El 30 de octubre debe ser feriado

Se trata de una fecha para festejar la vida en civilidad, una fecha que supera cualquier grieta, ya que recuerda las elecciones que trajeron la democracia de vuelta al país. ¿Por qué no nos animamos a celebrar?

El 30 de octubre debe ser feriado

Foto ilustrativa publicada en vaninaberon.wordpress.com

Sociedad

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Horacio Meilán

Publicado el 30 DE OCTUBRE DE 2020

El pasado 25 de octubre, los amantes de la Democracia nos regocijamos por el inolvidable y festejado día que vivió Chile. La posibilidad de, ¡por fin!, haber podido decidir en las urnas, qué Constitución quieren para su futuro, fue sin dudas una verdadera fiesta.

Es que fueron 30 años (en realidad 47, si se suman los de la dictadura de Pinochet), los que tuvieron que esperar para poder decir que finalmente la Democracia, la igualdad de elección, la capacidad de optar, se hiciera una realidad plena.

En Argentina en tanto, en estos tiempos nos debatimos en una grieta interminable, nos acusamos unos a otros y vemos cómo el país se aproxima a un declive que ya se parece más a un abismo que a una pendiente.

Incluso -como no pocas veces ha sucedido- se vuelve a hablar de golpes, autogolpes y de que “peligra la Democracia”.

A la mala memoria colectiva, que al parecer no va más allá de un par de años atrás, se le suma un mal humor permanente, una necesidad de confrontación ineludible y un pesimismo marcado, si el que gobierna es el de enfrente.

Pero a pesar de ello, en nuestro país tenemos una fecha similar a la que vivió Chile el pasado domingo. Una fecha para festejar la vida en civilidad. Una fecha que supera cualquier grieta.

El 30 de octubre de 1983, después de la última y más sangrienta dictadura que viviera nuestro país, millones de compatriotas acudieron en masa a las urnas. No sólo a votar por su candidato predilecto. Sino para elegir y afirmar que queríamos vivir en Democracia para siempre. 

Ese día Argentina fue feliz. Sin grietas. Sin mezquindades. Ese día realmente toda la población fue realmente argentina. Por eso merece ser festejado con un feriado.

 

Razones de un feriado: un día de fiesta

En Argentina hay un calendario de numerosos feriados, muchos de los cuales garantizan fines de semana largos y fomento del turismo, aunque casi ninguno invita a hacer grandes celebraciones por un hecho genuinamente “de fiesta”.

Varios recuerdan fallecimientos: el de Belgrano, el de San Martín, el de Güemes. Es cierto, con razones sobradas para recordarlos por sus actos, pero más aptos para ofrendas florales y actos protocolares que para una celebración colectiva.

También hay feriados religiosos: Carnaval, Semana Santa, la asunción de la Virgen, Navidad (la mayoría sesgados a una única rama religiosa, la cristiana).

Es cierto, hay feriados que buscan evitar que vuelvan los años oscuros, como el Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia. Aunque, seamos sinceros, no pocas veces se transforma en día de picnic y salidas familiares. Y sólo la militancia -y casi exclusivamente de cierto sector político- lo utiliza como lo que debe ser.

Y si bien están las denominadas “fechas patrias” como el 25 de mayo y el 9 de julio, hay algunos que mutaron de manera insólita, como el injustificado 12 de octubre, que años atrás celebraba el lamentable “Día de la Raza” y que ahora, para no ofender a España, se transformó en el “Día de la Diversidad Cultural”.

Muchas veces hablamos de “celebrar la vida”, de que los días en que se vota son “una fiesta” cívica. Pero no nos animamos a, realmente festejar uno de los días más felices que nuestro país vivió.

Pocas fechas en la Argentina contemporánea demuestran la unidad del pueblo argentino. La ausencia de grietas. La comunión bajo un mismo criterio: ser libres. Vivir en Democracia.

Por eso entonces, el 30 de octubre debería ser feriado. Y cada año, ese día, el pueblo debería salir a festejar que vivimos en plena Democracia. Y debería haber desfiles cívicos, celebraciones escolares y en las calles, las cuales, sin dudas, deberían estar adornadas para la ocasión: la verdadera fiesta del pueblo argentino.

Pero no. Preferimos no hacerlo. Una pena

Igualmente, y más allá de que sólo lo decimos “por costumbre”, ¡Feliz día de la Democracia argentina”. A seguirla disfrutando.

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