La población inquilina de Mendoza creció en Ciudad y Godoy Cruz

Así lo muestra un estudio que realizó un equipo del CCT Conicet Mendoza. El 43% de las personas encuestadas alquila hace 10 años y destina más del 40% de su sueldo para ese fin.

La población inquilina de Mendoza creció en Ciudad y Godoy Cruz

El trabajo determinó que el fenómeno de la “inquilinización” crece en Mendoza. Foto: equipo investigación/Prensa Conicet

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Publicado el 10 DE ENERO DE 2024

La población que no es propietaria y alquila una casa en Mendoza creció especialmente en los departamentos de Ciudad y Godoy Cruz, según un estudio que realizó un equipo de investigación del CCT Conicet Mendoza. El 43% renta hace 10 años, destina más del 40% de su sueldo al pago mensual y la mayoría es mujer y jefa de hogar.

El objetivo del trabajo, que realizó un equipo perteneciente a la línea de Hábitat Social Sustentable del Instituto de Ambiente, Hábitat y Energía (Inahe-Conicet), fue analizar el fenómeno de la “inquilinización”, que ocurre en la Argentina desde finales de los años noventa. El mismo consiste en el  crecimiento acelerado de hogares inquilinos a la par del decrecimiento de hogares propietarios, que se acompaña con una concentración habitacional en las zonas centrales de las ciudades lo que provoca densificación urbana y mayor sedimentación en la oferta de viviendas.

Este fenómeno se replica en Mendoza, aunque no existían informes sobre la problemática. Por eso, el equipo de investigación realizó un relevamiento sobre las condiciones sociohabitacionales de los hogares inquilinos y el fenómeno de la “inquilinización” en el Área Metropolitana.

Primeros resultados

El proyecto comenzó en 2021, durante la pandemia de COVID19, evaluando las causas de los desalojos, ocurridos en esta época, y los dispositivos legales y estatales para la protección de las familias. Ese mismo año, se realizó una primera encuesta digital para conocer la situación de los hogares inquilinos.

“Este trabajo comenzó porque veíamos que no había datos ni hay abordajes estatales sobre la situación sociohabitacional de la provincia. No existía información sobre cuántos inquilinos somos, por ejemplo. Por eso empezamos a hacer las encuestas y en base a eso comenzamos a construir datos y a realizar una trazabilidad”, comentó Virginia Miranda Gassull, coordinadora del proyecto.

Los resultados de la primera encuesta determinaron que el fenómeno de la inquilinización era mayor en los departamentos de Ciudad, Godoy Cruz y Guaymallén. Por otro lado, los datos indicaron que el alquiler representaba entre un 30% a 50% de los salarios declarados por hogar. Además, se manifestaron problemáticas como: dificultades a la hora de alquilar, dificultad para renovar los contratos y desacuerdos con el rol de las inmobiliarias y dueños directos.

“Una de las cosas que observamos con ese relevamiento es que había movimientos de inquilinos organizados. La pandemia fue durísima, sobre todo para la clase trabajadora. Nosotras tomamos conocimiento de que hubo al menos cuatro organizaciones inquilinas que luego observamos que disminuyeron su presencia, lo cual es lógico pensando en el contexto que se estaba atravesando. Estas organizaciones fueron muy importantes porque sirvieron para visibilizar la temática y asesorar. En nuestro caso, logramos que la encuesta fuera declarada de interés por la Legislatura de Mendoza y eso funciona como herramienta de lucha para poner el tema en agenda”, dijo la investigadora.

Virginia Miranda Gassull, coordinadora del proyecto, destacó la importancia de contar con datos locales. Foto: Captura pantalla Señal U. 

Actualización 2023

En 2023, el equipo de investigación llevó a cabo una segunda consulta con el objetivo de actualizar los datos e incorporar nuevas preguntas, entre ellas, sobre la situación del inquilinato en los barrios populares.

Los datos preliminares de esta segunda consulta, que aún están en proceso de sistematización y análisis, indicaron que hay un crecimiento de la población no propietaria principalmente en los departamentos de Ciudad y Godoy Cruz, lo que, según pone de manifiesto el relevamiento, confirma el proceso de inquilinización en la provincia.

Además, se observó que el 43% de las personas encuestadas alquila hace más de 10 años, que en su gran mayoría son mujeres de entre 26 a 45 años, jefas de hogar y con trabajo registrado. Solo un 37% de los hogares consultados manifestó que el contrato cumplía con la Ley 27.551 de Alquileres. También se observó que gran parte de los alquileres se realiza mediante dueño directo y no por inmobiliaria.

Con respecto a los valores, los resultados mostraron que los alquileres significan entre uno a dos salarios mínimo, vital y móvil (SMVM). “De nuestra muestra, el 35% de las respuestas indicó que destinan más del 40% del salario al pago del alquiler, y lo que sumamos en esta última encuesta es el endeudamiento de las familias que nos dio altísimo: siete de cada diez hogares inquilinos se endeuda por distintas razones: para pagar servicios o pagar electrodomésticos o tecnologías, dos de cada de cinco se endeuda para pagar el alquiler”, indica Florencia Ginestar, becaria doctoral e integrante del estudio.

Alquileres temporarios

Una problemática que se detectó a través de este segundo estudio es que en Mendoza hay una gran oferta de alquileres temporales para turismo y que las viviendas pertenecen al mismo parque habitacional. Además, el valor de dichos alquileres es cincuenta por ciento más alto que el de los destinados a hábitat permanente.

“Ha habido una limitación de la oferta de viviendas en alquiler que han pasado a la compra-venta o al alquiler temporario. Nosotras tomamos en cuenta, como muestra, lo que está publicado en los portales inmobiliarios: precios, tipos de vivienda, cantidad, y lo que observamos es que en las zonas de mayor demanda hay el doble de propiedades dispuestas para alquiler temporal, por ejemplo en Chacras de Coria, es mucho más la oferta de temporario”, agrega Miranda Gassull.

Otro aspecto que se tuvo en cuenta en este último relevamiento fue el relacionado al malestar de las personas que alquilan, principalmente el estrés, y las respuestas indican que la condición de ser inquilino afecta, principalmente, la capacidad de ahorro y que, a su vez, eso repercute en la posibilidad de acceso a una vivienda propia y en las opciones de proyectar a futuro. Además, más del 65% de los y las encuestadas indicó sentirse discriminado o discriminada por tener infancias, mascotas, por su condición laboral, de género, entre otras.

“Es importante poder tener datos propios de Mendoza y entender la complejidad del tema porque hay una diversidad de hogares inquilinos que están diferenciados según donde se localizan, según a qué estrato social pertenecen los ocupantes, qué oportunidad tienen de acceso a créditos. Y después poder hacer una comparación con el resto de las ciudades del país y realizar lecturas propias y lecturas macro del acceso al hábitat desde el formato del alquiler”, concluye la investigadora.

 

Fuente: CCT Conicet Mendoza

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