El consumo de sustancias y la soledad son las principales preocupaciones entre adolescentes

Así lo expresaron chicos y chicas que cursan el último año de la secundaria y participaron del encuentro “Te quiero sano, te llevo seguro”, donde les brindaron charlas sobre salud y seguridad. La incertidumbre frente a la nueva etapa y la importancia de los afectos.

El consumo de sustancias y la soledad son las principales preocupaciones entre adolescentes

En el encuentro participaron 500 estudiantes de 30 escuelas del Gran Mendoza. Foto: Prensa Gobierno

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Verónica Gordillo

Publicado el 10 DE SEPTIEMBRE DE 2025

Hay un preconcepto sobre quienes transitan la adolescencia: no hablan, no tienen intereses, no quieren hacer nada. Hay un preconcepto sobre los adultos: no escuchan, no abren espacios de diálogo, no tienen tiempo. Quinientos chicos y chicas reunidos en el auditorio Ángel Bustelo para compartir y escuchar charlas relacionadas con su salud y su seguridad demostraron que el segundo preconcepto tiene más asidero. Ellos y ellas sí hablan: dicen que les preocupan los consumos problemáticos de sustancia, de tecnología, la soledad y —en muchos casos la depresión— por la que atraviesan sus pares y que su mayor incertidumbre es cómo será el salto de la escuela secundaria —donde se sienten protegidos— a la vida universitaria o laboral.

En el encuentro, que se realizó en conjunto por los programas Ciudadanía en Movimiento, “Te quiero sano, te quiero seguro”, y ConVive Seguro, que organizaron los ministerios de Educación, Cultura e Infancias; de Salud y Deportes y de Seguridad y Justicia, participaron adolescentes que cursan 5º y 6 año de 30 escuelas secundarias del Gran Mendoza. La actividad se replicará en las otras zonas de la provincia.

Chicos y chicas escucharon charlas sobre salud y seguridad y pudieron hacer preguntas sobre esas temáticas. Foto: Prensa Gobierno. 

De acuerdo con la información oficial, la propuesta surgió como una respuesta integral ante el aumento de situaciones de riesgo en la población adolescente en siniestros viales, consumo problemático de sustancias y problemas emergentes de salud mental, como el caso de las autolesiones o el suicidio. La voz de chicos y chicas dio cuenta de que el diagnóstico no fue errado.

La información oficial dimensionó esas problemáticas. Consignó que, en 2024, 300 jóvenes de 15 a 34 años murieron en el país en siniestros viales, que fue la principal causa de muerte en adolescentes. Según la ONG Luchemos por la Vida, protagonizaron tres veces más choques mortales que los adultos, y su participación fue mayor en situaciones de riesgo, como exceso de velocidad y alcohol al volante. Además, en los últimos 15 años, en Argentina aumentaron en un 100 % los suicidios en menores de 20 años, que se convirtieron en la segunda causa de muerte en este grupo etario.

Durante toda la mañana adolescentes reunidos en especies de burbujas dieron la vuelta a todas las charlas y actividades, donde les hablaron con claridad y sin una visión moralizante sobre temas que los ponen en riesgo. Salud mental —con especial enfoque en prevención de autolesiones y suicidio—, sexual y reproductiva, vacunación, controles de peso y talla, seguridad al volante, ciberdelito y ofertas de carreras y oficios fueron algunos de los tópicos sobre los que profesionales de cada área y de las comunas expusieron y respondieron a las dudas del grupo de estudiantes.

No solo hubo charlas. En la explanada del auditorio también hubo juegos sobre temas de salud, sobre mitos relacionados con la alimentación, con el uso de drogas o la sexualidad, y uno que les permitió vivenciar cómo es conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas utilizando unas gafas con las que recorrieron un mini circuito.

“No hablo de moral, sino de su salud, de cuidar su salud ahora y para toda su vida”, les dijo el psiquiatra Manuel Vilapriño. 

Pedir ayuda

La charla inicial la dio el director de Salud Mental y Consumos Problemáticos, Manuel Vilapriño, quien explicó que desde hace años los padecimientos relacionados con su área crecen en forma sostenida y que después de la pandemia de COVID se triplicaron. Y comentó que hoy, la mayor parte se relaciona con problemáticas de consumo de base, no solo de distintas sustancias, sino también de tecnología y el juego on line.  

El psiquiatra comentó ante cientos de jóvenes que nadie elije tener una adicción, que es una enfermedad que incluye problemas metabólicos, pero resaltó que lo que sí se elige es consumir, por lo que les pidió que tengan conductas de cuidado. Dijo que les venden pescado podrido cuando les aseguran que no pasa nada al probar alguna sustancia y que es necesario que entiendan a qué se exponen. “No hablo de moral, sino de su salud, de cuidar su salud ahora y para toda su vida”.

El médico les explicó que la corteza prefrontal del cerebro crece hasta los 20 años, que es la responsable de regular las decisiones del individuo y que justamente su desarrollo es lo que más se afecta con el consumo de sustancias. “Esa corteza prefrontal se está haciendo fuerte justamente a la edad de ustedes, no la debilitemos”, comentó.

Ante la pregunta de una chica, de si una persona adicta se recupera, Vilapriño contestó que la recuperación es posible en un 40 %, aunque deberá cuidarse toda la vida. “Tengo que pedir ayuda, hablar y ser escuchado porque la adicción no distingue nada, ni color, ni religión, ni moral. Hay que hablar, aprovechar este momento histórico después de la pandemia, porque el tema salió a la luz, se puso sobre la mesa”.

Ante otra pregunta relacionada sobre cómo piden ayuda y cuál es la importancia de la familia, el médico contestó que todas las redes de contención son esenciales, que no siempre hay una familia, pero sí gente cercana que puede acompañar, lo que no significa —expresó— decir a todo que sí, sino estar presente y ser parte del proceso de recuperación.

Unas gafas les permitieron a los y las adolescentes vivenciar cómo es conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas. Foto: Ministerio de Seguridad. 

La voz adolescente

Un grupo de adolescentes que participaron en el encuentro comentaron a Unidiversidad que las charlas y los talleres respondieron dudas relacionadas especialmente con temas de salud. Además, coincidieron en las problemáticas que observan a su alrededor aún cuando no las sufran: el consumo de sustancias, de tecnologías, el juego on line, la soledad, la depresión. También coincidieron en la incertidumbre que les provoca dejar la secundaria e ingresar a la facultad o al mundo laboral.

Brunella Del Vecchio (18) y Mercedes Bracelis (17), alumnas de la escuela Pablo Neruda de Luján de Cuyo, comentaron que las problemáticas que ven con frecuencia a su alrededor —aunque no en su grupo— son el consumo de marihuana y la depresión. Y explicaron que en las charlas les aclararon dudas sobre el tema, especialmente sobre el efecto que tienen esas sustancias en el cuerpo y en el cerebro.

Jeremías Rivas (17) y Joaquín Piña (18), alumnos de la escuela Pablo Nogués, coincidieron en la importancia de la información que les brindaron, como el tema de la tecnología como adicción.

“Me preocupa el tema de normalizar adicciones que no están buenas, como el celular y la tecnología en general, porque me parece que facilitan cosas, pero lo que terminan haciendo es que uno no pueda actuar o pensar por sí mismo”, comentó Jeremías.

Chicos y chicas coincidieron en que el consumo problemático de sustancias es uno de los temas que les preocupa. Foto: Prensa Gobierno. 

Paula Martínez (17), Avril Martínez (17) y Jazmín Delaguarda (18), alumnas de la escuela General Las Heras comentaron que lo mejor del encuentro fue que en las distintas charlas o al participar en los talles les dieron respuestas a todas las dudas que tenían en temas relacionados con su salud y su seguridad.

Las tres coincidieron en que el mayor problema que ven entre sus pares es el consumo de distintas sustancias. “Me preocupan ciertas adicciones aunque sé que nos las voy a tener, pero sí veo a gente que me rodea, gente que está metido en eso, lo veo muy común y me preocupa, porque está como normalizado”, dijo Paula.

Otro de los problemas que resaltaron fue la soledad de chicas y chicas a su alrededor, así como la importancia de los afectos que no siempre provienen de una familia de sangre.  “A veces siento que hay chicos que están muy solos, que no sienten el apoyo tanto de su familia, tienen amigos, pero a veces siento que están muy solos. “Yo no comparto ADN con mi familia, pero es mi verdadera familia, los amo muchísimo. Creo que eso se tendría que aclarar también, que la familia no es solo la que comparte ADN, sino que también vos podés elegir tu propia familia. Los amigos que te rodean también son muy importantes, te dan un apoyo enorme”, expresó Paula.

Para Milagros Ramírez (18), de la escuela Draghi Lucero, la problemática más común es la de los siniestros viales, porque comentó que manejan borrachos o sin casco. También consideró un problema que algunos chicos o chicas normalicen el consumo de sustancias y que muchos se sientan solos.

En uno de los stand, dos profesionales les explicaron la importancia del autocuidado cuando salen con sus pares. Foto: Ministerio de Seguridad. 

Para Melina Torrejón (18), alumna de la escuela de Bellas Artes, el encuentro fue positivo, porque se trataron muchas temáticas y les respondieron dudas. Dijo que es importante para la etapa que inician, ya que consideró que el secundario es una especie de burbuja y que a partir de ahora deben afrontar el mundo real.

Para Melina, el consumo problemático de distintas sustancias es un problema que ve a su alrededor, aunque explicó que en su escuela hablan mucho del tema. “Al menos en mi escuela tengo la suerte de que lo hablamos, lo debatimos, se genera mucha conciencia, siempre hay un espacio para hablar de estos temas que por ahí en otros lados son tabú”.

Melina destacó la importancia de los vínculos en esta etapa: “Me parece muy importante, porque por ahí no tenemos nuestra familia, pero sí tenemos amigos. Siempre es muy importante desarrollar vínculos con otras personas y entender que no estamos solos o no tenemos por qué estar solos, me parece muy importante ese tipo de contención y de vínculos”, expresó.

También compartieron su visión Valentina Antonolli (17) y Ornella Debastiani (17), de la escuela Tomás Alba Edison, quienes explicaron que las charlas fueron interesantes porque reforzaron conceptos que consideran importantes para cuidar su salud y que fue lindo compartir el día con tantos estudiantes.

Las chicas coincidieron en que hoy el sentimiento en común es la incertidumbre frente a la nueva etapa que comienzan, especialmente si podrán ingresar a la universidad y cómo les irá en los estudios.

Tiziano Carrizo (17), alumno de la escuela Corazón de María, consideró que el encuentro estuvo bueno por la cantidad de estudiantes que participaron y porque se abordaron temas de los que no se habla mucho y que son necesarios, como los relacionados con la salud y los consumos problemáticos.

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