Extractivismo y agronegocio, un modelo de ganancias externas y pérdidas locales

Frente a los incendios, quema de terrenos y avance sobre territorios de pueblos originarios y campesinos, la única salida es la agroecología bajo el paradigma de la soberanía alimentaria.

Extractivismo y agronegocio, un modelo de ganancias externas y pérdidas locales

Foto: El Tribuno

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Unidiversidad / Ángeles Balderrama

Publicado el 14 DE OCTUBRE DE 2020

“En mi paraje de monte nativo, éramos campesinos, teníamos animales, cabras, ovejas, vacas, y se vivía en una relación muy sana con la naturaleza. Cuando era chica, surgió un incendio que duró tres días y arrasó con mi campo, no me voy a olvidar nunca. Desde ahí, los incendios se dieron con naturalidad”, expresó Andrea Rocha, integrante del Movimiento Campesino de Córdoba en el tercer encuentro virtual del ciclo "Pensar la heterogeneidad-Regionales Clacso en diálogo”.

A nivel mundial, la dinámica del capitalismo cruza fronteras de manera veloz e impactó de lleno en el modelo productivo del territorio latinoamericano. Sin embargo, a pesar de que se trata de una temática recurrente en la agenda social, para el ingeniero y magíster Alberto Pérez, el agronegocio no es parte de la agenda pública.

“Cuando cae el modelo de acumulación en los años 70, es reemplazado por otro modelo que tiene su sustento en la amplia libertad del movimiento de mercancías y capital. Este cambio impacta en nuestro territorio, ya que el nuevo modelo se sustenta en la exportación de materia prima basada en el monocultivo. Esto es funcional a la apropiación de recursos naturales por las empresas transnacionales. De ahí se deriva la presión constante que realizan este tipo de empresas y sus socios locales sobre nuestros territorios”, destacó Pérez, que además es especialista en Estudios Socioeconómicos y docente investigador de la Universidad Nacional de San Luis.

La humanidad se "está devorando" el 70% del planeta

La humanidad padece una emergencia por alimentos porque está "devorando" con costumbres y estilos de vida equivocados el 70 % de la naturaleza del planeta, advirtió hoy la ONG Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

En Argentina, desde mediados de 1990, se produjo una profundización de la producción de granos, cereales y oleaginosas, y con ello, un aumento de las áreas sembradas. Además, ciertos elementos tecnológicos e innovaciones químicas (tales como los agroquímicos) fueron conformando un escenario productivo “ideal”.

“El desmonte es una inversión. Antes se pedían permisos, pero como en Ambiente no los dan, ahora directamente prenden todo. Por estos negocios, muchas familias se quedaron sin animales, sin huertas, y terminan siendo empleadas por dos monedas, porque ya no tienen de qué vivir. Frente a un campo quemado, los campesinos venden sus animales y se trasladan a los pueblos, pero no tienen fuente de trabajo. En mi paraje, La Masa, el despoblamiento es terrible, e inclusive a los chicos que van a la escuela los trasladan en tráfics desde el pueblo, porque en el paraje ya no hay habitantes”, explicó Andrea Rocha.

En este sentido, la integrante del Movimiento Campesino de Córdoba remarcó que el proceso se inició con la soja y los constantes desmontes generaron cada vez más incendios en la zona. Actualmente, otro de los problemas que enfrentan es la falta de agua.

“Preferiría decir que tengo agua y no conexión a internet, pero es al revés. Una paradoja de la vida. Los jóvenes de la zona se van de sus tierras porque no ven oportunidades, aunque, con suerte, alguno logra recibirse de la universidad”, dijo Rocha.

Para Alberto Pérez, la única forma de superar el agronegocio es lograr la construcción de un pensamiento científico cimentado en un diálogo de saberes con las poblaciones campesinas. “Hay que mutar este modelo, insostenible desde donde se lo mire (socioeconómico, político, ambiental), y cambiarlo por un modelo basado en la autodeterminación de los pueblos en términos productivos, cuyo sustento sea el paradigma de la soberanía alimentaria”.

Mendoza y el desafío de ser pionera en legislar la agroecología

La ley sobre agroecología convertiría a Mendoza en pionera en una legislación de este tipo, que busca incentivar un sistema de producción distinto, sustentable, rentable y que apunta a la bioeconomía como forma de diversificar y agregar valor a la producción agrícola. La ronda de consultas con diversos organismos continuará la semana próxima.

De esta manera, la agroecología se presenta como un modelo superador que brinda las herramientas para entender el agro-ecosistema como elementos interrelacionados, y a partir de ellos, actuar en consecuencia. A la vez, se trata de un sistema que también produce ganancias que, si bien no son iguales a las del agronegocio, tienen un costo productivo mucho menor.

“Desde la agroecología, empezamos a dar un poco más de valor a nuestras cosas porque antes no valorábamos lo que cosechábamos. Al campesino siempre se lo tildó de recibido con título de ignorante, siempre fue humillado y desvalorizado; sin embargo, yo prefería cansarme de comer duraznos, ciruelas o frutilla de mi huerta que ir a comprar a un supermercado, como tengo que hacer ahora, porque no sé lo que estoy comiendo. La idea de las escuelas campesinas es formar a los jóvenes y adultos para que no se vayan del campo a la ciudad, pero se necesita de políticas públicas que acompañen”, concluyó Rocha.

Acuerdos medioambientales, un "lavado de cara" que no llega a la raíz de la crisis

El 2020 puso en evidencia la crisis ambiental a nivel mundial. Coronavirus en el mundo, incendios forestales en 11 provincias argentinas y, en medio de la situación, un tratado porcino con China.

 

Acerca de las charlas y debates anteriores

El primer conversatorio se tituló “Violencias patriarcales en diferentes contextos” (ver el video aquí). El segundo llevó por nombre “Territorios en disputa: extractivismo(s) y re-existencias (ver el video aquí). 

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