La educación privada como opción y no como imposición

Desde el Sadop consideran que la educación privada debería ser una opción y no una imposición ante la falta de bancos en la estatal. En tanto, el SUTE apoya la visión oficial.

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Publicado el 02 DE JUNIO DE 2015

La secretaria general de la seccional Mendoza del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP), María Elina Escot, aseguró que la educación de gestión privada debe ser una opción de libertad para los padres y no una imposición por falta de matrícula en los establecimientos estatales. En este sentido, consideró que Mendoza posee un sistema equilibrado. Escot analizó las razones del crecimiento de la matrícula de las escuelas primarias de gestión privada en Argentina y en Mendoza, la cual, de acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Educación de la Nación, aumentó 3 puntos porcentuales entre 2003 y 2011.

La gremialista recalcó la necesidad de que exista un equilibro en el sistema, ya que consideró a este punto clave para defender la educación pública. Dijo que no puede pasar lo que ocurre en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde más del 50 por ciento de la oferta educativa es privada. “La lógica es que la escuela privada sea una opción de la libertad y no una imposición frente a la no apertura de escuelas estatales. Mendoza nunca se fue de proporción, porque la privada nunca superó el 20 o 30 %, porque en primaria el porcentaje es más alto”, argumentó la dirigente.

Escot enumeró algunos de los factores que se combinan para que los padres elijan una escuela privada: un proyecto institucional claro, la permanencia del plantel docente, la formación en valores, la jornada extendida, el cumplimiento del calendario anual y la mejora en la situación general de empleo, que permite a las familias pagar una cuota. Entre estos factores, la gremialista destacó el de la jornada extendida, ya que muchos de los padres que envían sus hijos al sistema privado trabajan fuera del hogar hasta las 17.00 o 18.00.
 

Salarios subsidiados

En Mendoza existen unas 130 escuelas privadas primarias que se concentran en las zonas urbanas, de las cuales unas 100 reciben subsidio estatal. El porcentaje de la ayuda va entre el 30 y el 100 %, lo que guarda estrecha relación con la matrícula y la cuota que cobran. El Ejecutivo destina 32 millones de pesos mensuales en subsidios para estos establecimientos, según datos proporcionados por la oficina de Prensa de la Dirección General de Escuelas (DGE).
 

La situación docente

De acuerdo con las encuestas de condiciones de trabajo que realizó SADOP, los docentes de escuelas privadas faltan menos y no tienen temor ni problemas con los alumnos. Su malestar se circunscribe, más bien, a la inestabilidad laboral.

Escot explicó que como el gremio no participa en paritarias –un reclamo que mantienen hace años– cuesta que los dueños de los colegios respeten los ítems acordados, como el equivalente al incentivo docente, la cláusula de garantía o el salario familiar. La gremialista comentó que si bien las reglas de juego del sistema las pone el Gobierno, algunos dueños de colegios no lo tienen claro y se resisten a cumplir con normas generales, como el respeto por las leyes de equidad, de inclusión y de permanencia.

 

Sensación de seguridad

“La educación pública es la única que tiende a la igualdad y a la inclusión, y sólo el Estado puede ser el garante de estos derechos". Defensor a ultranza de lo público por sobre lo privado, el titular del Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación, Adrián Mateluna, considera que si la educación mejora, quiere decir que todo el país está mejor. El gremialista sí acepta que hay éxodo pero no lo vincula con la calidad educativa, sino más bien con una elección de los padres que poco tiene que ver con los contenidos y mucho menos con la capacidad de los docentes.

Al hablar con Edición U acerca del crecimiento de la matrícula en el sector privado, consideró que muchos padres están eligiendo estas escuelas porque, al igual que en los barrios privados, tienen mayor sensación de seguridad. Sin embargo, aseguró que deberían pensar que sólo se trata de sensación y no de una acción real.

Mateluna rechaza de plano la educación privada. “Las escuelas deberían estar abiertas a la comunidad, sin muros, para que se integren con las organizaciones”, considera, aunque no desconoce que se trata de una situación que se aleja de la realidad. Oor eso apunta a este ítem como uno de los mecanismos de elección por parte de los padres.

Con respecto a la calidad educativa, asegura que los contenidos y los docentes son los mismos. Sin embargo, destaca que los maestros de establecimientos privados tienen peores condiciones de trabajo que los estatales. Esto, porque no les pagan todos los ítems que se abonan en la estatal;por ejemplo, la totalidad de la antigüedad y la zona. Así, según Mateluna, la mayoría de los docentes empiezan en la privada, pero cuando consiguen sumar puntos y experiencia se trasladan a la estatal porque consiguen mejores salarios.

“Para los trabajadores es una precarización terrible de los derechos y la mercantilización de los planes de estudio”, opina el sindicalista cuando se le advierte que la migración hacia la privada aumentó, en los últimos 10 años, el 4 %.

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