El desafío de capitalizar la marcha #NiUnaMenos

La escritora y periodista Marta Dillon participó de un encuentro en el que reflexionó sobre la necesidad de mantener en la agenda pública la problemática de la violencia de género.

El desafío de capitalizar la marcha #NiUnaMenos

Sociedad

Unidiversidad

Verónica Gordillo

Publicado el 21 DE SEPTIEMBRE DE 2015

La marcha #NiUnaMenos reunió a cientos de personas en todo el país que levantaron su voz contra la violencia de género. A tres meses de la movilización, la periodista y escritora Marta Dillon dijo en Mendoza que es necesario resignificar ese hecho político y encontrar nuevas formas de mantener el tema en la agenda pública y de seguir en las calles.

Dillon presentó en Mendoza su último libro, Aparecida, donde la escritora y periodista cuenta la historia de su madre, que fue secuestrada en 1976 y cuyos restos fueron identificados en 2010. Además, reflexionó junto a un nutrido grupo de mujeres y varones sobre los desafíos luego de la marcha del 3 de junio, una actividad organizada por Red PAR y la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCUYO.

La editora del suplemento Las 12 del diario Página/12 forma parte del grupo de periodistas e intelectuales que ideó la marcha que se replicó en diversas ciudades del país, cuyo objetivo fue visibilizar el tema del femicidio y pedir respuestas al Estado.

Para Dillon, la marcha posibilitó que las mujeres compartieran en público eso que sólo contaban en secreto y que se impusieran los conceptos "femicidio" y "violencia machista". Aseguró que la movilización significó un rechazo rotundo a los estereotipos de género que convierten obligatoriamente a todas las mujeres en esposas y madres heterosexuales.

La autora de Aparecida leyó un documento que escribieron las organizadoras de la marcha, donde la calificaron como un hecho político, que interpeló a la sociedad y a los poderes del Estado sobre una problemática social que no se detiene. Sobre todo, destacó que permitió poner el tema en la agenda pública y visibilizar la forma en que las víctimas son tratadas tanto en el ámbito judicial como en los medios masivos de comunicación.

Dillon recalcó que el desafío es resignificar ese logro, aprovechar ese capital político generado y analizar cómo mantener viva la fuerza generada para volver a salir a la calle y decir basta. La escritora planteó que el desafío de las organizaciones feministas es grande. No sólo deben analizar cuál será el siguiente paso a seguir, sino también ser capaces de imbricar un único mensaje con distintos grupos y asociaciones políticas.

Las referentes de distintas agrupaciones mendocinas contaron su experiencia sobre la organización de la marcha del 3 de junio. Reconocieron que costó llegar a un mensaje unívoco y superar las diferencias ideológicas y de criterio para encolumnarse detrás de una misma consigna. Las integrantes de distintas organizaciones mendocinas también plantearon el desafío de capitalizar la marcha y buscar nuevas alternativas para que el mensaje y el reclamo sigan vigentes.

Dillon también marcó otro desafío. Dijo que es necesario buscar nuevas repuestas para el problema social de la violencia de género, ya que hasta ahora sólo se privilegió la punitiva, es decir, que el agresor vaya preso, que tenga una orden de restricción.

La escritora explicó otra razón para buscar respuestas nuevas y creativas. Explicó que el femicidio es sólo la punta del iceberg de una serie de violencias que terminan con el asesinato de una mujer, y para toda esa cadena de violencia es necesario encontrar respuestas que vayan más allá de las legales.

El desafío quedó plasmado: la marcha del 3 de junio fue un hecho político y ahora las organizaciones deben capitalizar el movimiento que se generó, para que el mensaje #NiUnaMenos siga viva.

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