Subsidios: ¿Renuncio o no renuncio?

La presidenta se largó con el tema de la renuncia voluntaria a los subsidios sobre las tarifas de luz, agua y gas y, como es su costumbre, nos dejó a todos mirando al Este. Puede gustarnos o no la gestión de CFK, podemos tener acuerdos o desacuerdos parciales, pero que los muchachos tienen capacidad para marcar la agenda... Siempre nos agarran distraídos, es al cuete.

Subsidios: ¿Renuncio o no renuncio?

Sociedad

Unidiversidad

Enrique Bollati

Publicado el 01 DE DICIEMBRE DE 2011

¿Sirve para algo renunciar? ¿No es lo mismo si esa plata se la doy a Cáritas, por ejemplo? Etc.

Veamos; en varias oportunidades hemos hablado desde este mismo espacio acerca de la invisibilidad de los subsidios a sectores medios y altos; buena parte de la población no tiene ni idea de en qué medida está subsidiada porque, en realidad TODOS estamos subsidiados.

La primera conclusión que podríamos sacar es que si todos estamos subsidiados, entonces nadie está subsidiado, porque no es más que un juego de barajas donde intercambiamos cartas entre todos. No seamos ingenuos: los cerdos de "Revolución en la Granja" (George Orwell) arreglaban las pintadas que decían "Todos somos iguales" agregándole el "Pero algunos somos más iguales que otros"

Quiero decir: tenga presente que si Ud está recibiendo $10, seguramente está poniendo una cifra bastante mayor para los que son "más iguales".

Hemos abordado el tema varias veces, decíamos que éramos nosotros mismos, como sociedad, los que debíamos poner en discusión esta trama de subsidios encubiertos. No lo hemos hecho de forma visible, al menos, pero hoy el gobierno nacional nos lo pone en la mesa junto con el desayuno.

¿Por qué esta onda de renunciar, cuando se podrían quitar, lisa y llanamente los subsidios a los sectores más altos?

Es evidente que la intencionalidad no es hacer una lista de ricos y pobres, ni de ciudadanos meritorios, ni nada que se le parezca. Es evidente que no es el ahorro neto que produce esta renuncia lo que se persigue, ¿entonces qué?

Entonces parece ser que el objetivo es que hagamos lo que aún no hicimos por motus propio: que nos demos cuenta de hasta donde llega la red de subsidios y la pongamos en discusión. Porque esta perinola nos quita bastante más de los que nos da, sea como individuos, como grupos o como sociedad; tengámosla clara.

El común de nuestros conciudadanos identifica como "subsidios" a la Asignación Universal por Hijo, y no se equivoca, porque el salario familiar es un subsidio que paga el estado nacional (leyó bien: NO la patronal, sino la Anses), y la AUH no es otra cosa que el salario familiar que se le paga a los que trabajan en negro o están desocupados. Si Ud. cobra menos de $2.800 y tiene un hijo de menos de 18 años, la ANSES le paga $270 por mes por ese hijo; sea que esté trabajando en blanco o en negro, ¿se entiende?

No es un error considerarlo un subsidio porque lo es; el error consiste en creer que es el ÚNICO subsidio o que es el MÁS IMPORTANTE de los subsidios. Nada más erróneo que eso; las asignaciones familiares (se llamen salario familiar o AUH) son una lágrima en el confuso mar de los subsidios, en el que, insisto, si Ud. está recibiendo $10, tenga a buen seguro que lo que está poniendo es mucho más.

Entonces, ¿qué hago, renuncio o no? Si Ud. está en condiciones de pagar los $40 ó $50 pesos mensuales adicionales que representa para un hijo de vecino la renuncia al subsidio, HÁGALO; si no está en condiciones NO LO HAGA.

Pero, sea como sea, y por el amor de Dios: MILITE la renuncia, discuta la política de subsidios, terminemos con esta perinola macabra organizada por Hood Robin para sacarle a los que menos tienen y darle a los que tienen más.

Es un consejo honesto: si su familia no está dentro del 5% que se queda con "la papota", entonces defienda los intereses de su familia y, renuncie o no, MILITE la renuncia, pongamos el tema sobre la mesa; paguemos nuestras facturas y dejemos de pagar facturas ajenas.