“El Estado argentino está en deuda con las personas trans”

Son palabras de Alexia Biancorroso, referente de la Organización y Movimiento de Mujeres Trans Mendocinas, que aseguró: “Esto viene de antes de la pandemia”.

"El Estado argentino está en deuda con las personas trans"

Foto: Ariella Pientro

Identidad y Género

Aislamiento obligatorio

Unidiversidad

Julia López

Publicado el 11 DE MAYO DE 2020

La situación de las personas travestis y trans está lejos de cumplir estándares de derechos humanos. A la desigualdad estructural que atraviesa sus vidas hay que sumarle la complicación por la pandemia y la cuarentena en el país. 

Desde distintas organizaciones advirtieron las necesidades particulares durante el aislamiento y convocaron a donar alimentos, ropa, artículos de limpieza, muebles, ropa de cama, dinero, etc. Alexia Biancorroso asegura que al publicar por Facebook el pedido del colectivo de mujeres trans mendocinas, distintas personas comenzaron a comunicarse y así fue abordando la problemática. 

Alexia Biancorroso

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Por este posteo, muchas contaron “lo que les va sucediendo, cómo se van manteniendo, cómo van pasando la cuarentena, cómo continúa este paradigma de una mujer transgénero, qué están haciendo, de qué están viviendo, que no es fácil la vida que tenemos”, relató la militante.

Es acompañante terapéutica y hace siete años trabaja en la Dirección de Adultos Mayores. La referente del movimiento trans Alexia Biancorroso logró estudiar y recibirse. Sin embargo, sabe que no todas las personas trans tienen las mismas oportunidades y denuncia que la mayoría “sigue viviendo de la prostitución, y eso no es un trabajo digno para nadie”.

La realidad de las mujeres trans: sin trabajo, violentadas e ignoradas

Pese a los avances normativos en la última década, como la sanción de la Ley de Identidad de Género, la vida de las mujeres trans está marcada por la falta de oportunidades. No tienen acceso al mercado laboral y son pocas las que se pueden insertar en la educación formal.

Biancorroso ya había empezado a trabajar anteriormente con la problemática de acceso a la vivienda a raíz de un problema personal, luego de que el IPV le desadjudicara una casa diez años después de adjudicársela. Describió el problema habitacional de travestis y trans, a quienes en muchos casos les cobran alquileres muy caros por su identidad y eso conduce a que solo puedan pagar lugares precarios. 

“El problema viene de antes, pero esta cuarentena dejó a la vista las malas políticas públicas que se han llevado a cabo, que no han sido suficientes para con las mujeres transgénero”, aseguró Alexia.

La situación laboral de las personas trans es preocupante. En muchos casos no estudian porque la discriminación constante no las deja ingresar al sistema. En otros casos, les hacen hacer cursos que no les sirven porque no hay oportunidades laborales reales. Lejos de pensar en un "cupo", Biancorroso exigió igualdad: “Tienen que darnos trabajo, incluirnos en la sociedad. El Estado nos debe décadas y décadas de injusticia”.

Inclusión laboral trans, una demanda pendiente

La situación laboral de las personas travestis y trans es precaria y la mayoría recurre a la prostitución como única posibilidad de subsistencia. La esperanza de vida de esta población es de 35 años y esto se debe principalmente a la falta de acceso al sistema de salud, que un trabajo formal debería respaldar.

La mayoría cobra $ 8000 por el plan Hacemos Futuro del Gobierno nacional, pero eso les impide acceder, por ejemplo, al Ingreso Familiar de Emergencia o a los bolsones de comida que entregan en las municipalidades. Las personas trans y travestis necesitan políticas públicas que las incluyan en la vida social: “La mayoría vive fuera del sistema”, denunció la referente a pocos días del 17 de mayo, Día contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.

 

A ocho años de la Ley de Identidad de Género

Pasaron ocho años de la sanción de la Ley 26743 de Identidad de Género y Alexia asegura que falta mucho para lograr la igualdad “porque los actores que tienen que hacer algo no lo están haciendo”. De todos modos, confía en la militancia organizada de travestis, mujeres y varones trans, y asegura que “la Ley de Identidad de Género no fue la solución, pero sí fue un alivio. Un alivio para todas, para poder sentirnos parte de este mundo”.

La activista trans recordó con emoción: “El día que me entregaron el documento y mi partida de nacimiento, no podía creer que leía ‘Alexia Marisa Biancorrosso’. Lo leía y lo volvía a leer. La sensación fue muy extraña porque por fin tenía mi identidad. Pensé que con esto estaba todo solucionado, pero no. No fue así”.

Los movimientos trans y travestis de Mendoza y el país reclaman al Estado la garantía de sus derechos, no solo a través del cumplimiento del artículo 11 de la Ley de Identidad de Género, que prevé intervenciones quirúrgicas y tratamientos hormonales para adecuar su cuerpo, sino, y sobre todo, a través de políticas reales de inclusión e igualdad de oportunidades laborales, estudiantiles, etc. “Que ser trans no te condene a vivir en la calle”, remarcó Biancorroso. 

Con respecto al pedido impulsado por el pastor y senador Héctor Bonarrico de quitarle presupuesto a la Ley de Identidad de Género para financiar iglesias evangélicas, Alexia fue muy clara en su posición: “Deberían tener vergüenza. Hemos sido condenadas durante siglos por la iglesia”. Esa discriminación, que ha derivado en la situación actual, es la que las medidas estatales tienen que revertir. Los travesticidios y transfemicidios invisibilizados también son consecuencia de esa discriminación.

 

Quién es Alexia Biancorroso

Alexia vive su identidad transgénero desde muy chica, “desde una época difícil, saliendo de la dictadura”. Se considera una sobreviviente y afirma:“Estoy viva de milagro”. Con sus relatos de resistencia, cuenta cómo fue ser trans en esa época y cómo es ahora.

En ese entonces, relata, “tuvimos que migrar por toda Argentina, los milicos nos pegaban, nos encerraban. Comíamos de un tacho, teníamos que esperar que comieran los presos y después comíamos nosotras. O querían violarnos y teníamos que defendernos entre nosotras mismas. Los policías también abusaban de nosotras… desde lo físico hasta lo sexual. Fue una época tremenda”. 

Historia de Alexia Biancorroso

Alexia vive en la ciudad de Mendoza, en la cordillera de los Andes al sur de Latinoamérica...su sueño? apropiarse de su IDENTIDAD. Tener un documento que la ...

A pesar de llevar siete años contratada por la Dirección de Adultos Mayores, el personal sigue tratándola despectivamente. Pudo aprovechar las oportunidades que se le presentaron: consiguió un trabajo y una vivienda que defiende a pesar de todas las trabas que le ponen. Es consciente de que la situación de otras personas trans es mucho más precaria y difícil, y por eso milita con otras compañeras y se organiza para avanzar en la conquista de derechos.

“No sé lo que es ser hombre, pero tampoco sé lo que es ser mujer. Soy transgénero”, dice Alexia Biancorroso con orgullo.

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