Momo no existe, pero puede ser cualquier persona

Un análisis sobre el nuevo reto virtual que angustia a niños y niñas, y que ya se cobró una víctima, a cargo de Hernán Navarro, abogado y director de la ONG Grooming Argentina.

Momo no existe, pero puede ser cualquier persona

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Columna de Télam

Publicado el 27 DE MARZO DE 2019

En estas semanas vivimos lamentablemente el resurgimiento de una leyenda urbana, un mito, que pone en escena a un personaje nefasto, siniestro, oscuro, terrorífico, que no existe y se hace llamar Momo.

Esta reaparición ha generado una tendencia global de preocupación en el mundo adulto respecto de esta imagen que caracterizaba en el año 2018 el robo de datos personales, la posible introducción a la pedofilia de niños, niñas y adolescentes en materia de Internet, el secuestro de imágenes, es decir, distintas variables de manipulación a través de plataformas tecnológicas. 

Hoy, como consecuencia, la filtración de esta escultura en videos infantiles viralizados con mensajes que atentan contra la integridad física y psíquica de niños y niñas guarda una real similitud con lo que planteaba otro reto viral, el de "Ballena Azul" en 2017, en el que el objetivo era, y es, incitar a chicos y chicas al autoflagelo y, en los casos más extremos, llevarlos al suicidio.

Desde el propio análisis que hacemos en Grooming Argentina, entendemos que aquellos que han diseñado este "plan macabro" (ni juego ni fenómeno) guardan una motivación que hoy nada tiene que ver con un móvil sexual, ni económico. Es simplemente la perversión, la psicopatía de hacer emerger la angustia del lado de la víctima, en este caso, de niños y niñas. 

Lo que nos debe interpelar y generar una alerta es la idea de que Momo viene a representar la ausencia del mundo adulto en el acompañamiento y supervisión del uso cotidiano en los entornos digitales de chicos y chicas, y pone en evidencia la real vulnerabilidad en la que se encuentran a diario.

A los más chicos hay que explicarles que es un dibujito horrible, que no puede trascender la pantalla y que no deben tener interacción ni con Momo ni con nadie en las redes sociales que desconozcamos. Si esto pasa, tienen que acudir al mensaje que estamos difundiendo en los colegios: "Si ves a Momo, llamá a mamá".

Cortemos con la "cadena de compartir", dado que esto genera tráfico y, como consecuencia, más chicos y chicas al alcance de los contenidos filtrados en videos infantiles. Reflexionemos acerca de que por más que los retos no aparezcan en los medios masivos de comunicación, esto no significa que no sucedan y se sigan propagando, sobre todo teniendo en cuenta la gravedad de que hoy Momo puede ser cualquier persona.  

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