El esfuerzo del voluntariado no alcanza para cambiar la realidad de las personas en situación de calle

La crisis económica acrecentó la cantidad de gente que vive a la intemperie, en condiciones que vulneran sus derechos. Aseguran que es clave ahondar en nuevas estrategias para modificar esta realidad.

El esfuerzo del voluntariado no alcanza para cambiar la realidad de las personas en situación de calle

Foto: gentileza de Cristian García

Sociedad

Unidiversidad

Santiago Serrano

Publicado el 25 DE SEPTIEMBRE DE 2023

Las personas en situación de calle en Mendoza enfrentan una serie de desafíos que afectan su calidad de vida, bienestar y derechos. A menudo carecen de vivienda, acceso a servicios de salud, empleo estable y apoyo social. Viven en condiciones precarias y enfrentan riesgos constantes para su seguridad y salud. Los esfuerzos no alcanzan para paliar una situación que va en pleno crecimiento por la crisis económica que atraviesan el país y la provincia, mientras que el rol del Estado es escaso para revertir el panorama, según señalan quienes a diario encaran las tareas de voluntariado.

La realidad de las personas en situación de calle es un tema de preocupación constante para la sociedad y el Gobierno. La crisis económica acrecentó este fenómeno, que implica redoblar esfuerzos para poder controlar la situación y ayudar a las personas que, por distintos motivos, no tienen recursos para sortear sus dificultades diarias.

Para comprender mejor esta situación, desde Unidiversidad dialogamos con Cristian García, coordinador de La Pastoral de Calle de la Arquidiócesis de Mendoza, y con Guillermo Funes, que dirige la Unidad de Atención Primaria de la Salud Itinerante, dependiente de la UNCUYO. Además, este medio recogió el caso de la pareja compuesta por Reina y Daniel, que lograron salir de las calles y hoy son un matrimonio con oportunidades.

En primer lugar, Cristian García y Guillermo Funes explicaron que los factores que contribuyen a la situación de calle en Mendoza son diversos e incluyen la falta de recursos económicos, problemas de salud mental, adicciones, desempleo y la falta de una red de apoyo familiar. La crisis económica, el desalojo de viviendas y la falta de políticas públicas son otros de los motivos que contribuyen a esta problemática.

Según detalló Cristian García, este problema social es multifactorial y presenta varias aristas, dependiendo de la situación personal de cada individuo. “Los motivos por los cuales las personas terminan viviendo en la calle son tan variados como complejos. Hay individuos que pagan una pieza, pero no tienen para comer, como personas trans o que ejercen la prostitución que no tienen dónde dormir, adictos que perdieron todo o personas que no pudieron superar un duelo y dejaron su vida a la deriva, entre otras cosas”, aseguró García.

Para contrarrestar esta situación, tanto el Gobierno provincial como la Iglesia Católica tienen diferentes programas, que incluyen alimentación, aseo personal, abrigo, asistencia médica y contención psicológica.

La Unidad de Atención Primaria de la Salud Itinerante (Uapsi) de la provincia trabaja en la promoción de la salud de personas y comunidades en situación de vulneración social desde una perspectiva de género y derechos humanos. El Gobierno de Mendoza cuenta con cuatro albergues en los cuales se brinda asistencia completa a las personas que no tienen hogar.  

La Pastoral de Calle de la Arquidiócesis de Mendoza incluye doce parroquias, distribuidas en cuatro espacios. Nueve de ellas son nucleadas por el Patio Callejero, ubicado en calle San Luis de Ciudad, donde se asiste a más de 200 personas; la iglesia San Miguel Arcángel (Las Heras) brinda alimentos a más de 70 personas los días martes y jueves; la parroquia San Vicente Ferrer (con sede en Godoy Cruz) asiste a más de 35 personas, y la iglesia Nuestra Señora del Líbano (departamento de San Martín) ayuda a alrededor de 20 personas en situación de calle.

Si bien cada lugar cuenta con su organización específica, desde el Gobierno y la Iglesia Católica trabajan en conjunto para poder hacerle frente a esta situación tan compleja.

Sin embargo, el voluntario Cristian García fue claro al explicar que, aunque se han redoblado esfuerzos en este último tiempo, estos "no alcanzan para hacer frente a esta situación tan compleja" que crece a diario en la provincia. Por este motivo, remarcó que es clave ahondar en nuevas estrategias para frenar este fenómeno y que las personas que atraviesan esa situación "la pasen lo menos mal posible".

Cristian García (abajo) junto a las personas en situación de calle que asisten al Patio Callejero. Foto: gentileza Cristian

Ante este panorama, Guillermo Funes opinó que la sociedad debe cambiar su mirada sobre estas personas. “No encajan y, como no encajan, no las vemos, las juzgamos, las estigmatizamos y les hacemos aún más complicada la vida de lo que ya la tienen. Tenemos que repensar nuestros esquemas, entender que una persona que está en situación de calle es un ser que sufre, que está solo y que fue expulsado del sistema”, remarcó.

Además, Funes destacó que muchas personas que viven en la calle “no terminaron la educación obligatoria, sufrieron violencia desde pequeños, sus derechos fueron vulnerados en forma sistemática y existe una ruptura de lazos familiares, sociales y culturales”, por lo que invitó a la sociedad a no darles la espalda y ayudarlas con lo que necesiten. Finalmente, tildó de irrisorio el dato del censo del año pasado, que arrojó que en la provincia solo 21 personas viven en la calle, al explicar que durante este invierno “se repartieron más de 400 frazadas” y se les dio alimentos a alrededor de 550 personas desde que comenzó el año.

Una historia de superación

Reina y Daniel se conocieron hace siete años en la Plaza Sarmiento, de Cuidad. Cristian es su padrino de bautismo y confirmación, además de su testigo de bodas. Reina consiguió trabajo como personal de mantenimiento en el mall comercial La Barraca, lo que le permitió comprarse su vestido de casamiento con sus ahorros y, lo más importante, poder alquilarse una habitación para dejar de vivir en la calle. Se casaron hace un par de meses y ellos eligieron a sus invitados e invitadas, muchos y muchas de los cuales se encuentran en situación de calle.

“Reina estaba muy feliz por poder casarse y, sobre todo, por haber tenido la posibilidad de elegir a las personas que la fueron a acompañar. Fue un momento mágico y emotivo para todos”, comentó García.

 

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