Confirmado: para tu dolor más profundo, matico

Las dolencias físicas humanas, en la mayoría de los casos, son experiencias no deseadas pero inevitables por el desarrollo vital y la interacción entre las personas. Es lo que nos supone seres transformadores, históricos y evolutivos. De eso se trata esta historia sanadora.

Confirmado: para tu dolor más profundo, matico

Sociedad

#52 - Octubre 2021

Edición U

Edición U

Publicado el 26 DE OCTUBRE DE 2021

Nuestras experiencias dejan cicatrices en nuestros cuerpos. Las heridas que las precedieron se registran en la memoria y, a la vez, parecen recordatorios de lo que fuimos o quisimos ser. Todo ese rastro deja el dolor, que no es más que un aviso de nuestro cerebro para que hagamos algo que restaure lo que se rompió en nuestro organismo.

Por eso, la medicina busca curar y aliviar, para recuperar el estado original del cuerpo contenedor de nuestros proyectos. De esto se trata la historia de tres profesionales de la salud que, desde la Universidad Nacional de Cuyo, han logrado confirmar algo que nuestros ancestros ya sospechaban y, con la sabiduría que dan los años de observar el efecto curativo de las plantas en los seres humanos, lograron aplicar.  

La doctora Alicia Penissi y sus colegas María Laura Mariani y Roberto Coll se tomaron la tarea de confirmar las capacidades sanadoras de dos plantas autóctonas. Se trata del matico, conocido y bien arraigado en Cuyo, y del abrojo grande, característico de los montes del centro-norte del país.

Coll flanqueado por sus colegas, Mariani y Penissi

Esta investigación fue la tesis que le permitió a Coll doctorarse. El médico ejerce en el pediátrico Hospital Notti, donde aplica estos conocimientos a la anestesiología, su especialidad. Como experto en dolor y conductor de la Unidad de Dolor Agudo Pediátrico, espacio que trata el dolor posoperatorio, de traumas y de quemados, Coll confiesa: "Este estudio me ha servido para complementar la parte asistencial".

El villano

Coll se enfrenta cotidianamente al villano de esta película, que es el dolor neuropático. Al decir del médico, “es la forma más severa y difícil de tratar el dolor”, ya que no se alivia ni con una cápsula de ibuprofeno ni con una pastilla de paracetamol, tan frecuentemente ingeridos. Este dolor afecta a millones de personas: se estima que entre el 7 y el 10 % de la población lo padece.    

“El dolor neuropático se presenta cuando hay irritación o lesión de una fibra nerviosa. Es la forma más difícil de tratar porque, por más que se cure la herida o la lesión inicial –por ejemplo, el golpe, la quemadura, el herpes zóster, la amputación e incluso la neuralgia del trigémino (una causa importante de suicidio)–, el nervio ya quedó irritado y sigue transmitiendo información de dolor. Se comporta como un cable pelado que sigue disparando chispazos de dolor hacia el cerebro, y esas neuronas y nervios quedan 'seteados' para seguir disparando dolor”, describió Coll.

 

Ponele matico

Artemisia douglasiana Besser se llama científicamente la sencilla y autóctona planta conocida como matico, el “médico vegetal que cura las heridas” internas, como las úlceras gastrointestinales, o las externas, como las heridas producidas por quemaduras. Ahora quedó comprobado que es un gran rival para el dolor neuropático. Las investigadoras y el recién doctorado también experimentaron con Xanthium cavanillesii Schow, más conocido como abrojo grande, y también lo hicieron con una droga sintética desarrollada en la Universidad Nacional de San Luis. Está claro que de este estudio resulta el valor medicinal y también social por el contenido socio-histórico que tiene la investigación in vitro, que ocupa células de ratas de laboratorio.

El abrojo grande se emplea por sus efectos antiespasmódicos y purgantes

Coll es un hombre sensible ante el valor del saber ancestral. Por eso, resaltó ante Edición U parte de su objetivo en su tesis académica.  

“Con esta investigación, hemos validado la medicina folclórica argentina, es decir que las personas que han habitado las zonas rurales y nuestros antepasados que han utilizado esta planta para curar heridas, lesiones y las úlceras gástricas o intestinales tenían razón”, sentenció el médico. En realidad, la investigación es un aporte importante a la ciencia local. “Es la medicina ‘traslacional,’ que es la aplicación de la ciencia en laboratorio a situaciones que se dan en la vida real”, explicó.

 

Publicaciones

Este trabajo fue publicado en la prestigiosa revista científica de difusión internacional Journal of Inflammation Research y fue distinguido como una de la mejores tesis en Farmacología en el Congreso Argentino de Farmacología Experimental en 2020. La investigación se realizó en el Laboratorio de Inmunofarmacología del Instituto de Histología y Embriología Dr. Mario H. Burgos (IHEM, UNCUYO-Conicet).

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