Zanahoria con bajo impacto ambiental y beneficios para la salud del consumidor

Elementos como elfalcarindiol, las vitaminas A, C y caroteno de la zanahoria, inciden en su calidad. Explican este fenómeno la Prof. (M.Sc.) Adriana López y el Ing. Agr. (M.Sc.) Jorge G.Lafi, directora e integrante respectivos del proyecto “Evaluación en germoplasma de zanahorias bienales del contenido de falcarindiol y de su actividad antimicrobiana contra los principales agentes causales de enfermedad del cultivo en la Región Cuyo”, subsidiado por la Secretaría de Ciencia, Técnica y Posgrado de la UNCuyo.

Zanahoria con bajo impacto ambiental y beneficios para la salud del consumidor

Imagen ilustrativa

Sociedad

Unidiversidad

Enrique Roig

Publicado el 31 DE AGOSTO DE 2013

Existe una raíz naranja, alimento imprescindible en nuestra dieta, que nos aporta vitaminas y minerales, como así también nutrientes beneficiosos para nuestra salud. En esta nota ponemos la lupa sobre las distintas variedades de zanahorias y cómo estas pueden mejorarse en su calidad y potencial resistencia frente a hongos y bacterias que las afectan, teniendo en cuenta que el “falcarindiol” (compuesto “F”) es un componente bioactivo de la zanahoria, que posee efectos antifúngicos. La obtención de variedades genéticamente resistentes a enfermedades contribuye a disminuir el uso de agroquímicos contaminantes del ambiente y perjudiciales para la salud.

Así, la profesora (M.Sc.) Adriana López junto al ingeniero agrónomo (M.Sc.) Jorge G. Lafi, ambos docentes de la Facultad de Ciencias Agrarias, nos explican por qué y de qué modo analizan la presencia del compuesto “F” en variedades de zanahorias cultivadas en la zona Cuyo.

La labor que ellos vienen realizando consiste en estudiar el compuesto “F” –poliacetileno formado a partir del ácido oleico– como agente antifúngico. La importancia de los poliacetilenos radica en sus propiedades antifúngicas y antibacterianas en las plantas. También estos poseen probada actividad antiinflamatoria y citotóxica, constituyendo un beneficio para la medicina humana al actuar como un freno contra células cancerosas del colon.

En esta raíz, el “F” se encuentra en mayor concentración en la parte cortical del tercio superior, explica Adriana López.

De ese modo, este equipo de investigadores analiza en el germoplasma de zanahorias cuánta variabilidad hay en la concentración del compuesto “F” y su actividad antimicrobiana contra algunos patógenos del cultivo de zanahorias en ensayos in vitro.

Por lo tanto, hay que responder a la pregunta de si todas las variedades de esta hortaliza tienen el mismo contenido de “F”. Para ello, examinaron la concentración del compuesto “F” en distintos tipos de zanahorias cultivadas en la zona Cuyo, mediante HPLC (Cromatografía Líquida de Alta Performance), llevada a cabo en los laboratorios del Instituto de Tecnología de Alimentos del INTA Castelar.

De ese modo, fijaron qué cantidades del compuesto “F” tenía cada variedad de zanahoria bienal que está siendo estudiada en la Estación Experimental Agropecuaria EEA-INTA La Consulta, dentro del programa de mejoramiento. “No todas las variedades presentaban el mismo contenido del compuesto, existe un rango de concentraciones del mismo en el grupo de zanahorias examinadas”, explicó el investigador Jorge Lafi.

Por otro lado, visitaron campos y lavaderos de zanahorias de las zonas de Las Heras, Luján de Cuyo, Tupungato, Tunuyán y San Martín y recolectaron raíces con diversos síntomas de enfermedad. Posteriormente, en laboratorio aislaron y coleccionaron los patógenos responsables de las afecciones observadas. Entre ellos se destacaron: Fusarium sp., Rhizoctonia sp., Geotrichum sp. y Alternaria sp.; todos con probada patogenicidad en raíces de zanahoria.

Luego, a modo exploratorio, evaluaron el crecimiento de los diferentes patógenos en cajas de Petri bajo el efecto de dos concentraciones del compuesto “F”, de acuerdo a las detectadas en las variedades evaluadas y sin el compuesto como testigo. Esta metodología permitió conocer el efecto del compuesto “F” sobre el crecimiento de los patógenos.

Un aspecto sobresaliente es que con la menor dosis del compuesto “F” se logró inhibir significativamente el crecimiento de Fusarium sp, “de manera que no siempre la dosis más alta de “F” es, como se esperaría, la que produce el mayor efecto inhibitorio", remarcó López.

Tales resultados provisorios son muy prometedores ya que, como expresaron ambos profesionales, “esta investigación se continuará con ensayos en los que se evalúen dosis incrementales del compuesto, para saber cuál es la concentración mínima inhibitoria del crecimiento de los principales patógenos aislados. Esto permitiría brindar información útil a los sectores agroindustriales y al INTA, que trabaja en mejoramiento genético de zanahorias”.

Es destacable la articulación de esta investigación, al observar los convenios establecidos entre las cátedras de Fitopatología y Genética de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo con el Instituto de Tecnología de Alimentos-INTA Castelar, el Centro de Investigaciones de Sólidos, la EEA-INTA La Consulta y CONICET. Este proyecto local es una pieza que forma parte de un rompecabezas más grande, de alcance nacional, es decir, una base de estudios interdisciplinarios y relaciones interinstitucionales. Estas evaluaciones están integradas al marco general del  Proyecto Nacional de Zanahoria de INTA, donde se estudian diferentes elementos constitutivos de la zanahoria, tales como: el falcarindiol, las vitaminas A, C y caroteno.

De esta manera, dichos análisis están distribuidos en diferentes equipos de investigación de la Argentina. Cada uno de ellos aporta información precisa para realizar el mejoramiento en la zanahoria, actividad que permite brindar conocimiento de calidad a productores y consumidores.

________

Proyecto de investigación financiado por la Secretaría de Ciencia, Técnica y Posgrado de la UNCuyo: “Evaluación en germoplasma de zanahorias bienales del contenido de falcarindiol y de su actividad antimicrobiana contra los principales agentes causales de enfermedad del cultivo en la Región Cuyo”.

Integrantes del equipo: Directora: López Frasca, Adriana. Co-Directores: González, Mabel del Carmen; Linardelli, Clara Elena; Lafi, Jorge Gustavo; Yáñez, Ciro Francisco; Carrasco, José Sebastián; Pérez, Juan Carlos; Rosetti, Luciana; Grigioni, Gabriela María; Messina, Valeria Marisa; Granval, Nélida Isabel; Alessandro, María Soledad; Lucero, Lorena Cintia.

Relaciones interinstitucionales:
CONICET: Valeria Messina. INTA Castelar: Gabriela Grigioni; Adriana Descolza; Trinidad Soler y Luciana. INTA La Consulta: María Soledad Alessandro; Lorena Lucero; Nélida Graval.