Si bien comedores y merenderos calmaron el hambre de un 50 % más de familias mendocinas que asistieron a ellos durante el ASPO, la calidad de los alimentos ofrecidos fue deficitaria. A esto se suma que seis de cada diez niños, niñas y adolescentes no realizaron actividad física por dificultades de conectividad y falta de motivación.
Así lo afirmaron desde Desarrollo Social. Cada vez hay más familias que necesitan ayuda. Asimismo, también su multiplicaron los comedores.
Así lo afirmó Victoria Guevara, referente del Frente Darío Santillán, en Radio U. Antes de la cuarentena, alimentaban a niños y niñas; ahora lo hacen también a adultos y adultos mayores.
Mónica Sulle, dirigente social de la izquierda, denunció favoritismo en la entrega de alimentos del Gobierno nacional. “Cada día hay más filas en los comedores”, afirmó.
Silvia Saravia, coordinadora nacional de esa ONG, que advirtió que el Gobierno debe escuchar el aumento de voces que advierten la importancia de declarar la emergencia alimentaria.
Así lo muestra un estudio del Observatorio de la Deuda Social, que analiza el impacto de las ayudas alimentarias que reciben la niñez y la juventud.
Según el relevamiento, son 5000 personas en toda la provincia que colaboran en unas 1500 organizaciones sociales. Testimonios.
Según un informe realizado por Fundeps y Unicef, los módulos alimentarios que otorga Mendoza carecen de alimentos frescos. Desde la DGE afirmaron que, por tiempos y logística, hoy es imposible garantizar la frescura.
Adaptaron sus métodos a la cuarentena obligatoria. Pocas donaciones y otras dificultades que enfrentan para brindar su servicio. Cómo colaborar.
El hijo de Iris cayó en las drogas y ella abrió un espacio en Las Heras, no solo para dar alimento, sino también para transmitir valores a los chicos y chicas más vulnerables de su barrio.
Sus encargadas reconocen que atienden a cada vez más niños y niñas, y su tarea va mucho más allá de alimentarlos. Sacrificio y dedicación permanente.
La agrupación Barrios de Pie realizará hasta fines de mayo un relevamiento nacional, que incluye nuestra provincia.
Las donaciones que reciben los comederos populares han mermado debido a la baja en el consumo, lo que provoca faltante de mercadería. Cómo viven esta situación las organizaciones que asisten a personas de bajos recursos. Unidiversidad habló con algunos de sus protagonistas.
Son de distintos departamentos. El Banco colabora con 83 organizaciones a las que garantiza el 25 % de los alimentos que necesitan para sus comedores. El valor de donar y recuperar mercadería y productos frescos.