recursos naturales provinciales y determinó que ni las firmas ni el gobierno de San Juan demostraron que el sistema de preservación de los glaciares les generase algún tipo de daño en sus derechos.

Un recurso clave

Zalazar, quien es coordinadora del Inventario Nacional de Glaciares que debe actualizarse cada cinco años según la ley, explicó que escucharon los rumores acerca de una posible modificación de la norma, pero que no tienen ninguna comunicación oficial al respecto.

En la confirmación que dieron al diario La Nación se especifica que buscan modificar la ley para reducir la superficie protegida por ley para hacer algunas actividades. ¿Qué implicaría un cambio de esa índole?

Como dije, hemos escuchado los rumores, pero no tenemos ninguna confirmación. De todas formas, esta modificación de la que se habla es similar a la que ya se planteó en la primera ley bases, pero después no salió esa modificación. Lo más importante que se plantea es dejar sin protección a lo que se llaman glaciares de escombros inactivos.

Profesionales de Ianigla realizaron el Inventario Nacional de Glaciares, así como las actualizaciones del mismo. Foto: Gentileza Ianigla.

¿Me puede explicar qué son?

La ley protege glaciares y ambiente periglaciar y dentro del ambiente periglaciar las formas más representativas son los glaciares de escombros. Estos glaciares de escombros en general son desconocidos por la población, porque no tienen el hielo expuesto, sino que está hacia el interior de esa forma, entonces lo que uno ve en la montaña cuando camina o en imágenes satelitales es una forma característica que indica que ahí adentro hay hielo. Esos son los glaciares de escombros, que a su vez tienen clasificaciones que tienen que ver con su forma, con si se mueven o no se mueven y es aquí donde los glaciares de escombros se clasifican en activos e inactivos. Que el glaciar se mueva puede deberse a diferentes motivos, por ejemplo, dependiendo del contenido de hielo se mueve pendiente abajo, o puede tener mucho contenido de hielo pero dejar de moverse porque ya se alejó mucho de la fuente de alimentación o porque se encuentra con alguna cuestión topográfica que le impide seguir moviéndose. Por el contrario, algunos glaciares de escombros que tengan menor contenido de hielo pueden volverse activos porque se desestabilizan. Es decir que esta condición de activo o inactivo no es permanente, entonces no se entiende muy bien desde el punto de vista científico técnico por qué se dejarían afuera estos glaciares de escombros inactivos. Por otro lado, no es que estos glaciares de escombros inactivos estén todos agrupados en un lugar, entonces se sacan y se libera un espacio para realizar actividades, sino que suelen estar intercalados, puede haber uno activo al lado de uno inactivo. Entonces desde el punto de vista científico técnico no se entiende muy bien la fundamentación, probablemente la fundamentación sea de otro tipo y no científica.

La ley establece algunas actividades que no se pueden hacer en la zona glaciar. ¿Qué le produciría ese tipo de actividades a esa reserva?

Los impactos pueden ser diferentes, por eso existe una instancia que tiene que ver con la evaluación de impacto en donde se ve qué actividades se realizan y cuáles pueden ser las consecuencias. En realidad, la consecuencia más directa es que se va a destruir el glaciar, va a destruir la reserva. Hay otros aspectos que pueden ser más indirectos como, por ejemplo, que la voladura de material se deposite sobre el glaciar y eso acelera el proceso de derretimiento.

¿Qué genera estos rumores al equipo científico que trabaja en el tema?

Bueno, la verdad que genera un poco de frustración, porque al Ianigla se lo invita a participar de esta ley por su trayectoria científica y técnica en ámbitos de montaña, de la criósfera, hay muchos especialistas en glaciología, geología. Incluso nosotros que hacemos el mapeo de los glaciares, al momento de tomar una decisión tiene que ver con cuestiones técnicas, entonces que no se nos consulte genera un poco de frustración.

Aproximación a El Chaltén, en Santa Cruz. Foto: Inventario de Glaciares. 

Actualización del inventario

Usted está al frente de la actualización del Inventario Nacional Glaciares. ¿En qué etapa está el proceso?

Nosotros estamos trabajando en la actualización por grandes regiones: el noroeste del país, el centro que sería Mendoza y San Juan, el norte de la Patagonia, Neuquén, Chubut y Río Negro y el sur Santa Cruz, Tierra del Fuego e islas del Atlántico Sur. Hasta este momento hemos terminado noroeste, que ya está publicado y subido a la página web del inventario, y estamos trabajando fuertemente en andes centrales Mendoza y San Juan, que estaría listo a comienzos del año que viene, en abril o mayo. Estamos trabajando sin presupuesto en este momento, entonces se va avanzando con los recursos que contamos. La ley no tiene un presupuesto asociado y eso es un problema, pero siempre habíamos tenido recursos para hacer el trabajo.

¿Por qué es importante que Argentina cuente con una ley de glaciares?

La ley de glaciares es una ley única a nivel mundial, protege los glaciares como reservas de agua dulce y también por las funciones beneficiosas que tienen sobre el ambiente cercano, especialmente para aquellos que nos ubicamos aguas abajo de los glaciares y sobre todo en zonas áridas y semiáridas, en donde los glaciares completan o aportan agua en momentos de sequía. Por lo tanto, tienen un rol hidrológico sumamente importante. Sobre todo, como decía, en zonas como Mendoza, que son semiáridas.