El flamante presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, asumió hace apenas dos días y ya armó revuelo con algunas de sus primeras medidas. Quizás la noticia que más afecta a la Argentina es la reciente suspensión de la importación de limones locales a Norteamérica. 

Esto ocurre pese a las fuertes tratativas que generó el Gobierno nacional con ese tipo de comercialización. El presidente Mauricio Macri ya había declarado el 21 de diciembre último que la decisión del Gobierno de los Estados Unidos de autorizar la importación de limones procedentes de la Argentina era una demostración de "la seriedad y la confianza que podemos generar como país".

El ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, también había hecho declaraciones sobre este tema y señaló que "se trata de un logro muy importante por sus implicancias políticas y comerciales en la relación bilateral" con Estados Unidos. Según Télam, el funcionario entonces destacó "el trabajo técnico conjunto realizado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agropecuaria (Senasa), la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, la Cancillería y nuestro ministerio, especialmente a través de nuestra Consejería Agrícola en Washington".

La ilusión duró poco, ya que este lunes, el Departamento de Agricultura estadounidense. sin ahondar en detalles, comunicó que, de manera termporaria, no se importarán limones provenientes de Argentina, específicamente de la provincia de Tucumán.
 

Chau al "Obamacare"

Más allá de los limones, una medida polémica y que tendrá un importante efecto al interior de los Estados Unidos fue el decreto que firmó este lunes el nuevo presidente de ese país, Donald Trump. Fue para eliminar el sistema de salud conocido como "Obamacare", en cumplimiento de una de las más notables promesas de su campaña electoral.

A través del decreto, Trump determinó que los órganos y agencias oficiales "tomen todas las acciones acordes con la ley para minimizar la carga económica y regulatoria" de la ley de salud, de acuerdo con el texto de la decisión distribuido por la Casa Blanca. El objetivo, añade el decreto, es "crear un mercado de seguros de salud más libre y más abierto". Este viernes 20, un grupo de periodistas del cuerpo de prensa de la Casa Blanca fue llamado de urgencia al Salón Oval, donde el nuevo presidente estadounidense firmó el decreto, según informó la agencia de noticias Télam.

La Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (en inglés, Patient Protection and Affordable Care Act, abreviada PPACA) fue aprobada en 2010 como resultado de un complejo proceso de negociación conducido por el ahora expresidente Barack Obama y consistió básicamente en un mecanismo para garantizar un seguro de salud para millones de estadounidenses.

Sin embargo, el conservador partido Republicano nunca cesó en sus esfuerzos por combatir la normativa, en una lucha que se aceleró en 2014, cuando los republicanos pasaron a controlar las dos cámaras del Congreso. El diario Perfil recordó que, en la campaña electoral, Trump había afirmado que su gobierno se empeñaría desde el primer día en eliminar el PPACA.

"Es un desastre completo", repetía en sus actos públicos. Para Trump, el sistema es demasiado oneroso y cuenta con demasiadas regulaciones. Sin embargo, la dirigencia del partido Republicano en el Congreso hizo ver al nuevo presidente que la simple abolición de la normativa dejaría a millones de personas sin un seguro de salud, subrayando la necesidad de elaborar una alternativa antes de su derogación.

Aproximadamente un tercio de los estadounidenses tienen algún tipo de cobertura médica pública. La mitad de la población dispone de seguros de salud a través de sus empleos o del mercado privado. Con el sistema PPACA, el gobierno de Obama logró que una gran parte de los estadounidenses que se encontraba desprotegida pasase a contar con un seguro médico, según defienden los simpatizantes del viejo sistema sanitario.