Abejas y apicultura, bajo amenaza de los agrotóxicos

Las principales dificultades se agravan por los efectos del cambio climático y la degradación del medio ambiente.

Abejas y apicultura, bajo amenaza de los agrotóxicos

Foto: Ladera Sur.

Sociedad

Apicultura en Argentina

Unidiversidad

Unidiversidad / Emilio Murgo

Publicado el 22 DE NOVIEMBRE DE 2018

Varios factores son los que afectan la apicultura en estos momentos. Entre ellos, se destacan la climatología adversa y el uso de pesticidas tales como el glifosato. Los agrotóxicos han ocasionado en el mundo una fuerte mortandad de las abejas, lo que trae como consecuencia numerosas pérdidas en la producción de miel y otros productos apícolas.

La principal consecuencia de esta fuerte reducción del número de abejas es la escasa polinización tanto de cultivos como de especies silvestres, lo que tiene repercusiones económicas negativas en muchos cultivos. Sin embargo, si queremos apreciar verdaderamente la importancia de las abejas, no podemos quedarnos en valorar los productos que extraemos de las colmenas y olvidarnos de lo que realmente es su valor fundamental, la polinización.

Cuando se expande un modelo de producción agrícola en conjunto con un paquete tecnológico ligado a los controles fitosanitarios o agrotóxicos, empiezan a surgir problemas relacionados con la contaminación de la miel. Se ha detectado polen transgénico en la miel o, en algunas ocasiones más graves, la muerte de las abejas.

Fernando Byrs, director de Brysconsult Meadery (firma que se dedica a la comercialización del “vino de miel”) y uno de los principales apicultores de la provincia de Misiones, habló con Unidiversidad sobre la situación actual de la industria apícola en el país. “Todo el sector apícola en Argentina está en jaque. Esto se debe a la modificación de las fronteras agrícolas que llevan un 'paquete tecnológico', un modelo productivo que generalmente es incompatible con la apicultura”.

“De esta manera se pierde la calidad de la miel e incluso se pone en riesgo la producción, porque si llega a estar cerca el panal de algún cultivo industrial muy grande, cuando se fumigue, las colonias de abejas directamente se morirán”, destacó Brys.

Estos problemas se notan particularmente en las provincias de Córdoba, La Pampa y Buenos Aires, pero no están exentas las demás provincias del país. Precisamente, siguiendo al apicultor, podríamos decir que donde avanzó la soja, se comió a la apicultura. Esto se debe a que son modelos hiperextensivos, cargados necesariamente de químicos.

De esta manera, se eliminaría la posibilidad de trabajar con colmenas, porque la abeja se va intoxicando, se desorienta y ya no vuelve a su panal. Así se corta todo el suministro de agua a la colonia.

Es el caso de Misiones, que tiene el 52 % de la biodiversidad del país, pero los principales cultivos de la provincia son el tabaco y la yerba mate, que se contraponen a la preservación de esta biodiversidad, ya que a los monocultivos les afecta la utilización de estos agroquímicos, fundamentalmente por la degradación del suelo donde se realizan los cultivos.

“La idea es romper este paradigma de cultivos para ver cómo podemos producir algo diferente en Misiones. Lo que debemos generar es un impacto territorial para que, en la medida que se requiera más volumen de miel, se produzcan más flores. De esta manera habrá más especies para el beneficio de todos nosotros” afirmó Brys.

“De acá a 20 o 25 años, el trabajo que tenemos que desarrollar consiste no sólo en preservar la selva y la tierra, sino también tener modelos de producción que nos permitan reconstituir la biodiversidad y, a su vez, generar un beneficio económico”, concluyó.

Cómo es la producción de miel en Argentina

Argentina es una potencia mundial en producción, ya que exporta más del 95 % de su producción al resto del mundo como commodities. Esta miel se exporta a granel y en barriles, y en su mayoría, se dirige principalmente a los países de Europa y a Estados Unidos.

En este sentido, Brys afirmó: “El problema es que tenemos mucha capacidad de producción, elaboramos una de las mejores mieles del mundo, pero la estamos vendiendo en barriles de 200 kilos, lo que implica que perdemos la oportunidad de generar riquezas con este recurso endógeno. La solución sería generar otro tipo de impacto para componer algún tipo de industria en la Argentina. De esta manera, se podría dar valor a este tipo de producto que tenemos en cantidades industriales”.

Se han hecho algunas iniciativas, campañas para mejorar la comunicación y revertir esta situación, pero cuando ves el consumo, no tiene mucha variabilidad, ya que es muy poca la miel que se consume per cápita. “El sector apícola a nivel nacional está en serios problemas, compitiendo con estos otros modelos. Lo que estamos intentando hacer es, por un lado, ampliar la cadena de valor agregado al sector apícola y por el otro, expandir la frontera de la miel en el país”, destacó.

 

Por cada microclima del país hay un tipo diferente de miel

Los tipos y calidades de mieles dependen del origen botánico, es decir que dependen del tipo de floración del cual se obtienen, más precisamente del néctar y los mielatos. Es por esto que cada microclima de Argentina, en caso de obtenerla de floraciones autóctonas, tiene un tipo diferente de miel.

Hay mieles monoflorales, es decir que se hacen de una sola miel, y también existe la miel multiflorales. En este caso, al tener tantas especies diferentes, depende de la calidad del clima y de los tipos de plantas existentes.

El mundo de la apicultura y de la miel es mucho más complejo, ya que se cuenta con muchas más variedades que, incluso, los varietales de la uva.

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