El desafío de consolidar un proyecto para el crecimiento de la UNCUYO

Por Ing. Agr. Daniel Pizzi, rector de la Universidad Nacional de Cuyo

El desafío de consolidar un proyecto para el crecimiento de la UNCUYO

Daniel Pizzi, rector de la Universidad Nacional de Cuyo. Foto archivo Unidiversidad

Sociedad

#31 - Rumbo marcado

Edición U

Ing. Agr. Daniel Pizzi, rector de la Universidad Nacional de Cuyo

Publicado el 26 DE AGOSTO DE 2018

Es un inmenso orgullo seguir representando a la Universidad en este segundo mandato y haber sido revalidado para esta tarea justamente en el año del centenario de la Reforma Universitaria, que sentó las bases y marcó el rumbo para que en nuestro país, la educación superior fuera una instancia democrática, bajo la impronta del cogobierno, pero también autónoma, laica y gratuita. Esas son las banderas históricas que defendemos y a las que hemos sabido sumar, luego, las de la inclusión social y el nivel académico.

Me impacta iniciar un nuevo período en la Universidad, no solo por la obligación y responsabilidad que implica, sino porque soy un claro producto de la educación pública de este país. Por ello, mi compromiso con estos valores es una declaración de principios inalterable.

Lamentablemente, la universidad pública sigue estando en deuda con la sociedad que la sostiene. Debemos ser capaces de redoblar esfuerzos y agudizar el ingenio para equilibrar las cargas y empezar a sentir que la misión puede estar cumplida. Mientras tanto, seguiremos trabajando para lograrlo.

Soy un hijo agradecido de la UNCUYO que hizo toda su carrera en esta casa y que ahora busca devolver todas las oportunidades que me brindaron, multiplicándolas para que miles de jóvenes tengan las mismas chances que tuve yo. Si no hubiera existido el sistema educativo público argentino, difícilmente mis padres nos hubieran podido brindar a mis hermanos y a mí la educación que tuvimos. Ese fue el punto de partida, la igualdad universal de acceso garantizada por el Estado, sobre la que mi familia nos inculcó también la cultura de la responsabilidad y el esfuerzo individual, indispensables para la obtención de cualquier objetivo, sea personal o colectivo.

A lo largo de mi vida ligada a esta institución, primero como alumno del Liceo Agrícola, luego en mi paso por mi querida Facultad de Ciencias Agrarias y, posteriormente, en todas las facetas profesionales como docente, investigador, de gestión y recientemente al frente del Rectorado, he tenido presentes esos valores y he recordado siempre aquellos orígenes. 

No estoy cansado ni satisfecho. Quiero más para la UNCUYO. Creo tener la fuerza y la disposición para seguir aportando a su consolidación y crecimiento, ahora más que nunca, en un mundo cambiante y de insospechado sesgo tecnológico al que debemos comprender para completar nuestras tareas como institución educativa.

Quiero ratificar mi compromiso con la universidad pública y su defensa. En esto incluyo el necesario presupuesto que nos permita funcionar como corresponde, para cumplir con el rol educativo, pero también con el rol social y cultural que tiene la UNCUYO.

Entendemos a la Universidad como un enorme abanico de posibles soluciones a disposición de los diferentes niveles del Estado, pero también de las organizaciones de la comunidad, del sector público y del privado. Buscamos involucrarnos y contribuir.

Queremos que quienes tomen la posta en el futuro puedan tener un camino consolidado para que muchos más puedan seguir transitando el sendero de la educación pública, de la mano de la inclusión y la igualdad de oportunidades para todos.

 

Rumbo marcado

La UNCUYO emprende una nueva etapa en su viaje al futuro, una travesía que lleva como guía al espíritu reformista de 1918.

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