Eduquemos, que lo demás no importa nada

"Porque ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de los demás" - Nelson Mandela, líder sudafricano.

Eduquemos, que lo demás no importa nada

Sociedad

Especial cárceles y educación

Especiales

Edición U

Publicado el 29 DE AGOSTO DE 2017

La paráfrasis de la épica cita sanmartiniana (“Seamos libres, que lo demás no importa nada”) tiene un propósito claro, con un tono de advertencia editorial. Este informe periodístico de Edición U busca mostrar cómo las personas encarceladas hacen lo imposible por cambiar su realidad y se proyectan en el tiempo al transfomar su presente mediante el estudio y el conocimiento.

Por lo pronto, también es necesario aclarar que la mirada, el foco de este trabajo, no negará la realidad penitenciaria muros hacia dentro. Por el contrario, la idea es mostrar que –pese a esa existencia tan dolorosa– hay acciones orgánicas que muestran cierto empecinamiento en querer cumplir con el artículo 18 de la Constitución en su párrafo dedicado a cómo deben ser las cárceles en Argentina.

“Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquella exija, hará responsable al juez que la autorice”, dice el texto de la Carta Magna.

Este espacio legal, marcado por los constituyentes y los programas educativos de la UNCUYO, es el punto de partida para esta exploración que proponemos en estas páginas. La pregunta "¿Para qué sirven las cárceles?" es el disparador de este periplo de notas, informes y entrevistas. Es un interrogante repetido y siempre inoportuno para un tiempo en el que el revanchismo emerge como una salida fácil.

Es el Programa de Educación Universitaria en Contexto de Encierro (PEUCE) el que integra todas las iniciativas de reinserción y formación. Allí, unidades académicas y secretarías universitarias se enlazan para llevar adelante proyectos como huertas orgánicas dentro de los penales, o acciones coordinadas como los proyectos Mauricio López para el tratamiento de internos con adicciones. En ese cuadro también entran las capacitaciones de oficios y emprendimientos. El entramado de organismos locales y nacionales que son competentes para estos objetivos se vislumbra en este informe.

Toda esta madeja es una propuesta de trabajo educativo complejo. Las personas que cumplen condena y que a la vez quieren ejercer el derecho de educarse, al encontrarse en condiciones objetivas adversas, tratan de sostenerse en un tablero inestable, como es el sistema penitenciario (que a la vez es controlado por el Poder Judicial). Estas situaciones, muchas veces hostiles para los internos y también para educadores, no hacen más que redoblar los esfuerzos para mantener la idea.

Siempre por encima de las circunstancias está la voluntad de los que quieren transformar. Es nuestro objetivo implícito poner en valor que la intención humana puede más que los mismos sistemas creados por otros humanos. O sea, es salir de una paradoja que resulta perversa y se trata de enaltecer a la educación como el puente hacia una sociedad mejor para construir ciudadanos, y más si se da entre los muros carcelarios. 

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