En Mendoza, en un año, aumentó 36,36 % la tasa de mortalidad infantil. Las causas son varias, pero hablan de un deterioro paulatino del sistema de salud, aumento de la pobreza, poca formación profesional y escasos cuidados durante el embarazo. Este índice no es uno más. “Es uno de los indicadores más claros de la calidad de vida en una sociedad”, señaló Sergio Vergara, licenciado en Administración Pública y en Ciencias Políticas, especializado en Gestión de Salud.

La provincia registró una suba en la tasa de mortalidad infantil, que pasó de 5,5 muertes cada mil nacidos vivos a 7,5. Según informes de la Dirección de Maternidad e Infancia, Mendoza pasó de 111 casos en 2023 a 139 en 2024. En este sentido, el especialista —quien ha tenido una amplia carrera en el sector de la Salud— recomendó realizar y analizar estos índices en períodos de seis meses para contar con una evaluación más precisa, ya que este incremento “constituye un llamado de atención para las autoridades sanitarias y la comunidad”. 

Vergara, advirtió que “hay que tener en cuenta que estamos hablando de un índice que puede verse afectado por cuestiones técnicas como la carga de datos; por ejemplo, si en 2024 se registra una muerte ocurrida a fines de 2023 (31 de diciembre), puede modificar el valor final”. No obstante, destacó que tanto Mendoza como el país venían de una baja sostenida en mortalidad infantil.

En Mendoza, en un año, aumentó 36,36 % la tasa de mortalidad infantil. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza.

Los datos oficiales también muestran que en el sector público se pasó de 84 a 95 defunciones infantiles (+13%), con el 59 % de los partos (10921), y en el sector privado, de 25 a 41 defunciones infantiles (+64 %), llevando a cabo el 41 % de los nacimientos (7621). “Esto también refleja la sobrecarga del sistema público, que lleva a un aumento proporcional aún mayor en la mortalidad”, dijo Vergara.

La suba se debe a múltiples causas, como las malformaciones incompatibles, la crisis socioeconómica, la falta de educación y de acceso a la atención primaria, sobre todo de adolescentes y madres añosas.

Las malformaciones incompatibles con la vida representaron un 32 %, cifra similar al año anterior. Sin embargo, las causas perinatales aumentaron notablemente, ya que pasaron de 59 a 81 casos. Dos condiciones específicas tuvieron subas importantes: feto y recién nacido afectados por condiciones de la madre no necesariamente relacionadas con el embarazo presente, que pasó de 6 a 17 casos; y feto y recién nacido afectados por complicaciones de la placenta, cordón umbilical y membranas, que subió de 3 a 13.

Para Vergara, “el aumento de la pobreza también trae aparejado un deterioro de las condiciones sociales y ambientales que impactan directamente en la salud”. En Argentina, la pobreza subió 15 puntos porcentuales entre 2023 y el primer semestre de 2024, alcanzando al 50 % de la población. “Esto favorece hábitos perjudiciales, elevando los riesgos durante el embarazo y el desarrollo infantil”, resalto.

Los datos oficiales también muestran que en el sector público se pasó de 84 a 95 defunciones infantiles (+13%). Foto: Sitio Andino.

Otra realidad a tener en cuenta y que destacó el especialista es la reducción de la cobertura en las prestaciones privadas.“Hubo una fuerte presión sobre el sistema público porque las obras sociales han comenzado a restringir prestaciones del plan materno infantil, que antes estaban cubiertas al 100 %, pero ahora presentan costos variables o limitaciones. Esto reduce los controles prenatales, con mayor riesgo para madres e hijos”.

Esta situación, detalló Vergara, obliga a muchas embarazadas a recurrir al sistema público, sobrecargando aún más un sector que ya atiende al 54 % de la población argentina que no está formalmente empleada. “La fragmentación del sistema de salud argentino es uno de los principales problemas: coexisten múltiples subsistemas (público, privado, seguridad social, prepagas) sin regulación unificada ni coordinación”, subrayó.

En ese sentido, advirtió que las obras sociales sindicales y prepagas no están reguladas por las provincias, sino por la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación, lo que dificulta una respuesta integral.

En el área de Salud provincial, señalaron que Mendoza trabaja para garantizar que todas las maternidades del sistema público cumplan con las normas CONE (Condiciones Obstétricas y Neonatales Esenciales) y mejorar la capacidad de atención que permita contar con un acceso de calidad. “Sin embargo, no está claro si el proceso de categorización y control de maternidades para partos de alto riesgo se sostiene en el tiempo”, alertó Vergara. “Un embarazo de alto riesgo nunca debería resolverse en una maternidad sin terapia intensiva ni anestesistas 24 horas, y esto ocurre”, destacó al respecto el especialista.

El especialista concluyó que la suba en la tasa de mortalidad infantil es una alerta urgente. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza.

En su análisis de la problemática, Vergara señaló que los cambios sociales y culturales también influyen. “Ha disminuido el embarazo adolescente, pero aumentó el embarazo en mujeres mayores de 35 o 40 años, considerado de mayor riesgo. También las técnicas de fertilización asistida generan embarazos de riesgo, al igual que factores como el consumo de sustancias, tabaquismo, alcohol y presiones estéticas que pueden afectar la nutrición fetal”, resaltó.

El especialista, enfatizó que “los índices de mortalidad infantil son uno de los indicadores más claros de la calidad de vida en una sociedad, ya que refleja condiciones sociales, culturales, económicas, educativas y sanitarias”. Por eso, remarcó, que el aumento en Mendoza es preocupante.

“La comunidad y las autoridades deben redoblar esfuerzos para consolidar políticas públicas que protejan a las madres y los niños", dijo Vergara.

Un sistema sanitario coordinado

Finalmente, el especialista concluyó que la suba en la tasa de mortalidad infantil es una alerta urgente. “El sistema sanitario necesita respuestas coordinadas. Si seguimos sobrecargando al sector público y dejando sin control a otros subsistemas, seguiremos retrocediendo”.

Si bien Mendoza logró el año pasado hacer algunas reformas que frenaron la migración de profesionales a otros países o provincias y aumentar en un 60 % el ingreso de médicos a residencias, aún queda un largo camino por recorrer. “La comunidad y las autoridades deben redoblar esfuerzos para consolidar políticas públicas que protejan a las madres y los niños, incluyendo fortalecer la atención primaria, la salud mental, la inmunización, la lucha contra la pobreza, la educación materna y la equidad en el acceso a servicios”, indicó Vergara.

Y volvió a enfatizar en que: “Este aumento en la mortalidad infantil no es solo un número, sino un llamado urgente a cuidar la salud y el futuro de toda la sociedad mendocina”.

"Cuidar a las mamás y a los bebés debe ser un objetivo prioritario de todos como comunidad. Es una responsabilidad del Estado, pero también de todos los ciudadanos”, dijo el informe. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza.

Lo que el Gobierno dice que falta

En una gacetilla de prensa, desde el Ministerio de Salud enumeraron las estrategias que hacen falta tomar para cambiar esta problemática. Señalaron la necesidad de fortalecer una estrategia de atención primaria para los correctos controles prenatales y un trabajo comunitario que tienda a disminuir las inequidades en el acceso a los servicios de salud. 

“Este incremento en la mortalidad infantil debe obligarnos a duplicar esfuerzos, a construir mejores políticas para el porvenir. Cuidar a las mamás y a los bebés debe ser un objetivo prioritario de todos como comunidad. Es una responsabilidad del Estado, pero también de todos los ciudadanos”, indicó la cartera de Salud.

También sostuvo que se debe continuar con el proceso de garantizar maternidades con normas CONE, “ahora en el sector privado”. “Debemos crear mejores condiciones para los profesionales en atención primaria, y así disponer de más médicos, licenciadas en obstetricia y enfermeros”, afirmó.

Da cuenta de que en esta problemática hay que abordar la salud mental y los consumos y que se debe seguir fortaleciendo la política de inmunizaciones para cuidar a niños y niñas.

“Debemos seguir luchando contra la pobreza, las condiciones de saneamiento y las habitacionales. Debemos seguir empoderando a las mujeres, la lactancia materna y promoviendo la educación materna. Debemos ser conscientes de lo que nos falta, para todos los días, dar un paso adelante”, indicaron desde el área de Salud de la provincia.