¿Chavismo y post-chavismo en Venezuela?

El politólogo Atilio Borón evaluó que su deceso significará la “coagulación del chavismo como una corriente política ideológica de la izquierda en América Latina”, a pesar de los pronósticos de otros analistas que hablan de "post-chavismo".

¿Chavismo y post-chavismo en Venezuela?

Atilio Borón, foto: web

Sociedad

Unidiversidad

Agencia de Noticias TELAM

Publicado el 11 DE MARZO DE 2013

El sociólogo explicó en una entrevista a Télam el panorama político y económico que deja el fallecimiento del líder venezolano, ocurrido el último martes a causa del cáncer que padecía desde hacía casi dos años, y pronosticó un futuro estable para un supuesto gobierno de Nicolás Maduro.

“La muerte de Chávez ciertamente produce un vacío difícil de llenar porque se trata de un líder dotado de una enorme capacidad de creación de consensos y de concretar en los hechos el espíritu unitario propio de los ideales anti-imperialistas y bolivarianos”, analizó.

“Esto significa que el avance del proceso de emancipación económica, social y política demuestra que la región va a tener que acostumbrarse a un estilo de conducción diferente a lo que era antes, bajo el liderazgo de Chávez”, dijo.

El analista remarcó que si bien “no hay nadie que pueda ocupar ese lugar”, la dinámica del proceso de integración de América Latina continuará su curso, “aunque va a descansar de manera creciente sobre los acuerdos e iniciativas que tomen los gobiernos de la región, sobre todo los más consustanciados con el ideal bolivariano y sanmartiniano de la unidad latinoamericana”.

“Hay mucha gente, como Rodolfo Terragno, Jorge Altamira y Beatriz Sarlo, que en notas publicadas en estos días hablan con cierta ligereza del surgimiento de un `post-chavismo` cuando, en realidad, si algo va a acontecer con la muerte de Chávez, es la coagulación del chavismo como una corriente política ideológica de la izquierda en América Latina”, puntualizó.

“Esto, lejos de ser un fenómeno exclusivo en América Latina, también fue observado en otras latitudes; por ejemplo en la India. Pese a los asesinatos del Mahatma e Indira Gandhi, la enorme gravitación del movimiento social y la fuerza políticos que ellos lideraron, el Partido del Congreso, continuó por décadas después de sus muertes”, ejemplificó.

El sociólogo volvió sobre la muerte de Chávez y, utilizando el concepto de Antonio Gramsci dijo que “ahora habrá un nuevo bloque histórico que perdure mucho más allá del horizonte vital del fundador del movimiento".

"Eso es lo que América Latina necesita: un chavismo muy robusto para seguir profundizando el proceso de integración de nuestros pueblos y de defensa en contra de las agresiones del imperialismo”, resumió.

En cuanto al futuro político, recordó que “Chávez dijo que el candidato a sucederlo es Maduro, que hay que votar a Maduro y la continuidad del proceso es Maduro y por más que haya sectores que se resistan, no creo que ninguno de ellos vaya a cuestionar lo que Chávez estableció tan claramente”.

El politólogo hizo referencia a las distintas figuras que forman parte del gobierno de Chávez y que podrían ambicionar sucederlo, como el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.

“Cabello está solidario con esa decisión que tomó Chávez, y sabe que sería un riesgo enorme  tratar de enmendarle la plana a Chávez, que le pidió a su pueblo que votaran por Nicolás Maduro. Desafiar ese mandato fracturaría al chavismo y eso sería un error tremendo”, consideró.

No obstante, reconoció que “internas puede haber” porque “en todos los partidos políticos las hay” pero entiende que en este caso, se está “preservando la unidad del conjunto”.

“En este momento tan especial se nota que hay una consolidación de las facciones dentro del chavismo, que se han unificado porque saben que, si entran en una dinámica de centrifugación, la derecha puede derrotarlos”.

“El chavismo sólo puede ganar si permanece unificado; si hay dos chavismos podrían ganar Henrique Capriles y la Embajada norteamericana”, opinó.

Por el contrario, sostuvo que “si Maduro gana y hace una buena gestión, fortalece vínculos con los movimientos populares y logra contar con el permanente aval del Ejército -que hasta ahora está garantizado- una discusión sobre la sucesión podría abrirse poco antes de que termine su mandato, es decir, no antes de 6 años”.

En cuanto a la oposición, consideró que ahora “la derecha tiene un dilema”, porque "su  mejor hombre es Capriles y tiene que definir si lo va mandar a perder por segunda vez, o si va a poner a algún otro para perder y no quemar a su figura más importante", estimó.

"Claro que esto último podría ocasionar una derrota demasiado significativa que impidiera, o retardara, la resurrección del antichavismo cuando sea necesario”, agregó.

Por último, Borón relativizó los problemas económicos que pudieran surgir a partir de la ausencia Chávez: “Venezuela lleva casi un año siendo gobernada sin la presencia de Chávez. Tiene problemas como cualquier país, pero ha dado muestras de que es gobernable aún sin Chávez. No hay ninguna situación que haga prever un colapso económico a causa de problemas de gobernabilidad”.

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