Solicitan que niñas y niños de 11 años se vacunen contra el virus del papiloma humano
Es una de las vacunas incluidas en el calendario obligatorio nacional. Los profesionales indican que la inoculación debe ser antes de iniciar la actividad sexual. El VPH en algunos casos puede provocar cáncer.
Foto: ilustrativa
Unidiversidad / Fuente: Prensa Gobierno Mendoza
Publicado el 02 DE JULIO DE 2021
El virus del papiloma humano (VPH) es muy común y se transmite principalmente a través del contacto sexual con una persona que esté infectada. Alrededor del 80 % de la población está en riesgo de contagiarse. Es por eso que el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes, a través del Programa Provincial de Prevención y Detección Precoz de Cáncer de Útero y Mama, pide que se vacune a niñas y niños de esta edad.
En el país, la vacuna contra el VPH para niños y niñas de 11 años se incorporó al calendario oficial de vacunación a partir de octubre de 2011, por lo cual es obligatoria. Sin embargo, hay familias que la rechazan, lo que pone en riesgo la vida de sus hijos y de la comunidad cuando ellos tengan una vida sexual activa.
Usar preservativo durante las relaciones sexuales contribuye a una protección parcial y a detener la propagación del VPH, pero es la vacunación la que protege de manera segura y eficaz contra los tipos de VPH que con mayor frecuencia causan cáncer de cuello uterino o verrugas genitales. En las mujeres, ayuda a proteger contra el cáncer de cuello uterino, algunos cánceres de vagina, vulva y ano, y verrugas genitales, aunque no protege contra todos los tipos de VPH. En los hombres, ayuda a proteger contra las verrugas genitales y algunos cánceres de ano, pene y garganta.
La vacuna que se aplica en Argentina protege contra los subtipos virales 16 y 18, que son los más oncogénicos. Estos causan hasta el 80 % de los cánceres de cuello uterino en las mujeres y hasta el 90 % de los cánceres relacionados con el VPH en los hombres.
Si la persona está infectada con un tipo de VPH que causa cáncer, el virus puede ocasionar cambios en las células hasta que, con el paso del tiempo, el cáncer se produce. Por lo general no hay síntomas, pero algunas personas pueden notar sangrado después de la relación sexual, dolor durante el sexo, menstruación anormal, sangrado o secreción vaginal y dolor en la pelvis.
Los tipos 6 y 11 causan aproximadamente el 95 % de las verrugas, que aparecen como pequeños crecimientos en o alrededor de los genitales y el ano. En la gran mayoría de los casos es asintomático y se cura solo, ya que no todas las infecciones por VPH provocan cáncer.
Diagnóstico
Se realiza comprobando síntomas a través exámenes. Se efectúan una prueba de detección del cuello uterino y una biopsia.
Las pruebas de detección periódicas del cuello uterino en mujeres son otra forma importante de protegerse contra el cáncer. Incluso si se ha vacunado contra el VPH, todas las mujeres de entre 25 y 65 años que alguna vez hayan sido sexualmente activas deben someterse a estas pruebas con regularidad. Si el resultado del papanicolaou (PAP) es negativo, significa que no se detectaron lesiones en el cuello del útero: las células están sanas. Si el resultado del PAP es anormal o con alteraciones, significa que hay algún tipo de lesión que hay que controlar y, en caso de que sea necesario, tratar.
El examen se realiza en los centros de salud y hospitales de todo el país y es gratuito. Próximamente se incluirá el test de VPH que detecta la presencia del virus. En el Programa Provincial de Detección Precoz del Cáncer de Cuello Uterino y Mama, la prueba disponible es la citología (prueba de papanicolaou-PAP).
El virus no se cura
No existe ningún tratamiento que cure el virus, pero sí se tratan las manifestaciones que los VPH pueden provocar, como las verrugas o las lesiones. Para estas, existen diferentes tratamientos según el tipo de lesión.
Las infecciones por VPH que no presentan síntomas no tienen un tratamiento específico y la mayoría desaparece en un año, por lo cual se puede hacer un seguimiento de las infecciones cervicales por VPH para verificar que esto haya sucedido. El seguimiento también abordará cualquier cambio en el cuello uterino antes de que se desarrolle el cáncer.
Las lesiones, de bajo grado en general, no necesitan tratamiento; solo se recomienda seguimiento con un PAP cada seis meses. Además, para las verrugas genitales visibles, se realiza tratamiento destructivo local o se colocan cremas antivirales. Hay que saber que estas pueden reaparecer, incluso después del tratamiento.
Más información
Programa Provincial de Prevención y Detección Precoz de Cáncer de Útero y Mama
- www.pap.mendoza.gov.ar
- Instagram: @prevencion.canceruteroymama
- Facebook: @prevencion.canceruteroymama
Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cervicouterino
Instituto Nacional del Cáncer
- www.argentina.gob.ar/salud/inc
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