El Tribunal Oral Federal Nº 1 de Mendoza realizó hoy una inspección ocular
en la comisaría Séptima de Godoy Cruz donde funcionó un centro clandestino de
detención durante la dictadura militar. El sitio ayer había sido descripto por
un testigo víctima de la represión.
En la jornada del martes el testigo Pablo Seydell, habló
ante el Tribunal del centro de detenciones y torturas que operaba en la
dictadura militar en la comisaría central del departamento de Godoy Cruz. Hasta
el momento, desde que se iniciaron el 17 de noviembre los juicios por lesa
humanidad en Mendoza, la mayoría de los testigos mencionaban sólo al centro de
detenciones, torturas y desaparecidos al denominado D2, ubicado en la antigua
central de la policía mendocina, en esta ciudad.
Ahora, tras el testimonio de Seydell, la justicia incorporó
a la comisaría séptima de Godoy Cruz como un ex centro donde torturaban a
detenidos y desaparecidos durante la dictadura militar. Seydell reconoció hoy
las celdas y en especial el lugar donde lo torturaron con picanas en distintas
partes del cuerpo. Luego indicó otro lugar del edificio donde supo estar
colgado hasta quedar desvanecido y sediento, con los hombros fuera de lugar,
reseñó al Tribunal, encabezado por Antonio González Macías, Juan Héctor Cortes
y Alejandro Piña, el Fiscal Dante Vega y los querellantes del Movimiento
Ecuménico de los Derechos Humanos y Familiares de desaparecidos.
En la recorrida Seydell señaló desde dónde “escuchaba los
gritos de detenidos cuando estaban siendo torturados", e indicó el lugar donde
vio a Rubén Bravo, desaparecido, esposo de la actriz Marilú Carrera, quien
registra además la desaparición de su hermano y su cuñada. Seydell fue detenido
a la edad de 19 años el 15 de octubre de 1976, cuando militaba en la Juventud
Guevarista, y fue acusado por los dictadores de robar un banco junto a otras
tres personas.
Por su parte el abogado Alfredo Guevara (hijo), querellante
del Movimiento Ecuménico de los Derechos Humanos, manifestó que ”esto
nos retrotrae a una época en la cual esta comisaría era un lugar del terror, la
tortura, el sufrimiento humano y desde donde desaparecieron personas”.
Al evaluar el lugar por donde transcurrió sus días Seydell,
“desde el punto de vista probatorio, la coincidencia entre las declaraciones y
la estructura edilicia de la comisaría donde fue torturado, hasta un patio
donde recibía castigos, significa que nadie podía ignorar lo que estaba
sucediendo en aquella época de la dictadura”, reflexionó Guevara.
“Recuperar la memoria a raíz de estos procesos judiciales
nos va permitir como sociedad ver que esto no fue un hecho aislado, sino que
realmente hubo un silenciamiento por parte de muchos sectores de la sociedad
civil de lo que estaba ocurriendo”, sostuvo el querellante. Mañana se realizará
una nueva jornada del juicio a represores a partir de las 8.30 en el Tribunal
Oral Federal de esta capital.