Las sesiones de acuerdo para nombrar a los funcionarios y agentes de la justicia que necesitan aprobación del Senado –por mandato constitucional– son secretas, pero el secreto es una formalidad. En verdad, días antes de que se vote, siempre hay una ola de rumores que anticipa para dónde se va a inclinar la balanza.

El juez José Valerio, propuesto por el Ejecutivo para integrar la Suprema Corte de Justicia, tiene –en principio– el apoyo de los 20 legisladores radicales. Sin embargo, nada garantiza desde dónde podrían venir los votos negativos. Este panorama se vuelve más impredecible si se tiene en cuenta que el Frente para la Victoria no se ha expedido sobre una posición al respecto de la votación para aprobar o rechazar el pliego de Valerio.

Las fuentes consultadas indican que habrá libertad de acción. Esto significa que cada legislador y legisladora del FpV podrá votar por el apoyo o la oposición a Valerio, según su criterio.

Lo cierto es que hay fuertes rumores acerca de que muchos peronistas van a respaldar al juez, alentados por los intendentes a quienes les responden.

Existe, empero, un núcleo duro de la oposición –ligado al kirchnerismo– que lo va a rechazar, sumado a los posibles votos del Frente de Izquierda, cuyos integrantes tradicionalmente no asisten a las votaciones secretas, pero en esta oportunidad lo harían por la importancia del caso. También votará en contra –así lo ha indicado–  el senador Ernesto Mancinelli, de Libres del Sur, que a pesar de ser aliado de Alfredo Cornejo mantiene la posición de querer que una mujer ocupe el lugar vacante en la Suprema Corte de Justicia.

Hasta el momento, el juez tendría los votos para pasar la prueba del Senado y convertirse en ministro de la Suprema Corte de Justicia.