Un freno a la violencia y la discriminación

Un grupo de padres, funcionarios y legisladores impulsa la adhesión de Mendoza a una ley nacional que regula la actividad de los encargados de seguridad de espectáculos públicos y boliches. También establece reglas claras para evitar la discriminación que soportan muchas chicas y chicos en la puerta de los locales.

Un freno a la violencia y la discriminación

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Sociedad

Unidiversidad

Verónica Gordillo

Publicado el 23 DE AGOSTO DE 2013

Rosana Gaitán Russo y su familia quisieran borrar de sus vidas el 12 de mayo de 2012. Esa madrugada su hijo Maximiliano, de 19 años, recibió una feroz golpiza propinada por los encargados de seguridad de un boliche. Después de permanecer internado cinco días, de soportar innumerables curaciones y de los esfuerzos médicos por salvarle un ojo, la familia se enfrentó a una prueba mayor: intentar superar el miedo y ayudar al adolescente a que siguiera adelante.

Rosana entendió que el dolor de su familia no podía quedarse entre las cuatro paredes de su casa; que su historia, como la de tantos otros chicos, debía servir para generar un debate serio sobre la violencia y la discriminación que muchos jóvenes sufren en los boliches.

La decisión no fue fácil. Después de un año de aquella madrugada, Rosana cuenta que aún están afectados por lo que pasó, que jamás pensó que podrían enfrentar una situación así y que descubrió el significado de la frase “revictimizar a la víctima”, cuando escuchó a amigos y desconocidos preguntarle qué hizo su hijo.

En esos primeros días de angustia, Rosana recibió un llamado de Oscar Castellucci, padre de un joven asesinado en un boliche de Lanús, un caso en el que estuvo involucrado un encargado de seguridad. Este hombre impulsó un proyecto de ley que fue aprobado en 2008 (la 26370) y que regula la actividad de los mal llamados "patovicas" en los lugares de entretenimiento nocturnos y en espectáculos públicos.

Esa ley está en vigencia solo en algunas provincias, entre las cuales no está Mendoza, ya que para eso es necesaria una adhesión legislativa. Con este objetivo, Rosana participa de los foros departamentales donde se analiza el proyecto de adhesión, que impulsan Marina Femenía y Lucas Ilardo, legisladores del Frente para la Victoria.


Un avance significativo

Hasta que Mendoza se adhiera a esa norma, en la provincia la actividad de los encargados de seguridad de los boliches se rige por la ley Nº 6441, que regula la actividad de las empresas de seguridad privada.

Esta norma creó un Registro de Vigiladores en el que hay inscritas 14600 personas, según datos del Ministerio de Seguridad. De ese total, 8500 cuentan con una credencial que los habilita para trabajar y un poco menos de la mitad son los que se dedican específicamente a la seguridad en los boliches.

La ley nacional representa un avance significativo respecto de la provincial. Crea el Registro Nacional de Empresas y Trabajadores de Control de Admisión y Permanencia (Rencap), determina los requisitos y obligaciones que deben cumplir y establece la relación que debe existir entre la cantidad de público y la de vigiladores.

También determina las condiciones que debe cumplir el personal de seguridad, como haber realizado los ciclos obligatorios de educación, presentar certificados de aptitud psicológica, realizar cursos de capacitación en derechos humanos, comunicación no violenta y técnicas de neutralización de agresiones. Además excluye de esta tarea a personal en actividad de las fuerzas de seguridad y a condenados por delitos de lesa humanidad.

Otro de los avances de la ley es que deja de lado la figura del monotributista, muy utilizada en este tipo de labores. Establece que los controladores deben ser empleados bajo relación de dependencia laboral directa de la empresa o persona titular del lugar de entretenimiento, o de una firma prestadora de servicios.

El director del Registro Provincial de Armas (Repar) y del Registro de Empresas Privadas de Investigación y Vigilancia (Repriv), Gabriel Garnica, aseguró que desde hace tiempo trabajan en el ámbito de la Comisión Bicameral de Seguridad para lograr la adhesión de Mendoza a la ley nacional.

El funcionario del Ministerio de Seguridad recalcó el avance que significaría para Mendoza adherirse a la ley, no solo porque crea un registro nacional de vigiladores y estipula requisitos y obligaciones, sino también porque incluye a todos los espectáculos públicos y no únicamente a los boliches.

Para Garnica, otro punto clave de la ley es que deja de lado la figura del monotributista como forma de contratación de los vigiladores, una modalidad dificulta mucho los controles que realizan los fines de semana en los locales.


Reglas claras

La ley nacional también busca desarticular los mecanismos de discriminación que se ponen en marcha todos los fines de semana en la puerta de algunos boliches. Obliga a las empresas a poner un cartel en la puerta con las condiciones de admisión, con el objetivo de clarificarlas y evitar subjetividades. La delegada en Mendoza del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), Valeria Martínez, apoyó la adhesión a la ley nacional, ya que establece reglas claras para evitar las situaciones de discriminación.

Martínez explicó que reciben muchas consultas de chicas y chicos que fueron discriminados, aunque muy pocos realizan una denuncia concreta, porque no hay testigos y es difícil probar lo que pasó.

La delegada del Inadi comentó que las razones por las cuales se discrimina a los jóvenes están relacionas con la apariencia, con el color de piel, con el nivel social o económico o con la forma de vestirse.

Martínez señaló que los encargados de seguridad o dueños de los boliches siempre se amparan en las condiciones de admisión, pero como no están claras, las van cambiando según la cara del cliente. “Nunca le van a decir a alguien que no la dejan entrar porque es gordito o tiene la piel oscura, siempre les dan otros motivos, que van cambiando a lo largo de la noche”, comentó. Con la intención de lograr la adhesión de Mendoza a la ley nacional, continuará la realización de foros en distintos departamentos. Rosana está convencida de que estos encuentros son un ámbito enriquecedor para el debate, por lo que invitó a los jóvenes y sus padres a participar.

“En este tema subyace el 'no te metás', yo decidí exponerme porque se tiene que generar un ámbito de discusión donde todos los interesados aporten su punto de vista. Esta ley viene a unificar criterios, a poner claridad. Lo que busca es cuidar a los jóvenes y a su vez profesionalizar la actividad de los controladores”, comentó.

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