Voces difícil de multiplicar

Voces difícil de multiplicar

Sociedad

Unidiversidad

Ana María Vega

Publicado el 25 DE AGOSTO DE 2011

Una vez más surgen voces científicas de alerta sobre el efecto nocivo de las bebidas gaseosas y en especial la que por décadas ha sido la vedette: Coca Cola. Recientemente fue publicada en la Revista de la Federación Argentina de Cardiología un estudio realizado por investigadores de la UBA y el Conicet, en ratas, donde se observó aumento de peso, hipertrigliceridemia,  hipertensión arterial e hiperglucemia luego del consumo prolongado de bebidas cola azucaradas. “Excepto por los triglicéridos, todos esos parámetros se normalizaron luego de 6 meses de período de "lavado" (reemplazo de bebidas cola por agua común). Cabe observar que el consumo de Coca- Cola® light (sin azúcar) se asoció con una leve pero robusta tendencia a la hipertrigliceridemia”, explica el estudio en sus resultados.

El mismo estudio llevado adelante por el equipo de investigadores de la UBA y el CONICET liderado por el doctor Julián González explica en sus fundamentos que “las bebidas gaseosas son la principal fuente de azúcar agregada a la dieta en el mundo, y su consumo ha sido asociado con obesidad en niños y adolescentes, así como con mayor riesgo de desarrollar síndrome metabólico”.

La pregunta es ¿cuántos medios de comunicación se atreverán a difundir esta información?

Al menos en nuestra provincia y al decir del doctor Nelson Rodríguez Papini, ex presidente del capítulo Cuyo de la Sociedad Argentina de Diabetes, “esta información la compartí con todos los medios y sólo me han entrevistado los públicos. Sabemos que es ponerse en contra de un monstruo publicitario, pero es muy importante informarle a la comunidad estos datos que atentan contra su salud”.

El mencionado estudio aclara que el “consumo de bebidas cola carbonatadas se ha asociado con aumento de peso y obesidad, y se ha triplicado, en niños y adolescentes, en los últimos 30 años, reflejando un notable incremento respecto de registros anteriores. Un relevamiento de datos poblacionales (National Diet and Nutrition Survey) reveló que las gaseosas representan el 56% de la ingesta líquida de niños y adolescentes entre 4 y 18 años, seguida por la leche (18%) y el agua (9%)”.

Tal como explica el doctor Rodríguez Papini “si bien los seres humanos no somos ratas, es muy probable que lo que suceda en nosotros sea semejante; y de algún modo nos está reclamando el desarrollo de protocolos en personas, que sigan una metodología éticamente sustentable, y que aborden de una buena vez la temática”.

 Para finalizar su planteo, que poca repercusión ha tenido a nivel de medios de comunicación Rodríguez Papini asegura “quizá no esté lejos el día, en que así como  al comprar cigarrillos, todas las etiquetas dicen "fumar, daña tu salud"; o bien "fumar mata",  y al  comprar una bebida alcóholica dice: "Beber con moderación. Prohibido su venta a menores de 18 años", las etiquetas de gaseosas que tengan una formulación semejante: "Beber este tipo de bebida acelera tu envejecimiento y daña tu salud. Prohibida la venta e ingesta a menores de 18 años". Desde su perspectiva de médico especialista en obesidad Rodríguez Papini asegura que esta medida permitiría dar “un importante paso para poner fin a éste suicidio social, que nos genera tanto pero tanto costo social y gasto en reparación de la enfermedad”.

Sin ser tan optimista, yo me conformaría con que los medios de comunicación pudieran diferenciar su rol social del comercial y difundieran esta información sin hacer primar el peso de los dólares provenientes de la bebida más consumida en el mundo, en sus bolsillos.