Batalla al Covid-19: equipo científico de la UNCUYO trabaja en una supervitamina D

Evita enfermar o acelera la recuperación y mejora los parámetros de otras enfermedades como las cardíacas, renales y metabólicas. Cómo funcionan las nanopartículas "que son como un delivery farmacéutico".

Batalla al Covid-19: equipo científico de la UNCUYO trabaja en una supervitamina D

Foto: Unidiversidad

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Ángeles Balderrama

Publicado el 19 DE NOVIEMBRE DE 2021

Un equipo interdisciplinario de científicos y científicas de la Facultad de Ciencias Médicas, de la Universidad Nacional de Cuyo, trabaja en una supervitamina D que evita enfermar o, en el caso de contagiarse, acelerar la recuperación de la Covid-19. Además, la dosis formulada también ha demostrado mejores resultados en pacientes con enfermedades cardíacas, renales, metabólicas y endocrinas. ¿Cuál es la diferencia con la vitamina D tradicional?

La formulación de vitamina D no es una novedad y, desde hace años, se puede comprar en cualquier farmacia cercana. Este compuesto que se puede obtener naturalmente con la exposición al sol es fundamental para la absorción de calcio, por este motivo, las investigaciones previas se abocaron a su relación con los huesos.

Sin embargo, durante la cuarentena se habló sobre vitamina D e incluso muchas personas tomaron este compuesto como forma de prevención y refuerzo del sistema inmune. La dificultad radica en que no es la dosis correcta: la única vitamina D que existe en el mercado es de 100.000 unidades internacionales (iu) y se indica tomarla mensualmente. Para covid se necesita una dosis diaria de 5.000 iu. “Hay demanda y el producto no está en ningún lado”. 

“En el mundo están trabajando con vitamina D y covid, pero no hay un producto con el que puedas decir: ‘tomate una por día’, porque la vitamina D no viene de esa manera. Otra cosa que pasa es que, si se saca del frasquito, se inactiva por la luz. Entonces el proyecto era crear una vitamina D que estuviera en una cápsula nanoformulada y viniera en la dosis diaria justa para el paciente. A las mujeres con osteoporosis se les dice que tomen 100 mil unidades por mes, pero esa dosis no es la que se usa en covid”, expresó Raúl Sanz, médico cardiólogo e integrante del equipo de Farmacología de la Facultad de Ciencias Médicas.

Frente al miedo de la gente por la pandemia y la búsqueda de elementos que pudieran protegerlos, Sanz resaltó la necesidad de dar un medicamento seguro. “La gente ha tomado ivermectina que es un antiparasitario de uso veterinario porque quiere salvarse y no contagiarse. En el consultorio venían a preguntar, pero el problema es que la dosis que se necesitaba para destruir el virus es tóxica para el cuerpo. Entonces yo les sugería tomar vitamina D, que sí tiene efecto, pero no viene en la dosis que requieren”.

Aunque el proyecto apunta a la prevención y tratamiento la Covid- 19 por el contexto en el que vivimos, no solamente se aboca a ella. “Hemos comprobado en diversos estudios que sirve para todas las enfermedades de base inflamatoria como cardiovasculares, infartos, neurológicas, renales o endocrinometabólicas”, dijo Manuel Guevara, médico veterinario. 

“Si administramos vitamina D a un grupo de animales con hipertensión, vemos que quienes la tomaron logran reducir muchísimo los niveles y se baja la presión. Entonces, lo que hemos proyectado ahora es nanoformularla, porque esa partícula chiquitita protege la droga”, explicó el equipo de investigadores.

En concreto, las nanopartículas son como un delivery farmacéutico: es una partícula microscópica, inferior a una célula, que puede trasladar un medicamento hasta determinado lugar del cuerpo. Su ventaja se relaciona a la posibilidad de proteger, de mejor manera, la droga o elemento hasta que llega a destino.

“Ya la tenemos líquida, en la dosis que se necesita y hemos logrado que resista la luz. El próximo paso es lograr tenerla en comprimidos. La idea es que sea una pastilla de cápsula blanda, como las que vienen en otros medicamentos”.

¿Qué genera la vitamina D en el cuerpo?

La vitamina D es recetada solo para los huesos porque actúa en el metabolismo y aumenta la concentración de calcio en ellos. Pero los estudios realizados en los últimos años comenzaron a demostrar otros beneficios. 

En las enfermedades se produce un proceso de inflamación que funciona como un mecanismo de defensa porque ayuda a atacar los gérmenes. Sin embargo, cuando esa inflamación actúa mal, provoca mayor daño. “En el caso de los infartos, hemos visto que si se utiliza la vitamina D se reduce el daño posterior por el infarto. En el caso renal, se ha visto menor daño y que la función renal se logra mantener mejor, durante mayor tiempo”.

“Tiene un efecto preventivo también porque es antioxidante y se están descubriendo cada vez más ventajas”, agregó el bioquímico Sebastían García Menendez.

Por otro lado, los estudios realizados también demuestran su efectividad en el proceso de vacunación o, como alternativa, frente a aquellos casos de personas no vacunadas. “Se ha visto que si hay deficiencia de vitamina D podría ser una de las causas que generan que el paciente no responda bien a la vacunación. También es una alternativa para la persona que no accedió a la vacuna por distintos motivos, porque está contraindicado o porque no quiso por cuestiones éticas”.

En términos generales, se calcula que un 30 % de los mendocinos y mendocinas tienen deficiencia de vitamina D. “No hay ninguna investigación sobre los niveles de vitamina D acá en Mendoza, pero se puede saber por los estudios que se hacen los pacientes. Poner los brazos al sol no sirve: la mayoría del cuerpo tiene que estar expuesto”, dijo Gerardo De Blas, doctor en biología, farmacéutico y bioquímico.

“Las personas que tienen menos vitamina D, tienen más hipertensión  y más enfermedades cardiovasculares. Nosotros, en un día normal de trabajo estamos adentro y, durante la pandemia estuvimos encerrados, entonces es común tener baja la vitamina D. Por ahí los que se exponen más al sol son los que realizan actividad física, pero las personas mayores son las que menos lo toman”, continuó De Blas.

Durante la última semana, el equipo de investigación obtuvo una mención especial en los premios que entrega la Fundación Universidad Nacional de Cuyo a la innovación. El mismo está compuesto por el médico veterinario Manuel Alejandro Guevara, el bioquímico Sebastián García Menéndez, el médico cardiólogo Raúl Lelio Sanz, la doctora en Ciencias Biológicas Luciana Mazzei, la doctora en Farmacia Virna Martin Giménez, el doctor en Farmacia Walter Ariel Fernando Manucha y el doctor en biología, farmacéutico y bioquímico Gerardo De Blas.

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