Entender cómo funciona la IV Brigada Aérea de Mendoza es una tarea difícil para los que no saben de aviación. Las tareas que realizan en ese lugar son una duda para muchos, porque no se trata sólo de avioncitos que se elevan en el cielo. Están por alguna razón en la articulación entre el cielo y la tierra y ese misterio se suma a las dudas sobre las tareas que realizarán en la brigada mientras dure la remodelación de la pista principal que comparte con el Aeropuerto Internacional Francisco Gabrielli, previsto entre septiembre y diciembre de 2016.

En concreto, la IV Brigada Aérea entrena pilotos. Según indicaron, a muchos conductores les falta técnica, perfeccionamiento y estrategias de combate, por lo que llegan a las pistas para mejorar sus habilidades de manejo. El lugar es el único del país que ofrece este tipo de capacitaciones.

En caso de emergencia, la Brigada asiste a través de tres tipos de aeronaves: un escuadrón de búsqueda y rescate (helicópteros Lama), una cuadrilla de servicios (aviones Cesna 182) y un escuadrón de caza-bombardeo de fabricación nacional (aviones militares “Pampa”). Estos últimos, durante los tres meses que duren las refacciones de la pista, se trasladarán junto al personal técnico a la V Brigada Aérea ubicada en Villa Reynolds, en San Luis. De acuerdo con lo que establece el protocolo, los aviones realizarán actividades de entrenamiento y asistirán ante cualquier caso de emergencia que haya en Mendoza.

A pesar de las voces en contra del cierre del aeropuerto, el jefe de la IV Brigada Aérea, el comodoro Gabriel Bagatello, se mostró optimista. Indicó que las actividades en la pista no interferirán con su labor porque están preparados y la noticia no les cambió mucho su quehacer diario. Según dijo, durante el cierre se trasladará junto a su equipo a Villa Reynolds, sede que acogerá a los aviones Pampa, mientras que en Mendoza quedarán los helicópteros Lama. En este sentido, el jefe de la aeronáutica local explicó que mantendrán los regímenes de capacitación, puesto que están en condiciones para operar de manera completa.

En caso de emergencia, los aviones de combate necesitan de una pista de 25 metros de ancho para aterrizar, por lo que cualquier lugar que cumpla con estas características será válido. “Sé que desde el año pasado querían hacer el mantenimiento de la pista. Si la Dirección de Aviación Nacional lo permitió, nosotros no objetamos porque la pista estará nueva, pero no nos cambia (…) Dos días antes de que cierre nos vamos y podemos, incluso, ser los primeros en llegar cuando lo arreglen”, especificó.
 

Una tarde entre aviones

Pasear por los pasillos de la IV Brigada de Mendoza es una tarea recomendable. En el lugar se trabaja las 24 horas, los 365 días del año. Todos son estrellas, desde los pilotos hasta las dos aeronaves más importantes del circuito: los helicópteros Lama y los Pampa.

Los Lama se usan en rescates. Fueron desarrollados en Francia y están preparados para aterrizar en el Aconcagua. En Mendoza hay tres aparatos que vuelan en caso de emergencia y búsqueda. Son siempre tripulados por médicos y enfermeros que asisten en caso de que haya heridos. Pintados de color rojo para poder identificarlos en la montaña, las aeronaves pueden cargar 575 litros de combustible, que les proporcionan una autonomía de dos horas y media. Soportan vientos de hasta 90 kilómetros por hora y pueden elevarse a más de 4000 metros de altura. Reciben mantenimiento cada cinco años.

Simulacro de rescate con los helicópteros Lamas. Las aeronaves pueden llegar hasta la punta del Aconcagua. Foto: Axel Lloret.

Por otro lado, el avión de combate Pampa es una aeronave netamente argentina. Está preparado para llevar armas de guerra y puede volar hasta los 11 mil metros de altura. Los primeros modelos se hicieron en 1981 y después de 35 años aseguran que tiene un diseño “aerodinámico excelente”. En la actualidad hay 14 aviones de este tipo en el país, varios funcionan en Mendoza y otros fueron cedidos a la VI Brigada Aérea de Tandil.

La gente que se desempeña en el lugar asegura que el trabajo en equipo es importante. Es una tarea conjunta que implica la participación de pilotos, médicos, enfermeros y técnicos que realizan actividades de rescate y capacitación. Se muestran optimistas y unidos, “como una gran familia” que entiende que debe separarse llegado el momento, unos en tierra y otros en el cielo.