"Un proyecto de residuos, en manos adolescentes"

Un grupo de chicos de Godoy Cruz, denominado Los Triunfadores, puso en marcha esta iniciativa que busca brindarles una salida laboral y cuidar el medio ambiente. Trabajan con los vecinos de los barrios aledaños al CampoPapa y con el apoyo de la comuna.

"Un proyecto de residuos, en manos adolescentes"

Foto: Axel Lloret

Sociedad

Unidiversidad

Verónica Gordillo Cicunc Contenidos – Responsable Marcelo Sivera

Publicado el 03 DE NOVIEMBRE DE 2011


Detrás del Centro Educativo Comunitario Arco Iris, en el Campo Papa, de Godoy Cruz, seis adolescentes seleccionan residuos, separan el cartón, de las botellas, de las latas y las telas. Forman parte del grupo Los Triunfadores, un emprendimiento que nació hace nueve años y que busca genera una salida laboral, pero también cuidar el medio ambiente y
concientizar a los vecinos.

Los adolescentes viven en los barrios aledaños al Campo Papa y algunos de ellos han trabajado en el lo que se conoce como el pozo, un basural ubicado a cielo abierto. Junto a la Fundación Coloba, los chicos idearon una forma de trabajo más seguro y que, de paso, ayude a concientizar a los vecinos sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente.

Después de participar de una capacitación, los adolescentes –que van a contraturno al colegio- comenzaron a reunirse con vecinos de barrios aledaños para explicarles el proyecto y pedirles que junten los residuos y se los entreguen todas las semanas, cuando ellos pasan a buscarlos.

Las respuestas fueron distintas. Unos les cerraron la puerta en la cara cuando apenas les terminaron de decir que vivían en el campo Papa, pero otros se entusiasmaron con la iniciativa y ahora los esperan todas las semanas para entregarles cartón, diarios, latas, envases de vidrio, entre otros residuos.




Los chicos cumplen una rutina, que sería muy difícil de concretar si la comuna no les prestara un camión algunas horas al día para buscar los residuos. Cintia Nievas (18) cuenta que ya tienen el recorrido armado: los lunes van a la firma Yacopini, los martes al barrio Vandor, los miércoles al San Ignacio y los jueves a los llamados puestos verdes –que son viviendas desde donde los contactaron para entregarles algunos residuos.

Todos los residuos que recolectan los juntan en el predio del Centro Comunitario, donde los seleccionan y dividen. Un grupo de chicos trabaja en la mañana y otro en la tarde, a contraturno del colegio.

En enormes tachos con letreros que dicen cartón, vidrio, papel, vidrio, etc, colocan los residuos. Luego los pesan y finalmente los venden, algunos en una chacarita ubicada en el barrio, mientras otros deben llevar los más lejos para obtener un buen precio.

Los adolescentes asientan en un libro cada kilo que venden, sacan un porcentaje y calculan las horas que trabajan. Esa ecuación les permite dividir las ganancias, aunque un 25 por ciento está destinado a un fondo común, que deciden en forma comunitaria qué destino tendrá.

Camila Segnier (16) contó que tienen grandes expectativas de continuar con el proyecto y lograr que se convierta en una pequeña empresa, que les permita tener una entrada fija y seguir trabajando por el medio ambiente.