Qué le reclama el buitre al juez Griesa

La presidenta le aseguró al 92 por ciento de los acreedores que pagará la deuda restructurada y que no defaulteará. Hizo un repaso de la historia del endeudamiento y responsabilizó a la dictadura, a la convertibilidad de Menem y al blindaje junto al megacanje de De la Rúa. Qué hará con los llamados holdouts y el fallo del juez Thomas Griesa.

Qué le reclama el buitre al juez Griesa

La composición del diario Página 12 combina la imagen del juez neoyorkino que falló a favor de un fondo buitre.

Sociedad

Unidiversidad

Jorge Fernández Rojas

Publicado el 17 DE JUNIO DE 2014


Cristina Fernández explicó, con tono pausado, por qué se llegó al fallo a favor del reclamo de los fondos buitre que quieren cobrar la deuda de contado y sin un sistema de pago, como sí lo hizo el 92 por ciento de la acreedores con la Argentina.  

"No estoy enojada, estoy muy preocupada. Es nuestra responsabilidad honrar nuestras obligaciones pero también es no ceder a las extorsiones", resumió la mandataria al final de un mensaje por cadena nacional que duró 18 minutos.

"El fallo no me sorprendió, yo esperaba este fallo", aseguró la Jefa de Estado. Puntualizó que este no es un problema económico, ni financiero ni jurídico. Es la consolidación de una forma de dominación global que logra su objetivo cuando alguien está dispuesto a hacer "un blindaje o megacanje", remarcó, apuntando a las operaciones financieras que ejecutó el gobierno del radical Fernando de la Rúa.

"Se está convalidando una forma de dominación mundial y financiera para arrodillar a los pueblos, donde no es necesario explotar a nadie. Basta que haya gobiernos dispuestos a hacer megacanjes, blindajes y a negociar comisiones, para que este negocio siga prosperando con la sangre, el hambre y exclusión de millones de jóvenes. Queremos cumplir y honrar nuestras deudas pero no queremos ser cómplices de esta forma de hacer negocios que algunos quieren instalar", puntualizó frente a la cámara de televisión.

Revisionismo

La presidenta detalló los hitos negativos de la historia económica de la Argentina desde el golpe militar de 1976. La deuda externa desde el 24 de marzo de 1976 "fue el cepo más formidable para la Argentina y provocó atraso en todo el país". Esa deuda creció en democracia en los años 80 y en el régimen de la convertibilidad con la ficción del uno a uno, el blindaje y el megacanje, que generó un gran ajuste "y del cual me tocó protagonizar como parlamentaria", señaló Fernández de Kirchner.

La narración presidencial concluyó con la asunción de su marido, el fallecido Néstor Kirchner, en mayo de 2003, cuando comenzó un proceso de negociación que terminó con la deuda refinanciada casi en su totalidad y, en especial, con la última negociación en la que el 92 por ciento de los acreedores de bonos acordaron cobrar con el país.

No a la extorsión, sí al pago acordado

La mandataria remarcó el enfoque político de la situación delicada que el fallo de la Corte estadounidense generó al rechazar la apelación argentina a la resolución del juez Griesa, que ordenó el pago a los holdouts

Con tono político, envió un mensaje a los acreedores acuerdistas que firmaron la reestructuración de la deuda: "Hay que distinguir una negociación de lo que es una extorsión, son dos conceptos diferentes. Todo dirigente tiene que estar dispuesto a negociar. Lo que no puede hacer un presidente de una nación es someter a su país y a su pueblo a una extorsión semejante. Quiero dirigirme a los millones de argentinos, pero también al 92 por ciento de los acreedores que creyeron en la Argentina, que va a cumplir con sus obligaciones. Que no va a defaultear su deuda reestructurada. Estamos dispuestos, como siempre, a que entre a ese canje el ciento por ciento de los acreedores de la Argentina. Porque la vocación de la Argentina es pagar, lo hemos demostrado". Por eso insistió: "Les vamos a pagar. He instruido al Ministerio de Economía y a organismos técnicos para que dispongan instrumentos y estrategias para que todos los que confiaron en la Argentina reciban su dinero".

Uno de los pasajes centrales de lo que se podría denominar una clase práctica de la deuda externa, según la mirada de la presidenta, fue cuando Cristina enfocó el fallo del juez neoyorquino que tiene a maltraer al país. Se refirió al fondo buitre NML, que compró bonos argentinos por 48 millones de dólares y pretende cobrar "cash" 1500 millones de dólares a través de la justicia. A esto le dio la razón el juez Griesa y es lo que ratificó la Corte norteamericana al rechazar la apelación argentina al fallo del juez de primera instancia. 


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