Desigualdad en los videojuegos: las gamers desafían el acoso y la violencia en línea

En un mundo de videojuegos dominado históricamente por estereotipos masculinos y un ambiente tóxico, las mujeres gamers están alzando su voz para luchar contra la violencia machista y reclamar su lugar en la comunidad de los videojuegos.

Desigualdad en los videojuegos: las gamers desafían el acoso y la violencia en línea

Foto: Freepik.com

Sociedad

Especial tecnología y violencia de género

Especiales

Emilio Murgo

Publicado el 19 DE MAYO DE 2023

El acoso hacia las mujeres en el ámbito de los videojuegos es una realidad que persiste en la actualidad. Cuando las mujeres participan en videojuegos en línea o en competiciones se enfrentan a una serie de desafíos que no tienen que ver con los objetivos del juego, sino con comentarios misóginos que incluyen insultos, denigración, violencia machista y acoso verbal. Los insultos dirigidos hacia las mujeres en los videojuegos suelen basarse en estereotipos de género y comentarios sexistas, mediante lenguaje ofensivo y degradante. Además, las mujeres también son objeto de acoso sexual: reciben mensajes inapropiados, propuestas no deseadas y comentarios de carácter sexual explícito.

En esta oportunidad, desde Unidiversidad pudimos dialogar con dos mujeres gamers que dedican parte de su tiempo a una de sus mayores aficiones. Una de ellas es Belén Giunta, una gamer mendocina que ama los juegos de fútbol —particularmente el Pro Evolution Soccer— y entre su trabajo, la familia y el tiempo libre organiza —junto con otras personas— el popular festival Mendotaku.

Belén, como muchas gamers, ha atravesado comentarios machistas y sexistas en cuanto a sus habilidades tras el mando. “La complejidad que enfrentan las mujeres en el mundo gamer es muy real. A menudo son objeto de acoso verbal y emocional, así como de violencia de género por parte de otros jugadores masculinos. Esto ha creado una atmósfera hostil para las mujeres en los videojuegos, lo que ha llevado a que muchas eviten juegos multijugador o incluso a abandonen los videojuegos por completo”.

La violencia machista en el ámbito de los videojuegos se manifiesta en amenazas, difamación, discriminación y actos de intimidación hacia las mujeres. Estos actos buscan silenciar y desmotivar a las jugadoras, socavando su participación y contribución en la comunidad gamer.

Belén Giunta, gamers mendocina. Foto: Unidiversidad

Otra voz que también nos dio su testimonio es Estefanía Maniscalco, una gamer mendocina que se apasionó por el mundo de Valorant y los streaming en vivo. Para “Tefy”, como se hace llamar en el mundo gamer, los videojuegos —como Hogwarts Legacy— marcaron un lugar en su corazón, aunque también es consciente de que su paso por los streaming la llevaron a tomar ciertos recaudos a la hora de formar una comunidad gamer.

“En mi caso, cuando estaba con los streaming no jugaba a videojuegos competitivos porque prefería concentrarme más en jugar, pasarla bien con mis amigos y no tener que contestar a los comentarios de algunos hombres que me insultaban y denigraban. Hubo ocasiones donde tuve que desconectar el micrófono y la cámara para tener que ahorrarme la situación de tener que enfrentarme a ese tipo de comentarios y situaciones”, resaltó Estefanía.

Estefanía Maniscalco, gamers mendocina. Foto: Unidiversidad

 

La lucha contra la violencia machista debe ser compartida

Las gamers consideran que la lucha contra el acoso y la violencia machista en los videojuegos es una responsabilidad compartida. Las comunidades de jugadores, las empresas desarrolladoras y las plataformas en línea deben tomar medidas concretas para crear entornos seguros, implementar políticas de tolerancia cero ante el acoso y fomentar la educación sobre la igualdad de género.

“Es importante que los desarrolladores de videojuegos y las plataformas en línea tomen medidas enérgicas para abordar la violencia de género en los videojuegos y crear un entorno seguro y acogedor para todas las jugadoras”, remarcó Belén.

Además, Belén cree que la erradicación del acoso y la violencia machista en los videojuegos requiere un esfuerzo conjunto entre las y los jugadores y las compañías desarrolladoras, ya que deberían intervenir mucho más con sus respectivos moderadores.

Para Estefanía, el acoso hacia las mujeres en los videojuegos tiene un impacto significativo en su experiencia de juego y bienestar emocional. “Muchas veces, las jugadoras se ven obligadas a ocultar su identidad de género o evitar el uso de sus micrófonos para evitar ser objeto de acoso. Esto crea barreras para su participación plena y disfrute de los videojuegos”.

Belén y Estefanía, gamers entrevistadas. Foto: Unidiversidad

Así se experimenta el acoso y la violencia de género en el mundo gamer

En el siguiente video, tres jugadores profesionales y con experiencia utilizan un modulador de voz femenina para experimentar en primera persona lo que muchas mujeres enfrentan cada vez que juegan en línea. Insultos, violencia y discriminación son moneda corriente en un mundo en el que el gaming no se limita solo a la diversión, ya que también puede convertirse en una profesión como atleta de deportes electrónicos (esports).

 

La creación de una comunidad gamer feminista y de disidencias

Las mujeres gamers continúan desafiando estas barreras y alzando su voz para exigir un cambio. Para ello, surgieron movimientos y organizaciones —tal es el caso de Women in Games Argentina— que promueven la inclusión y la igualdad en los videojuegos, además de brindar apoyo y visibilidad a las mujeres en la comunidad gamer.

A pesar de los desafíos, las mujeres demuestran su talento, pasión y dedicación en el mundo de los videojuegos, y su perseverancia contribuye a la creación de un entorno más equitativo y respetuoso para todos los jugadores.

En su apartado oficial, la página aboga por una industria de videojuegos más inclusiva, a partir de varias acciones concretas: visibilizar, educar y crear oportunidades de acceso y trabajo para grupos y minorías tradicionalmente en desventaja.

Por último, Women in Games Argentina se percibe como un colectivo que nuclea e invita a todos los agentes que de alguna forma son parte de todos los procesos que implica la cadena de valor: desde desarrolladoras o jugadoras profesionales de esports hasta periodistas, traductoras, artistas, streamers, curadoras de arte, abogadas.

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