Salta y el Congreso de Tucumán en 1816

Por Sara Mata.

Salta y el Congreso de Tucumán en 1816

“El General Martín Miguel de Güemes y sus gauchos”. Óleo sobre tela de A. Struch, Salta, 1912. Museo Histórico del Norte, Cabildo de Salta.

Sociedad

Especial 9 de Julio

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Sara E. Mata - UNSalta-CONICET

Publicado el 08 DE JULIO DE 2016

Luego de varios años de iniciada la revolución en Buenos Aires, grandes dificultades aquejaban a las provincias que habían integrado el ex Virreinato del Río de la Plata. Salta, al igual que muchas otras provincias vecinas, también atravesaba difíciles momentos. A la amenaza de una nueva invasión realista desde las provincias altoperuanas, luego de la derrota del Ejército Auxiliar del Perú en Sipe Sipe a fines de 1815, se sumaba el enfrentamiento que su gobernador Martín Miguel de Güemes mantenía con el director supremo Álvarez Thomas y con José Rondeau, jefe del Ejército Auxiliar. A ambos les preocupaba el liderazgo militar y político que Güemes había alcanzado, apoyado en una movilización generalizada de la población rural frente a la ocupación en Salta de las fuerzas realistas en 1814.

La convocatoria en 1815 de un Congreso General a reunirse en una ciudad que no fuera Buenos Aires fue una decisión política tendiente a resolver las diferencias entre los gobiernos de las diferentes provincias, y en especial aquellas del litoral lideradas por Gervasio de Artigas.

Perseguía, asimismo, la voluntad de decidir una forma de gobierno y de dictar una constitución. En Salta, las elecciones de los diputados que la representarían en el Congreso se iniciaron en el mes de octubre de 1815 y en diciembre de ese mismo año fueron designados los doctores Mariano Boedo, José Ignacio Gorriti y José Antonio Moldes. Sin embargo, a pesar del interés demostrado por el gobernador Martín Miguel de Güemes por la reunión del Congreso, los problemas derivados por las desavenencias entre éste y Rondeau demoraron la incorporación en aquel de los diputados salteños.

En efecto, fue luego de la derrota infringida por los Escuadrones Gauchos, que respondían al Gobernador, a las partidas militares del Ejército de Rondeau y de la firma, a fines de marzo de 1816, de un pacto entre ambos jefes por el cual daban por terminadas sus diferencias, que en Salta se celebró el inicio de las sesiones del Congreso y se reconoció su autoridad.

Para ello, el Gobernador ordenó el encendido de luminarias en la ciudad y se organizó un solemne acto en el Cabildo de Salta. A principios de mayo de 1816 los diputados comenzaron a incorporarse al Congreso, con la única excepción de Moldes, fuertemente resistido por los diputados de Mendoza y de Buenos Aires, quienes evidenciaron así la enorme influencia que ejercían en el Congreso.

Mientras ellos aspiraban a organizar al país con un gobierno fuerte y centralizado en Buenos Aires, José de Moldes era reconocido por su oposición al centralismo porteño y por su apasionado republicanismo.

En el seno del Congreso, quienes desconfiaban de Martín Miguel de Güemes acusándole de desconocer la autoridad de Buenos Aires temieron que los diputados de Salta se retirasen, tal como lo había ordenado el Gobernador al conocer el rechazo a la candidatura de José de Moldes. Esto finalmente no sucedió; los diputados por Salta permanecieron y acompañaron el traslado del Congreso a Buenos Aires a comienzos de 1817.

Las gestiones realizadas por Juan Martín de Pueyrredón, director supremo nombrado por el Congreso en mayo de 1816 y allegado a Güemes, lograron no sólo que Salta mantuviese obediencia al Congreso sino que también su gobernador se sumara a la estrategia militar propuesta por José de San Martín, consistente en canalizar todos los esfuerzos económicos y militares hacia el ejército que estaba organizando en Mendoza, destinado a cruzar los Andes y batir a los realistas que ocupaban Chile para, desde allí, avanzar hacia Lima.

Mientras esto sucedía, Martín Miguel de Güemes, con el escaso auxilio que podía prestarle un menguado ejército estacionado en Tucumán y al mando de Belgrano, debería contener las incursiones del Ejército Real del Perú sobre las ciudades de Jujuy y Salta, objetivo que logró cumplir satisfactoriamente hasta su muerte, acaecida en junio de 1821.