Más de 300 personas mueren por año en Mendoza como consecuencia de accidentes de tránsito. Las distintas normas que conviven. El papel del Estado.
Los números erizan la piel. Pero
detrás de cada número hay una historia de vida, una persona con
pasado y sin futuro, una familia que quedará marcada para siempre.
Según la asociación sin fines de lucro Luchemos por la Vida, 7896
personas murieron en Argentina durante 2013 como consecuencia de
accidentes de tránsito. En Mendoza, 369 fueron las víctimas, una
cifra que, de acuerdo a datos de la misma institución
que recaba información de muertes durante y post-accidente, se mantiene estable desde mediados de los 90. Generalmente, las muertes
en ruta en la provincia rodean las 350 y hay un promedio en Argentina
de un poco más de 20 personas fallecidas por día.

Quizás ninguno tiene la resonancia, la espectacularidad o el número de muertos del terrible accidente
ocurrido el viernes 7 de febrero en la Ruta 7 a la altura de San Martín,
cuando de frente chocaron un micro y un camión que venía en
contramano, y el número de muertos se elevó a entre 16, según confirmó el gobierno provincial este miércoles.
Pero son comunes otros accidentes que
terminan, como muestran las cifras, con víctimas fatales. "Los accidentes en general son
evitables. El del choque en particular se podría haber evitado si la policía hubiera respondido los llamados o si el colectivo no
hubiera avanzado en doble fila. Uno, cuando avanza en doble fila, tiene
que prever todo y tener una visibilidad de al menos dos kilómetros, porque incluso se le puede cruzar un animal. Los choques de frente
son los más graves y lamentables”, explicó a Edición UNCUYO el
médico Carlos Trad Fager, presidente de la Sociedad Argentina de
Evaluadores de Salud.
Los accidentes en Mendoza
De acuerdo a un informe estadístico
elaborado por el Ministerio de Seguridad de Mendoza y publicado
a mediados del año pasado, los accidentes en la provincia tienen las
siguientes características:
- la mayoría ocurre de 6 a 12 del
mediodía.
- la mayoría tiene como protagonistas a
hombres.
- la mayoría ocurre los domingos, y si
se tiene en cuenta los horarios, probablemente de madrugada.

Una provincia con norma propia
En abril de 2008, el Congreso de la Nación aprobó por unanimidad la ley 26363, que
modificó la 24449, que es la ley nacional de Tránsito. Esta norma
creó la Agencia de Seguridad Vial y, entre otros aspectos, un sistema
de scoring o carnet por puntos para las personas que conducen.
Para que la ley
24449 y su modificatoria sean efectivas en todo el territorio
nacional, las provincias deben adherir a ellas. En su artículo 1.º, esta
norma asegura: “Pueden adherir provincias y municipios”.
Entonces, cada provincia puede decidir sobre el asunto libremente,
adherir a ambas leyes o hacerlo parcialmente.
En el caso de la
provincia de Mendoza, nunca adhirió a la ley 24449 y mantuvo su
norma 6082/93. Esta situación la transforma, junto con San Luis, en
la única provincia en tener legislación propia.
Pero tampoco lo
hizo al sistema de scoring, sólo adhirió parcialmente a través de
la ley 8093/09 para crear la Agencia Provincial de Seguridad Vial (organismo que desde hace 15 días tiene responsable: será Marisa
Garnica, exfuncionaria de Luján de Cuyo y excolaboradora del
vicegobernador Carlos Ciurca).
Durante
los últimos años, la superpoblación de iniciativas vinculadas con el
tránsito ha sido destacada en la provincia. El actual
diputado provincial y senador electo Gustavo Arenas (bloque Frente
para la Victoria), quien es autor de la adhesión a la ley nacional,
sostiene: “Considerando el estudio realizado por el Instituto
Bicentenario, de Mendoza, desde 1994 se han sancionado 27 normas
modificatorias de la Ley N.° 6082 de Tránsito y Transporte,
prácticamente con un promedio de tres reformas legislativas cada dos
años, se evidencia que desde todos los sectores políticos perciben
como insuficiente la actual legislación para regular ese ámbito.
Durante este período, en la Cámara de Diputados fueron presentados
146 proyectos de ese tipo, de los cuales 130 modificaban ese cuerpo
legal. En el mismo lapso, en el Senado ingresaron 140 propuestas
similares, de las cuales 123 pretendían modificar la norma. Esto
arroja un promedio de 15 proyectos presentados por año en ese
sentido. Esto demuestra la superproducción de normativa, por lo que
se hace necesario un órgano rector que unifique todos los
criterios”.
Trag Fager, quien apoya la iniciativa
de Arenas, aseguró: “En Mendoza se ha tomado la determinación de
no adherir con el fundamento de que tenemos mejor legislación. Pero
eso nos deja fuera del sistema del carnet por puntos que pide
sancionar a quienes comentan infracciones viales. En España se
obliga a tomar cursos de manejo defensivo debido al sistema de carnet
por puntos y eso ha disminuido la mortalidad por accidentes de
tránsito”.
Buscando responsabilidades
Los estados tienen la mayor
responsabilidad: la de cuidar las vidas de toda la población. “Las
Naciones Unidas, cuando se plantearon objetivos para un diseño de la
seguridad vial en los diferentes países, determinaron promover la
seguridad desde la educación vial, establecer un sistema de
controles preventivos desde el Estado, modificar leyes para incluir
en el código penal algunas delitos vinculados con la seguridad vial
e invertir en infraestructura vial”, afirmó Trad Fager. “Poco se
ha avanzado en ello”, sumó. “En la Argentina se han incorporado
2 millones de autos y 2,5 millones de motos de 2011 a esta parte.
Algo que es muy bueno, pero algo hay que hacer para atender esta
nueva realidad. En Brasil, con el aumento de la producción de motos,
los accidentes subieron un 500 por ciento”, explicó Trad Fager.
Por supuesto, también están las
responsabilidades puntuales, pero que hablan de una realidad más
profunda: en el caso del accidente del micro que colisionó con un
camión, ningún agente estatal (como la policía) pudo detener a
un hombre alcoholizado, que hizo varios kilómetros a bordo de un rodado en contramano. Un Estado que no estuvo para
resguardar esas vidas. Pero como afirma Trad Fager, haber avanzado en
doble fila, como lo hizo el colectivo, no fue la mejor idea pese a la
maniobra increíble del chofer del camión.
En general, las personas que
conducen pueden evitar los accidentes, como afirma el médico. “Uno
de los inconvenientes es el de la velocidad. La máxima en ruta es
110 km por hora y es muy importante respetar la velocidad, porque al
dar la orden para frenar uno puede hacerlo con mayor facilidad. No es
lo mismo frenar cuando uno va a 40 km por hora que cuando lo hace a
120. Otro prolongador de la latencia del tiempo es no llevar las dos
manos sobre el volante, eso general más retardo en las decisiones”,
sostuvo el presidente de la Sociedad Argentina de Evaluadores de
Salud.
Hay una ausencia de manejo defensivo en
la Argentina por una cuestión cultura y porque no se exige desde el
Estado. “En Estados Unidos hay empresas que exigen certificados de
manejo defensivo”, sostuvo Trad Fager.
Por manejo defensivo se entiende la
preparación de las personas que van a conducir para que, con
diferentes actitudes, puedan prevenir accidentes. En nuestro país, en general, estos cursos son dictados por academias privadas de conducción, pero se exigen desde el Estado.